Aylin Herrera Reyes, estudiante de Periodismo
El amor del joven Cabrera y Clara, interrumpido por la muerte, es solo un pretexto para sacar a flote, nuevamente, uno de los problemas más preocupantes en el mundo actual: el terrorismo.
Así lo hizo el poeta y escritor Azzedine Mihoubi, ministro de Cultura de la República Argelina Democrática y Popular, invitado al espacio Encuentro con… para presentar su novela El juramento de Atocha en la Sala Nicolás Guillén de la fortaleza de San Carlos de La Cabaña, como parte de la XXVIII Feria Internacional del Libro de La Habana.
Los sucesos del 11 de marzo de 2004 en estaciones de trenes de Madrid, España, provocados por un grupo de terroristas, fueron el detonante en esta obra de Mihoubi, acontecimientos vinculados a grupos de origen islamista o al movimiento separatista español, indistintamente.
La muerte de Clara, a raíz del acto terrorista, originó en el pintor catalán y protagonista del texto, sentimientos de venganza que sirven de móvil a todas las peripecias de este artista, conduciéndolo a la ira y los deseos de destruir La Meca, uno de los lugares sagrados del islamismo, acción de la cual se arrepiente luego de estudiar con profusión su cultura, costumbres y tradiciones.
Fue esta una de las vías de Mihoubi para dejar explícito su propósito con esta novela, en momentos donde “el mundo debe trabajar por la paz y la seguridad de los pueblos; evitar que las nuevas generaciones se desvíen”.
El juramento de Atocha es el resultado de la mezcla entre política, religión y cultura, buscando, a través de esta última, el diálogo entre las naciones por un mundo equilibrado y pacífico.
No en vano, la editorial villaclareña Sed de Belleza pone en manos de los lectores cubanos este texto traducido por Gerardo García Bravo para compartir con la Isla y con el resto de los hispanoparlantes, una problemática común en todo el orbe.
En su conversación con la periodista y conductora de Encuentro con…, Magda Resik, Mihoubi agradeció la presencia de Argelia en la cita literaria y destacó que es la primera vez que la nación africana es invitada de honor en un evento de tal magnitud en Latinoamérica.
Asistieron a la presentación el ministro de Cultura de la República de Cuba Alpidio Alonso Grau y Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro.
