El actual director de Wikileaks, Kristin Hrafnsson, advirtió que la extradición de Julian Assange a Estados Unidos no solo pondría en peligro la vida del periodista australiano, sino el futuro del periodismo.
Lo que está en juego en este caso no solo es la vida de Julian Assange, quien enfrenta hasta 175 años de cárcel si es extraditado, sino el futuro del periodismo, aseveró Hrafnsson durante un encuentro con corresponsales extranjeros.
Según el comunicador islandés, el caso fue politizado desde que en 2010 altos funcionarios del gobierno norteamericano atacaron a Wikileaks por haber divulgado pruebas de los crímenes de guerra cometidos por el Ejercito de Estados Unidos en Iraq y Afganistán, y desde que muchas personas llamaron a asesinar al fundador del portal.
Es político desde que Mike Pompeo (actual secretario de Estado) dijo en 2017, cuando era director de la CIA, que Wikileaks era una fuente de inteligencia hostil, agregó Hrafnsson, quien cuestionó los cargos de piratería informática y daños presentados por los fiscales norteamericanos, y adelantó que la defensa de Assange cuenta con argumentos creíbles para exigir que los mismos sean desestimados.
En la rueda de prensa participaron también los parlamentarios australianos George Christensen y Andrew Wilkie, quienes tenían previsto visitar este martes a su compatriota en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en el este de Londres.
Ambos legisladores dijeron formar parte del comité parlamentario Bring Assange Home (Traigan a casa a Assange), por lo que abogaron porque el fundador de Wikileaks sea enviado a Australia.
Se trata de un ciudadano australiano sobre el que una corte británica está decidiendo si debe extraditarlo a otro país extranjero y está claro que hay algo erróneo en esto, afirmó Christensen, quien exhortó al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, a desestimar el caso antes del juicio.
Tras afirmar que es un gran admirador de Johnson y del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el parlamentario conservador aclaró que es un admirador aún mayor de la libertad de prensa, la cual, dijo, está siendo claramente atacada en el caso de Assange.
A su turno, la abogada Jennifer Robinson señaló que el juicio de extradición que iniciará el lunes próximo podría demorar meses, y al igual que Hrafnsson consideró que el caso podría sentar un mal precedente para el periodismo mundial.
También llamó la atención sobre el mal estado de salud de Assange como consecuencia de un encierro que data de 2012, cuando se asiló en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, donde era acusado de presuntos delitos sexuales que luego fueron desestimados.
Al respecto, Hrafnsson informó que sus condiciones físicas habían mejorado bastante desde que fue sacado del régimen de aislamiento al que estuvo sometido desde que fue encarcelado en abril pasado.
(Fuente: PL)