Crecer un dos por sobre un cuatro por ciento que se logró este año, no está mal, afirmó Marino Murillo, Ministro de Economía y Planificación, Vicepresidente del Gobierno, a los parlamentarios al explicar lo esencial del Plan de la economía para 2016, y concluyó “el mundo está complejo y con todas estas limitaciones tenemos que seguir avanzando”.
Tras una pormenorizada exposición de los logrado este año para cerrarlo con un cuatro por ciento del PIB, Murillo resumió que lo previsto para el año próximo tendrá como base que el 58 por ciento de las inversiones está en programas de desarrollo; que hay que ser muy eficiente en el uso de las divisas y de los portadores energéticos, y que s debe lograr los 6 500 millones de crédito necesarios, para alcanzar ese dos por ciento sobre un cuatro, lo que es un buen número.
Explicó que el producto interno producto es la nueva riqueza que el país crea, la creación de riqueza a la que se le agrega valor, y abundó que América Latina no va a crecer este año, va a decrecer, y en eso influyen dos grandes economías la de Venezuela y de la Brasil, aunque otros países pequeños como Panamá, Costa Rica, sí tienen algún crecimiento. En el entorno internacional con los vaivenes del mercado, los valores y los cambios de la moneda han tenido efectos negativos, dijo.
Por eso hizo un análisis de qué se ha podido hacer y qué insuficiencias impidieron crecer más, todavía, a tenor de que hay personas que no creen en el cuatro por ciento de crecimiento del PIB anunciado.
Comentó que el año pasado se hizo un adelanto de liquidez para que las empresas empezaran a hacer sus importaciones, lo cual permitió concretar con tiempo sus demandas y tener un ritmo de crecimiento de la economía, (los créditos se decidieron desde el mes de agosto). También ha habido tendencia a la baja de algunas materias primas que nosotros importamos, con menos dinero se ha podido importar más materias primas.
Otras cosas se han hecho en el sistema empresarial, flexibilización de objetos sociales, control de combustible, sistema de pagos por rendimiento, (las personas trabajan más y ganan más y tienen una gran motivación), continuó Murillo, pero siempre acentuando que si no hay producción de bienes no se puede pagar más.
El salario promedio aún está bajo. No estamos en condiciones de hacer una reforma de salario, la política es que si se produce más la gente gana más. Donde se ha logrado la gente se siente más motivada, argumentó.
Prosiguió: ¿Dónde está ese cuatro por ciento? Ese PIB en términos económicos se calcula por varias formas, por su origen y por su destino, quién genera la nueva riqueza y cómo Cuba gasta esa riqueza, y pasó a explicar algunos detalles de la contribución de sectores vitales, como la industria azucarera, la construcción, la industria manufacturera que viene creciendo, también el comercio y los servicios, la agricultura (aunque no satisface), el transporte, el suministro de electricidad, gas y agua. Ahí está el crecimiento, el 4 % es un buen número, puntualizó.
Puso ejemplos de la industria azucarera, la construcción, y de la agricultura aclarando que no siempre sus resultados tienen una repercusión en la economía personal y la mesa doméstica.
¿Qué otra característica tiene este PIB de 2015? Es que la producción material incrementa del 51 al 63 por ciento en ese por ciento y responde a una política aprobada. Cultura, salud, deportes, aportan como servicios sociales, un 25 por ciento, se ha mantenido estable… eso no ha sido espontáneo, ha sido diseñado, se ha ido reanimando la producción nacional, para proteger los productores nacionales.
Para que el propio país produzca sus riquezas, para producir un peso de PIB, hay que invertir 17 centavos de dólar, señaló Murillo. Si la economía va siendo más eficiente ese indicador tiene que bajar, debeos proponer cambiar la estructura de las importaciones, todo lo que se puede producir en cuba hay que importar la materia prima no el producto terminado.
“Ha cambiado el origen del pib y eso es bueno”.
No hay un buen control de los portadores energéticos. >Nos queda pendiente el uso eficiente y el control de los portadores energéticos.
Ahora el 2016, qué va a ocurrir con el plan de este año nuevo? Hay que potenciar al máximo la reserva de eficiencia del uso de los recursos en divisas, cada organismo tiene aprobado el nivel de importaciones en divisas, no se puede deteriorar el PIB por el gasto excesivo de divisas.
Todo lo que podamos producir en Cuba da un dos por ciento del PIB. Vamos a producir todo lo que podamos producir para que otros no lo tengan que importar. Ese es el espíritu de este plan.
El año que viene el 50 por ciento de las importaciones tiene que ser por la vía del crédito y el crédito es deuda para mañana, mucho cuidado en qué crece la economía y cuáles las fuentes de financiamiento.
El año próximo el PIB va a crecer un dos por ciento. Si usted crece un cuatro, después crecer un cuatro más, es más complicado. Los valores absolutos son más grandes, el problema más serio de la economía son las divisas convertibles, hace falta más dinero para financiar las importaciones, es un dos sobre el cuatro. Esto es lo más racional pero es lograble.
Llamó a ser estrictamente disciplinados con lo que está en el plan, tener en cuenta los equilibrios macros y la proyección de desarrollo.
Exhortó a siempre tener en cuenta el balance del agua, solo se podrá respaldar el 80 por ciento del balance del agua, “con la naturaleza no hay quien pueda”. El agua hay que ahorrarla cuando existe, no cuando no hay. Velaremos por el equilibro monetario financiero el año que viene. Todo eso tiene que ver con los precios. Aumentará la oferta de bienes y servicios.
Murillo fue terminante al afirmar que para lograr 6 500 millones de crédito para el financiamiento de la economía en el 2016, tenemos que pagar los más de 5000 millones de deudas.