Para los periodistas, un desastre epidemiológico como el SARS-CoV2 (Síndrome Agudo Respiratorio y Grave Coronavirus 2019) es el tipo de noticia de última hora que amerita la cobertura extensiva. La mayoría de los desastres no pueden ser predichos con certeza, pero pueden ser anticipados. Si se planea con tiempo, las organizaciones de medios y los periodistas pueden ofrecer a sus comunidades una mejor cobertura y más detallada.
Recordemos que un medio noticioso juega cuatro papeles importantes durante una crisis:
- Es una fuente de información vital el decir qué está ocurriendo, dónde, quién está afectado, cómo van cambiando las cosas, y por qué.
- Es una línea de comunicación, se pueden salvar vidas al transmitir información crítica de y hacia las partes afectadas.
- Es una señal de advertencia temprana, transmitiendo la información a tiempo e información segura que prevenga algún daño.
- Es un foro comunitario, ofreciendo a los ciudadanos la oportunidad de reunirse, compartir sus preocupaciones y apoyarse unos a otros durante los tiempos difíciles.
A partir de estas condiciones, y dadas las características de los medios de prensa cubanos, se analizan algunas ideas que mejorarían la cobertura informativa sobre el tema del SARS-CoV2.
Normas de comunicación
En estos casos es pertinente establecer normas de comunicación, basadas en pruebas científicas y sometidas a ensayos prácticos, que fomentan el cumplimiento del objetivo de salud pública de controlar rápidamente los brotes epidémicos con el menor trastorno posible a la sociedad.
- a) Confianza: El principio fundamental de la comunicación en situaciones de brote epidémico es comunicarse con la población de tal forma que se genere, mantenga o recobre la confianza entre la ciudadanía y los gestores. Sin esta confianza, la gente no creerá en la información sanitaria que las autoridades nacionales transmitan, o bien, no obrará en consecuencia.
- b) Anuncios tempranos: La comunicación diligente de un riesgo real o eventual para la salud es de suma importancia para alertar a las personas afectadas y minimizar la amenaza que supone una enfermedad infecciosa. Los anuncios tempranos, aun cuando contengan información incompleta, evitan los rumores y la información errónea. Cuanto más tiempo los funcionarios oculten la información, cuanto más alarmante le parecerá al público si llega a divulgarse, sobre todo si la da a conocer una fuente externa. Los anuncios tardíos socavan la confianza de la gente en que las autoridades de salud pública controlen el brote epidémico.
- c) Transparencia: Para mantener la confianza del público durante un brote epidémico se requiere transparencia, que comprende proporcionar información oportuna y completa sobre el riesgo real o eventual que el brote representa y su control. Los acontecimientos que ocurran durante un brote epidémico deberán comunicarse al público diligentemente y a medida que se presenten. La transparencia deberá caracterizar la relación entre los gestores del brote, la ciudadanía y los socios, habida cuenta de que fomenta el mejoramiento de los procesos de recopilación de información, evaluación de riesgos y toma de decisiones asociados con el control del brote epidémico.
- d) Escuchar al público: Para establecer una comunicación eficaz, que a su vez respalda la función más general de gestión de situaciones de emergencia, es fundamental comprender la percepción de los riesgos, las opiniones e inquietudes del público. Si no se conoce la manera en que el público entiende y percibe un riesgo determinado, ni sus creencias ni prácticas, cabe la posibilidad de que no se tomen las decisiones pertinentes ni se hagan los cambios de comportamiento necesarios para proteger la salud, además de que los trastornos sociales pueden ser más graves.
- e) Planificación: La comunicación con la gente en el curso de un brote epidémico plantea un desafío enorme para toda autoridad de salud pública y, por consiguiente, exige una planificación rigurosa, por adelantado, que respete los principios descritos anteriormente. La planificación es un principio importante, pero más importante aún es que se traduzca en la adopción de medidas.
Cuenta historias con Gráficas
El tratamiento gráfico de datos o de una historia sobre una epidemia puede resultar beneficioso, pues permite mostrar crecimientos, tendencias, extensiones territoriales de los enfermos, que de otra forma sería más difícil de explicar.
