Estudiantes y profesores de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile examinaron el rol que corresponde a los profesionales de la comunicación en la sociedad actual y las limitaciones que existen para el cumplimiento de esa función.
El análisis se llevó a cabo con motivo de la presentación del libro “En la senda del Che, biografía de Elmo Catalán”, quien fuera uno de los primeros graduados de ese centro de altos estudios y más tarde periodista solidario con las causas revolucionarias hasta su muerte, ocurrida en 1970, cuando cayó en Bolivia como combatiente del Ejército de Liberación Nacional.
La directora del Instituto de la Comunicación e Imagen, Maria Olivia Monckeberg, pronunció las palabras introductorias del acto, celebrado en la institución que hoy es continuadora de la antigua Escuela de Periodismo.
La profesora Pascale Bonnefoy, al evocar pasajes de la vida del periodista e internacionalista chileno, dijo que optó por la lucha guerrillera para defender los ideales que abrazó desde su juventud y responder así al llamado del comandante Ernesto Che Guevara en pro de la liberación de los pueblos latinoamericanos.
En la siguiente intervención, Elmo Catalán Agüero agradeció el homenaje que se rendía a la memoria de su padre y recordó que varias generaciones de chilenos se formaron para la vida cívica en la brigada juvenil socialista que honra su nombre.
Finalmente se entabló un animado diálogo entre los jóvenes concurrentes al encuentro y el periodista cubano José Bodes Gómez, quien visita Chile con motivo de la nueva edición de su libro “En la senda del Che”, publicado originalmente en La Habana por la agencia informativa Prensa Latina.
En el intercambio sostenido se analizó el documentado estudio sobre la prensa chilena que en los años 50 del pasado siglo realizó Elmo Catalán, en el que denuncia la concentración del poder económico existente en este país suidamericano, que ha convertido a los medios de información en un negocio al servicio de sus intereses y la opinión pública en un mercado, la que controlan monopólicamente con el apoyo financiero de los grandes capìtales e incluso mediante los contratos de la publicidad oficial.
Con información de Prensa Latina (PL)
