Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo José Martí, y presidente de la Comisión Nacional de Ética, aborda para Cubaperiodistas algunos aspectos sobre la discusión en las delegaciones de base del proyecto de Código de Ética de los periodistas cubanos
El Código de Ética de la Unión de Periodistas de Cuba ha sido ampliamente debatido en todas las delegaciones de base del país, luego que en el X Congreso de la organización, celebrado el año pasado, se decidiera emprender un proceso de consulta del texto con los afiliados.
De acuerdo con una información de la Presidencia Nacional, donde se ofrecieron detalles sobre el proceso de consulta y aprobación del Código Ética del Periodista, ya se realizó el proceso de actualización, después de la discusión en el país de cada uno de sus artículos.
El destacado periodista Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo José Martí, encabezó el Grupo Redactor que tuvo a su cargo el análisis, artículo por artículo, y la redacción del proyecto del nuevo Código de Ética.
Una vez concluida esa fase y antes de que el documento regrese a las delegaciones de base, Cubaperiodistas buscó en Luis Sexto algunas respuestas a inquietudes surgidas durante el análisis.
-Para algunos profesionales del Periodismo en Cuba su rutina es, en muchas oportunidades, informar a toda costa y a todo costo, ¿Es acaso un conflicto ético esa postura? ¿Entra en contradicción con los postulados que defiende el Código de la organización?
-Esa postura más que implicar un conflicto de conciencia, es más bien una violación de la ética profesional. Incluso, las reglas no escritas, esto es, la conciencia moral del periodismo revolucionario condena el “a toda costa y a todo costo”. Practicando esa divisa, el costo fundamental corresponde al prestigio del periodismo cubano. Además, practicando esa divisa se lástima el crédito del periodista.
“Hemos de cambiar la formulación: informar con toda ética y con toda certeza, aunque las habilidades no están proscritas. Así el trabajo del periodista responderá a la inteligencia y a la cultura; a su prestigio ante las fuentes y su capacidad para obtener de estas la información necesaria sin quebrantar el respeto debido a las normas de conducta. Lo demás sería delincuencia intelectual”.
-En un mundo tan tecnologizado y con tanta noticia falsa recorriendo las autopistas de Internet, ¿cómo mantener una conducta ética en medio de los desafíos que imponen las nuevas tecnologías y las redes sociales, donde la “libertad” de decir parece no tener límites?
-El periodista ha de ser una especie de improvisador ante los pies forzados de la realidad. Pero la conducta ética no tiene métodos: solo normas. Por tanto, aparte de la capacidad profesional, el periodista debe de estar convencido de que sus deberes éticos componen una armadura en el ejercicio de su profesión. Lo que nuestra ética suprime o condena no puede estar en nuestro arsenal para responder a los desafíos a veces antiéticos del uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales.
“Libertad ilimitada no es libertad, es más bien una regresión a los estadios más atrasados de nuestra especie. Al ejercer su profesión, el periodista revolucionario profesa un voto de honradez. Y no parece que lo que vaya contra la honradez, sea honroso”.
-La aparición de otros medios, fundamentalmente en el espacio de Internet, impone retos al periodismo cubano y su capital humano, que ante limitaciones en los ingresos económicos, ha buscado en otros sitios en la web la posibilidad de mejorar su economía personal, pero a veces, algunos de ellos laboran en medios públicos cubanos. ¿Cómo defender dos visiones de un mismo problema y para diferentes medios, con políticas editoriales totalmente antagónicas? ¿Es éticamente correcto asumir ambas posturas?
-Quien defiende dos visiones, digamos antagónicas, del mismo problema en medios diferentes no es periodista, ni siquiera una persona honrada. El escaso valor de nuestro sueldo no justifica quebrantar la ética. Actuando así, dónde se ubicaría la credibilidad y confiabilidad del periodista: ¿En la postura diáfana y al aire libre de su proceder, o entre los aires pútridos de la deslealtad? ¿A quién podría ser leal con la doblez de su proceder? ¿Acaso a unos y a otros a la par; y también a los públicos que puedan conocer su juego?
-El proceso de discusión del Código de Ética ha sido un ejercicio de transparencia en los medios de prensa del país. ¿Cuáles fueron los principales enunciados de los profesionales durante el debate? ¿A qué no se puede renunciar desde esta perspectiva, ni en las más hostiles condiciones?
-Puedo señalar la tendencia fundamental: proponer esclarecer lo que podría considerarse falto de precisión, y sugerir completar aspectos no previstos o previstos a medias en el borrador sometido a discusión. La segunda parte de la pregunta implica que no se puede renunciar a la ética y, por lo tanto, ni al código de ética.
-La Política de Comunicación del país está en proceso de implementación. De lo que le toca a los medios en ella, algún aspecto pondría en riesgo la aplicación del Código de Ética de la UPEC.
-Es elemental, según mi parecer: la Política de Comunicación no podría legislar contra la ética ni el Código de ética. Por ejemplo, la política, por su esencia ético revolucionaria, por muy actualizada que pueda presentarse, nunca podrá hacer válido lo que nuestro código, que posee el mismo origen, refrende como negativo o deshonroso.
-Hay profesionales en los medios de prensa cubanos que no son miembros de la UPEC, ante un conflicto como, por ejemplo, el plagio, ¿se podría aplicar el Código a quienes no pertenecen a la organización? ¿Cómo solventar una situación como la señalada?
-Esa situación es una paradoja. ¿Tendremos que dar al código actual de la UPEC el alcance que incluya a todos los profesionales de la prensa en activo, o deberán elaborarse unos principios para quienes no se afilian a nuestra organización? Hasta que haya consenso, hemos propuesto que los medios, en estos casos, tengan una comisión de base que juzgue las violaciones de lo que podríamos llamar la conciencia ética en el ejercicio del periodismo. Hay principios universales que no necesitan que los codifiquemos. Por ejemplo, el plagio.
-Por último, para Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo y Presidente de la Comisión Nacional de Ética ¿qué es la ética en el Periodismo cubano?
-La ética es el fundamento de nuestra profesión y nuestro ejercicio. La doctrina que nos vincula a las actitudes y acciones de los padres fundadores de la patria. Partimos de El Cubano libre, periódico insurrecto, y seguimos con Patria. Hemos de ser dignos de que el periodismo revolucionario provenga de tan esclarecido linaje. Nuestra labor estelar ha sido defender la patria que construyeron Céspedes, Martí y Fidel, y toda esa columna interminable de hombres y mujeres prestos a morir por una Cuba libre y justa. Qué otra cosa podría ser la ética para nosotros.