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Melissa Blanco Dení, primera mujer que narra un partido de béisbol oficial en Cuba

Por Lilian Cid

Melissa Blanco Deníz cursa el último año de la Licenciatura en Periodismo en la Universidad de Matanzas. Le gusta la pelota, y ha estado vinculada profesionalmente a ese deporte como parte del grupo de trabajo deportivo de la emisora provincial Radio 26, desde hace un par de años.

Melissa, sin embargo, nunca había sido tan visible como estas jornadas, cuando su ejemplo circunda las redes “acusada” de ser la primera mujer que se enrola en la narración de un partido de béisbol oficial en Cuba.

Aunque hay certeza de que la periodista tunera Gretell Yanet Tamayo hizo una pequeña incursión el pasado año a través de Radio Rebelde, los más avezados colegas de la radio, dan fe de que, por lo hecho, Melissa es la pionera. Valga entonces lo sucedido este 15 de agosto en el Victoria de Girón para impulsar el papel protagónico de la mujer, en cualquier faena. Muestra fehaciente de que no hay empeños mayores que la voluntad; un cántico a la igualdad, en estos tiempos de batalla entre géneros.

—Cuéntame de esta oportunidad, desde su génesis…

—Desde el primer año de la carrera me acerqué a la presidenta de la UPEC en matanzas, la periodista Yirmara Torres y le pedí de favor que conversara con Guillermo Rodríguez y Dayron Medina para que me permitieran estar en la cabina de narración, escucharlos y que si era posible me ayudaran. Ella al instante habló con Guillermo y él sin pensarlo le dijo que sí.

Recuerdo llegar a la cabina llena de miedo, temblando de hecho, porque iba a estar entre dos grandes, en vivo con la realidad y el miedo me consumía. Cuando entré y me dijeron siéntate, me paralicé, estaba más fría que una ranita (risas), imagínate, los escuchaba todos los días y estar al lado de ellos era demasiado para mí porque siempre admiré mucho su trabajo, el de ambos, pero sobre todo el de Dayron, que por cierto, es mi paradigma.

La oportunidad se da en un juego de pretemporada contra Industriales cuando yo comentaba mientras Alejandro Castellanos narraba y de pronto me dijo, quiero escucharte narrar y me dejó sola, se sentó y cerró su micrófono, me dijo, este es el momento para saber si de verdad vas a narrar algún día la Serie y lo hice, asumí 3 entradas prácticamente completas y de muchos cambios, y batazos…imagínate, un juego de preparación.

Desde ese día en el que Dayron no pudo ir y me escuchó por la radio comenzamos un trabajo de narrar en la casa, grabarme y que él escuchara la narración y me rectificara, ¿pero de eso no hace más de un mes y en este juego frente a Camagüey el propio Dayron me dijo prefieres la sexta o la séptima entrada? ¡Vas a narrar!

Me paralicé por un instante, pero le dije, la sexta y así fue, narré el sexto inning del primer juego entre Matanzas y Camagüey del doble programa del 15 de agosto.

El jueves 15 de agosto —cuenta Radio 26 en su portal digital— luego de comentar la primera parte del choque inicial de una jornada doble, su compañero de batería, Dayron Medina le cedió los micrófonos a Melissa para que entrara en la historia de la narración deportiva cubana, al describir la parte final del partido, escenificado en el estadio Victoria de Girón.

—¿Por qué el periodismo?

—Creo que el periodismo es consecuencia directa de mi amor por el deporte. Siempre me apasionó el béisbol, se puede decir que es herencia por parte de padre (risas).

A los dos años de edad conocí el Victoria de Girón y según me cuenta mi papá desde que llegué me comportaba como en casa: tranquila, disfrutando de todo lo que sucedía y muy atenta al juego. A medida que iba creciendo cambiaba de entretenimiento o camino si se puede decir pues bailé, canté, actué, estudié ballet clásico en la escuela vocacional de arte, luego en el IPVCE Carlos Marx pues no aprobé el pase de nivel a la ENA, pero siempre el béisbol estuvo presente y el tiempo para ir al estadio lo hacía por encima de cualquier cosa. A veces, obligaba a mi papá a ir porque no me interesaba el mal paso de los cocodrilos, yo quería ver béisbol. Nunca descuidé mis estudios, pero siempre tenía mi cabeza en el deporte.

En el IPVCE hice muchas amistades (hombres, sobre todo) con los que debatía de deportes como uno más, como ellos mismos me decían, y llegado el 12mo. grado al percatarme de que me apasionaba la matemática pero no quería ir a estudiar a La Habana, pues el periodismo era algo que también me gustaba y sentí que el vínculo entre el deporte y el periodismo era grande así que sin pensarlo realicé las pruebas y me decidí por el periodismo.

—El periodismo deportivo no es una especialización opcional. El periodismo deportivo es tu esencia.

—Exactamente, siempre estuve convencida de que optaba por esta carrera para estar más cerca del deporte

—¿Cómo evalúas el momento que vive la pelota cubana?

