Cuando estudiaba en la Escuela profesional de Periodismo “Manuel Márquez Sterling” (1947-1952), mi profesor de Reportaje gráfico, Juan Manuel Guerrero y Campanería, definía así su asignatura: “Reportaje gráfico es toda la noticia de interés público expresada gráficamente en la prensa periódica por medio de dibujos o fotografías”.
Nos recordaba el educador que en el período Paleolítico, hace unos 15 000 años, los hombres comenzaron a erguirse y pensar y sus principales desvelos eran unirse y formar tribus para cazar y alimentarse, defenderse de las fieras, obtener agua y fuego y tener una cueva segura donde refugiarse. Precisamente en las paredes de algunas de esas cavernas situadas al sur de Francia y el norte de España, se encuentran las llamadas “pinturas rupestres” que muestran escenas de caza y de la fauna de entonces. Son los principios pictóricos, culturales, supersticiosos e históricos de la humanidad y como esas figuras muestran al hombre cazando y las manadas de bisontes u otros animales corriendo en su entorno, comprendemos que también son las semillas del reportaje gráfico, aseguraba el maestro.
Después de esta primitiva etapa surgieron sucesivamente las grandes civilizaciones de Egipto, Grecia y Roma, que les dieron una gran relevancia a la pintura y la escultura apoyando a los artistas cuyas obras se centraban principalmente en decorar los palacios y complacer el ego de los reyes y de los grandes aristócratas o en las catedrales e iglesias donde rendía culto a la fr y la religión. Precisamente en Roma se estableció el Derecho de Imagen (Jus Imaginis), privilegio que tenía todo patricio a ser representado por medio de un busto de cera , coloreado con los vestidos e insignias correspondientes a su magistratura.
Estas artes grecorromanas se extendieron por Europa y en su andar nació el libro manuscrito con ilustraciones y también los pregoneros apoyados con dibujos que en parques y ciudades narraban a los habitantes los principales acontecimientos mundiales que generalmente habían ocurrido meses antes. Así andaban de rápido las noticias de entonces.
Una de las grandes invenciones de la humanidad fue la imprenta de tipos móviles, en 1455, por Johann Gutenberg en Maguncia , Alemania, y no es difícil imaginar cuán rápido esta se impuso al libro manuscrito.
En 1720 el belga Charles Habré introdujo la imprenta en Cuba. De este importante acontecimiento se conserva lo que se considera el primer impreso cubano, un folleto de 26 páginas titulado Tarifa general de precios de medicinas, impreso el 11 de enero de 1723. En la parte superior de la primera hoja, o portada, está impreso el Escudo Real de España, lo que también tiene el merito de ser el primer grabado impreso y publicado en Cuba.
El Plantel (1838-1839) fue la primera revista cubana se imprimió en litografia y publicó crónicas de diversos temas. Las grandes ediciones aumentaron aún más en 1829 al aparecer los estereotipos, que permiten fabricar duplicados de planchas de impresión ya compuestas. En 1886 los equipos de composición se perfeccionaron, permitiendo reducir drásticamente el tiempo necesario para componer un libro en comparación con las labores manuales. Por último, la fotografía ha venido a contribuir al desarrollo de los modernos procesos de fotomecánica.
El científico, dibujante y litógrafo francés Federico Mialhe, radicado en La Habana desde 1838, fue el primero en reproducir vistas copiadas de daguerrotipos y también se le considera entre los precursores del reportaje gráfico cubano. Célebres son sus imágenes de la tormenta de San Francisco de Borja, que devastó el litoral habanero en 1846 y aquella otra que “capturó el instante” de un accidente de tránsito protagonizado por una volanta que al pasar frente a la antigua Casa de Beneficencia largó una de sus ruedas y quedó medio volcada.
Como tal, el primer periódico del mundo que utilizó la fotografía fue el Daily Graphic, de Nueva York, en 1880, y tres años más tarde fue cuando el primer fotograbado hizo presencia en un periódico cubano. Durante un tiempo más adelante, hasta la segunda década del siglo XX, los dibujantes e ilustradores continuaron dando vida al reportaje gráfico, bien desde el lugar de los hechos o en las redacciones de los medios, empleando los recursos archivísticos a su alcance, un poco de su imaginación y sus dotes artísticas. Así se les reconoce también como precursores del reportaje gráfico.
Fuentes consultadas:
Sección ¿“Sabe Usted…? Revista Bohemia, junio 18 de 1950, p. 150)
Notas de clase de Reportaje Gráfico, con el profesor Juan Manuel Guerrero Campanería, en la Escuela Profesional de Periodismo Márquez Sterling, curso 1949.
Imagen destacada: Pintura rupestre (bisonte), Cueva de Altamira. Cantabria, España.