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Juan Gualberto y José Martí: un coloquio y muchas voces

Acaba de iniciar el coloquio y el moderador, Pedro Rizo Martínez, periodista matancero, anuncia a los panelistas. Esta vez hablarán Beatriz Ortega Alfonso, profesora e investigadora de la vida de Juan Gualberto Gómez; Pedro Pablo Rodríguez, Investigador titular del Centro de Estudios Martianos y Jorge Legañoa, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec).

Beatriz dice que es imposible interpretar la labor de Juan Gualberto, sin ver la imperturbable fusión que se da entre periodismo, política y patriotismo.

Hay en la vida de Juan Gualberto cierto misticismo por descifrar, hurgando aún más en la historia de su familia, que explique cómo siendo mulato y descendiente de esclavos haya logrado estudiar en Francia e insertarse activamente en la vida intelectual de su época.

A este cubano, nacido en la comarca de Sabanilla del Comendador, la política y el periodismo siempre lo atraparon. Beatriz dice que esos fueron los motivos por los que regresó de Francia.

Tanto José Martí como Juan Gualberto aparecen en un periodo donde el periodismo no constituía una disciplina. Pedro Pablo Rodríguez interviene en la conversación para señalar que sus pensamientos convergen en la construcción de un nuevo oficio que devendría profesión.

-Pero, ¿qué vio uno en el otro? ¿qué lo identifican?, esa es la interrogante que sostiene ahora el diálogo.

Pedro Pablo habla acerca del vínculo generacional y social, que los une, pues ambos procedían de las clases más populares.

A pesar del ineludible vínculo, los diferencian los estilos periodísticos. Pedro Pablo afirma que Juan Gualberto era análisis y José Martí, imagen, poesía constante.

“Martí arrebataba a sus lectores porque escribe desde la pasión”; en él, crónica y poesía son indiferenciables, y ahí está la riqueza polisémica de su producción. “Juan Gualberto, es fino, elegante y bullicioso, sin embargo, la pasión también se le suelta cuando defiende el separatismo de la colonia”.

Nicolás Guillén vuelve a ser necesario. Y aprovechando las certezas de sus prosas, Pedro Rizos, el moderador, recordó algunas líneas de uno de sus escritos al leer: “Martí y Juan Gualberto tienen mucho que hacer todavía. Ellos no están, pero nosotros sí.”

Por eso, y para terminar el coloquio, Jorge Legañoa habló sobre la actualidad del pensamiento de ambos, dos de los pensadores más antiimperialistas de nuestra historia, y de Hugo Chávez, cuando se cumplen hoy siete años de su muerte.

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