A la pelota cubana de hoy le faltan recursos y profesionalismo. Pretendemos elevar la calidad sin hacer cambios importantes, como, por ejemplo, la reducción de equipos para concentrar el talento. La estructura requiere de un giro de 180 grados, más competitividad y apertura, a pesar de que se ha avanzado bastante en este último aspecto.

Nuestro sistema no se corresponde con el resto de las ligas y si todos avanzan y nosotros solo tenemos malos resultados pues no existe mayor muestra de que somos nosotros quienes no vamos por el camino indicado. Se debe analizar cuáles son los modos de hacer con el béisbol a nivel internacional y tomar los aspectos positivos de cada liga.

No es para nada un buen momento para el béisbol cubano acá, porque nuestras figuras en otras ligas son de las que mejor lucen. Nos afecta mucho el éxodo de atletas, pero ciertamente ahora mismo no tenemos cómo ponerle freno.

—Matanzas, ¿piensas que es el año para recuperar el paso ganador de aquellos cocodrilos que resurgieron con Víctor Mesa?

—Creo que los cocodrilos nunca han perdido la posibilidad de estar en planos estelares del béisbol cubano, son prácticamente los mismos jugadores que dejó Víctor al marcharse, incluso con más experiencia, solo que la indisciplina evidentemente se apoderó de ellos en las últimas series.

Teniendo en cuenta la paridad que muestra el torneo (y nada tiene que ver esto con la calidad) los cocodrilos tienen posibilidades de estar entre los ocho primeros, solo resta esperar.

—¿Impone enfrentarse a la narración de un juego de béisbol?

—La narración impone MUCHÍSIMO, primero porque es mi mayor sueño, segundo porque es un trabajo que se realiza para un público en específico, amante de lo que escucha y conocedor al máximo del deporte y de lo que puede ser bueno o malo de un narrador y comentarista. Un público que no teme a decir su criterio, a criticar y a apagar el radio cuando no le gusta lo que oye. Pero sobre todas las cosas por las ansias que tengo de hacerlo muy bien, eso es lo más duro, me gusta hacer bien las cosas y no me perdono los errores y la narración es complicada.

—Se afirma que has superado la prueba con excelente calificación. En lo personal, cómo llevas el estar en un sitio que hasta ahora era prácticamente solo “cosa de hombres”.

—Antes de entrar siquiera a una cabina o tener prácticas en la radio ya sentía que deseaba aprender a narrar y compartí esa idea un día en las gradas del estadio cuando estaba rodeada de varios hombres con los que mi padre y yo habíamos hecho amistad gracias a la pelota y la respuesta de uno de ellos fue: ni te vuelvas loca que eso no le va a gustar a nadie, todo el mundo está acostumbrado a escuchar a los hombres y además quién ha visto que una mujer sepa de pelota como para ser narradora y comentarista, mejor dedícate a arreglar pelos o al periodismo cultural y si vas a seguir en el periodismo deportivo está bien, pero no hagas ni el intento por ser narradora.

De más está que te diga que me entristeció mucho esa opinión y hasta ofendida me sentí. Mi padre explotó, pero le dije que no se preocupara que el mejor modo de demostrar era hacer y cuando narré el jueves solo recibí y aún recibo felicitaciones, sobre todo de los hombres, aún no me he encontrado a alguno que venga a criticarme y si lo hace los escucharé con gusto porque es un modo muy efectivo de mejorar pero no aceptaré que me digan que las mujeres no sabemos de pelota como los hombres, el género no tiene nada que ver con el conocimiento o la inteligencia y el gusto.

—Un reto mayor.

—Es un reto enorme, primero porque deseo hacerlo al nivel de los mejores y porque además deseo demostrar que las mujeres si podemos, que de hecho podemos hacer muchísimas cosas a las que no nos atrevemos por miedo. Existen mujeres mecánico, piloto, árbitros… ¿por qué no podemos narrar? Mientras sea un deseo lo mejor es hacer el mayor esfuerzo por cumplirlo y prepararse bien, eso es lo fundamental.

—Algo que quieras agregar.

—Tengo que agradecer a todos los que me han ayudado y están dispuestos a hacerlo, a mi familia, mis padres sobre todo, que siempre me apoyaron, a los propios peloteros, entrenadores, directivos del equipo de Matanzas quienes siempre me tratan con muchísimo respeto y me ofrecen su ayuda en todo momento, a los compañeros de trabajo de Radio 26 quienes me abrieron las puertas y me acogieron desde que llegué, a mis profesores de la Universidad de Matanzas y sobre todo a Dayron Medina, Pancho Soriano y Alejandro Castellanos quienes no dudan en enseñarme y darme la oportunidad de tener el micrófono a mi disposición y sus conocimientos para ofrecérmelos.

También a todas las personas que me felicitan y manifestarles que estoy abierta a cualquier crítica, consejo, ayuda, que es importante pues para ellos trabajo con mucha pasión.

(Tomado de Cubadebate)

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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