Entrevistados que cumplan con las medidas que anuncian
No se debe reportar nada por los canales propios que contradiga lo que se anuncia. Por ejemplo, no se debe poner una foto de una persona o un especialista de salud, hablando de las medidas de protección epidemiológicas, y que sin embargo no tenga el nasobuco puesto, o trabajadores de una industria de BioCubaFarma sin guantes y nasobuco.
Fuentes especializadas
Siempre es pertinente identificar cuáles son las principales fuentes gubernamentales y no gubernamentales que están vinculadas con la gestión de desastres para establecer una agenda de contactos ante una futura o presente situación de emergencia. El titular de Salud o de Epidemiología son fuentes verificables y autorizadas, el Primer Secretario del PCC en una provincia es una fuente autorizada, pero no especializada.
Ejemplo: el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel habla de las medidas nacionales tomadas, pero es el Ministro de Salud el que da el informe de la evolución de los enfermos.
Actualización horaria
La actualización constante es esencial, pues del parte que se da en la mañana, hasta el mediodía pueden aumentar los enfermos confirmados y cambiar las provincias o países donde se detectan.
Líneas de tiempo o gráfica dinámica
Incluso en ocasiones es pertinente crear un contador para la web, similar a un reloj, donde se marquen los sospechosos, confirmados, fallecidos y dados de alta. Pero ello lleva una coordinación especial con las estructuras de Salud Pública y los informáticos que crearán el contador.
¿Cómo reflejan el SARS-CoV2 otros medios de prensa?
De acuerdo a un estudio de Publicis Media, que a su vez fue retomado por Marketing News, la situación de cuarentena en algunos países está modificando los hábitos de la población. En concreto, se está incrementando el interés en información y noticias, así como de entretenimiento en el hogar.
Según otro estudio de Eprensa realizado entre el 7 de enero y el 15 de marzo de 2020, en España, uno de los países más afectados y más interconectados, se han publicado 161.913 informaciones en medios de comunicación en papel, digital, radio y televisión
Entre los niños y jóvenes, el consumo de TV aumentó de forma significativa. De hecho, casi se duplicó, de ahí la importancia de informar a través de audiovisuales siempre que se pueda. También hay un cambio interesante en redes sociales. Las menciones del coronavirus, a lo largo de las principales plataformas del mercado, está creciendo de forma exponencial. De hecho, solo en el último mes, el número de veces que se habla de la enfermedad creció en un 100 por ciento.
El New York Times, por ejemplo, fue uno de los primeros grandes medios en adaptar su oferta a la pandemia y la semana pasada creó una sección dedicada al coronavirus con artículos de acceso libre, a condición de crear una cuenta gratuita.
El Wall Street Journal, Vanity Fair, The Atlantic, Wired, así como varias publicaciones locales y especializadas siguieron los mismos pasos. Otros grandes medios como el Washington Post y Bloomberg proponen un boletín (“newsletter”) diario sobre el coronavirus, con artículos de libre acceso.
En Francia, el diario Le Monde anunció una iniciativa similar este fin de semana en un editorial sobre la crisis del coronavirus: “Para responder a sus preguntas, para facilitar sus decisiones en sus vidas personales y profesionales, ponemos a su disposición numerosos artículos en acceso libre”.
Para este periódico se trata de luchar contra las informaciones falsas y los rumores y a la vez mostrar su compromiso en favor del interés general, según su director Jérôme Fenoglio. Le Monde había puesto en marcha recientemente un muro de pago (“paywall”), un sistema que permite el acceso de los artículos solamente a los abonados.
Ante esta situación los medios de comunicación deben presentar información sin sesgo, de utilidad real, en lugar de insistir con la histeria colectiva. Ya las audiencias prefieren medios informativos que más que alarmismo, aporten soluciones que den elementos reales para tomar mejores decisiones.
M.Sc. Sabdiel Batista Díaz. Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba en Cienfuegos. Profesor en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana