La lluviosa mañana de este martes, no impidió la afluencia de investigadores, estudiosos y jóvenes comunicadores a la conferencia magistral del profesor Graham Murdock, de la Universidad de Loughborough, titulada Por una crítica a los sociosistemas técnicos de control.
En una de las amplias salas del Palacio de Convenciones de la capital cubana, sede al VIII Encuentro Internacional de Investigadores y Estudiosos de la Información y la Comunicación (ICOM) y del IX Congreso Internacional de la Unión Latina de la Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura, se produjo un intercambio con algunos de los 400 delegados de una veintena de países, ávidos de dialogar sobre temas medulares en esta actualidad globalizada.
Es así que el profesor Murdock, del Reino Unido, trajo un asunto controversial al demostrar cómo los avances tecnológicos en materia de comunicación e información afectan y ayudan a controlar a la mayoría de las personas en el mundo, cuando compañías poderosas como Facebook, Google y Apple, compilan datos personales de los usuarios de la red y se adueñan un poco así de sus vidas.
Detalló riesgos de la utilización de esas tecnologías, pero advirtiendo que hay que estar y utilizarlas para beneficio de la humanidad, defender la comunicación digital, trabajar en esta era, y enfrentar sus riesgos al defender la cultura, la ética, la solidaridad, la ecología y la justicia social.
Vinculó Murdock, el meollo del tema, a la interrelación entre comunicación, economía y clima, y la importancia de retrotraer la historia de la economía política para tratar de explicar y encontrar soluciones a los efectos nocivos del uso indiscriminado y falto de ética del avance de las tecnologías.
Así mismo comentó una de sus citas preferidas: “nunca desperdiciemos una crisis, que es la oportunidad para hacer cosas que no se concebían antes”, y llamó a reconocer que hoy la comunicación lo es todo, en particular las nuevas formas de comunicación mediante aparatos digitales, que se comercializan en un mercado inmenso de egoísmo neoliberal.
Trajo a colación la cultura selfie, que incrementa el mirarnos más nosotros mismos que el entorno o los demás que nos rodean, alejando a los humanos de la necesaria solidaridad, y auguró el advenimiento de una gran turbulencia que se avecina por la robótica (las máquinas lo harán todo), que deja una interrogante: ¿quién es el dueño de la cultura y del conocimiento que hace funcionar ese sistema?
Tenemos que defender la propiedad pública, el control público de esos medios, única forma de abordar la crisis ecológica de la era digital, pero siempre teniendo en cuenta que la tecnología no es mala en sí misma, solo que hay que utilizarla en beneficio de la humanidad. ¿Tenemos la voluntad para lograr esto?, se cuestionó el profesor. Como intelectuales críticos, concluyó, tenemos que encontrar soluciones a estos asuntos.
CUBA, DIFERENTE, CON NUEVOS DESAFIOS
La jornada de este martes, tras la citada conferencia, dio paso a una apretada agenda, iniciada con un panel sobre Regulación y democratización de la comunicación en Iberoamérica, que condujo el Dr. Raúl Garcés, decano de la Facultad de Comunicación de la UH, en el que intervinieron Adilson Van Cabral Filho, de Brasil; Ana Segovia, de España; Carlos del Valle, de Chile; Javier Esteinou, de México, y José R. Vidal, de Cuba.
Este último hizo una intencionada exposición de los que es el sistema de comunicación cubano, que difiere mucho del de otros países, por la propiedad social y estatal sobre los medios tradicionales y la aparición aun incipiente de medios digitales, todos los cuales deben responder con urgencia a la demanda de respuesta de un sistema de información pública.
Tras desmenuzar agentes causales que ahora le imprimen nuevas aristas a estos nuevos desafíos particulares y del mundo globalizado, el intelectual se pregunta ¿cómo responder desde la comunicación a este reto? Y se responde que pensando el socialismo no solo como emancipación social, sino poniendo al ser humano en el centro de nuestras políticas, favoreciendo el diálogo entre los ciudadanos, mediante un modelo que concrete jurídica y constitucionalmente el derecho de informar y de ser informado.
“Una política pública de comunicación que dote a los medios de responsabilidad y compromiso, y sea instrumentada dentro de la legalidad cubana, es posible y es imprescindible para ese socialismo próspero y sostenible con raíces profundas en el pueblo”, concluyó Vidal.
Ya en la jornada vespertina se iniciaron las exposiciones de los posters, mientras en varios salones confluía la mayor parte de los delegados en comisiones simultáneas sobre los ejes temáticos: Política, industria y autorregulación de la Información, la comunicación y la cultura; Descolonización, identidad cultura y tecnologías de la Información y la comunicación, tejido social y sostenibilidad, entre otros amplios y sugerentes asuntos, abordados por los asistentes desde sus puestos laborales y profesiones en los países de origen.
Las comisiones laborarán cada tarde y en las mañanas se producirán conferencias magistrales y paneles de especialistas, hasta la clausura el próximo viernes día 11.
Numerosos profesionales de la prensa en sus países respectivos asisten a estos eventos en calidad de especialistas, investigadores, comunicadores y/o docentes, mientras que la prensa cubana también está inmersa en estas jornadas, con representantes de la radio nacional (Reloj, Taíno, Radio Habana Cuba, Rebelde), de la televisión ( SITVC y de Cubavisión Internacional), así como de medios impresos (Granma, Trabajadores) y digitales (Cubadebate, Cubahora, Cubaperiodistas) y las agencias de prensa ACN y PL, entre otros.