La revista Recreo Semanal del Bello Sexo o La Moda es la primera publicación en Cuba dedicada a la mujer, creada por Domingo del Monte y José J. Vilariño, con la intención de ilustrar y divertir a las habaneras, incluyó artículos sobre medicina, educación, música y sobre todo la moda usada en París. Su impresión terminó en 1831.
Treinta y un años después, la famosa escritora y poeta del siglo XIX, la cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda al incursionar activamente en el periodismo fundó su quincenal Álbum Cubano de lo Bueno y lo Bello, que contribuyó a la siguiente y abundante prensa femenina en la Isla. La Avellaneda publicó sólo 12 números de la mencionada revista.
En el primer ejemplar apareció la sección Pensamientos Morales, donde se expresa: “Habrá en toda sociedad más dolores domésticos a medida que haya más placeres públicos”; “No hay pasión más seductora y terrible que el amor, precédele la esperanza, le acompaña el deleite, síguele los celos y la locura…” Asimismo, desde la primera publicación se añadieron artículos referidos a la moda, acompañados de consejos de cómo llevar el vestuario, influenciado por las tendencias europeas.
En Álbum…no faltó el espacio para la poesía dedicado a la mujer. Así, en el número inicial y bajo el título Remembranzas se divulgaron versos de Rafael María Mendive, en los cuales señala que las féminas deben disfrutar del deleite espiritual y del amor a la patria. También vieron la luz editorial obras de La Avellaneda, José Fornaris, Domingo del Monte, Lope de Vega y otros autores, en mayoría españoles.
Algunos trabajos periodísticos la excelsa poetisa los firmó con el seudónimo de La Peregrina, y muchos escritos los hizo a favor de la mujer, de ahí que en ellos se aprecie una vía de reivindicación femenina, pese al sistema colonial imperante.
Posteriormente, surgió la profusa prensa femenina como La Noche (1864); El Céfiro (1866), fundada en Camagüey por Sofía Estévez y Domitila García Doménico, la última es la primera mujer tipógrafa de Cuba; Las Hijas de Eva (1874), La Familia (1978); En el Hogar (1884); La Mulata (1891), entre otras revistas más.
De la época que tratamos no es posible olvidar la participación en el periodismo de Ana Betancourt de Mora, quien proclamó la emancipación de la mujer el 14 de abril de 1869. Ella fue la primera correctora de pruebas, labor realizada en la manigua con el periódico El Mambí, fundado por su esposo Ignacio Mora de la Pera.
Ana denunció el crimen cometido por los colonialistas contra sus cuñadas y sobrinos, el 6 de enero de 1871. Ese mismo año ella embarcó para Nueva York y publicó crónicas y noticias llegadas de Cuba. Luego, ya en España, realiza apuntes sobre patriotas, incluido el esposo, en Álbum Criollo.
Mientras que la patriota, prosista y poetisa Aurelia Castillo de González es otra de las mujeres precursoras en el ejercicio del periodismo de Cuba. Colaboró con La Revista de Cádiz (1875); La Familia, Triunfo y La Luz (1885); El Camagüey y El Progreso de Güines (1879); El País, Revista Cubana (1885) y entre otras más revistas y periódicos, también escribió para El Fígaro (1895).
Nace el 31 de octubre de 1898 La correspondencia con la intención de defender a los más de mil españoles residentes en Cienfuegos y por el entendimiento fraternal entre los peninsulares y los cubanos. Fue realmente un defensor de los intereses de Cienfuegos, además de referencia obligada del periodismo de la Isla. Entre lo mejor de la intelectualidad cubana que colaboraba con este diario se halló Eva Canel.
En los albores de la República hallamos periódicos que en sus páginas tuvieron en cuenta a la familia y la mujer en particular, período en el cual hallamos a cubanas que ejercieron con brillantez el periodismo.
Por ejemplo, el diario El Mundo, fundado el 11 de abril de 1901, su suplemento dominical El Mundo lustrado, 1904, contribuyó también al éxito del periódico la inclusión de poemas, cuentos, artículos e ilustraciones sobre la moda, el hogar y la vida social del país.
En La Habana a principios del siglo XX circularon revistas que fueron de la atracción de las mujeres, algunas como el semanario ilustrado El Hogar (1833-1920) se creó en el siglo XIX.
Bohemia nació como un espacio eminentemente informativo el 10 de mayo de 1908, para después levantarse con un extenso perfil editorial, distinguido por los trabajos relacionados con política, economía y cultura. Alcanzó su mayor número de lectores a partir de la aparición de la sección En Cuba. Desde los primeros ejemplares aparecen páginas dedicadas al hogar, la mujer, la familia, la crónica social, y suplementos de moda.
Han ejercido el periodismo en la mencionada revista destacadas figuras y de ahí los créditos, a mediado, finales y principios del siglo XXI, de las prestigiosas colegas: Marta Rojas, Mirta Rodríguez Calderón, Elsa Claro y Vladia Rubio. Al triunfo de la Revolución, entre los diferentes directivos de Bohemia estuvieron las periodistas Magali García Moré y Caridad Miranda.
Con similares características vio la luz editorial Carteles que a partir de 1919 tuvo como director a Conrado Massaguer y como jefe de redacción a Alejo Carpentier, mientras Emilio Roig fue su director literario. En ella trabajó la gran periodista, feminista y talentosa Mariblanca Sabas Alomá.
En la prensa clandestina de inicio de la década de 1950 encontramos los créditos de Haydée Santamaría y Melba Hernández entre los numerosos periódicos clandestinos que surgieron. En particular los créditos de las dos heroínas se encuentran en los diarios Son los Mismo y El Acusador.
Con frecuencia semanal se publicó (1950) en La Habana La voz Femenina, dirigida por Amelia Hernández Clavereza; Ellas (1934); Romances (1936), fundada y dirigida por Sara Viñas; Vanidades (1937), quincenal dirigida por Virginia del Portal y otras con perfiles parecidos.
El 15 de noviembre de 1961 Mujeres ocupa el espacio de la revista Vanidades editada por la Federación de Mujeres Cubanas, con un perfile alejado de las frivolidades y tirada mensual de doscientos setenta y tres mil ejemplares. Su fundadora y directora fue la Dra. Elsa Gutiérrez, En tanto, Muchacha tuvo su primera circulación con cien mil ejemplares el 8 de marzo de 1980, durante la celebración de un congreso de la FMC y la celebración del Día Internacional de la Mujer. Su fundadora y directora fue la autora del presente trabajo.
En los años duros del Período Especial, a partir de la desintegración de la Unión Soviética y el derrumbe del campo socialista, unido al bloqueo aplicado por los gobiernos de los Estados Unidos contra Cuba desde inicio del triunfo revolucionario, dejaron de llegar a la Isla más de dos terceras partes de suministros desde el exterior y el país perdió numerosos mercados que le cerraron las puertas.
De la Unión Soviética llegaba a Cuba cuarenta mil toneladas de papel gaceta, veinticinco mil de los cuales se utilizaban en el trabajo de la prensa y por tal razón se vieron afectados periódicos, revistas, boletines, etc. Que debieron reducir el número de sus páginas y tiradas, unido a la mala calidad del papel y la impresión.
Mujeres y Muchacha resistieron el desafío de la escasez y baja calidad del papel, redujeron las tiradas y comenzaron a circular trimestralmente. En especial, Muchacha sufrió tanta reducción de páginas que en la actualidad semeja un cuaderno. Es una pena, porque ella representa la primera revista publicada en la historia de la prensa femenina dedicada, casi en exclusivo, a la mujer joven de la isla, entre 14 y 40 años de edad.
No obstante, a Mujeres y Muchacha hoy también es posible visualizarlas a través de un sitio en internet por el esfuerzo de sus colectivos por insertarse y aprovechar las nuevas tecnologías para difundir los avances de las cubanas en todas las aristas de la sociedad, así como las preocupaciones, reclamos y aspiraciones.