Por Brian Mier/ Brasil Wire
Hace 5 años, el gobierno de Dilma Rousseff realizó una de las muchas mejoras significativas al sistema público de salud de Brasil a través de un programa en asociación con la Organización Panamericana de la Salud y el gobierno de Cuba llamado “Máis Médicos”.
Brasil no tenía escasez de médicos en ese momento. El problema era que, dado que se trata de una profesión élite tradicionalmente dominada por miembros blancos de la clase media alta, la mayoría de los médicos preferían vivir en las grandes ciudades y había una gran escasez de personas dispuestas a vivir en pueblos pequeños o trabajar en favelas. .
Debido a este problema histórico, 700 condados brasileños no tenían médicos en sus puestos de salud pública, la mayoría de los cuales contaban con enfermeras o auxiliares de enfermería .
Después de que se inauguró el programa Máis Médicos, el Gobierno Federal publicó todas las ofertas de trabajo para médicos en áreas remotas, con un salario justo de aproximadamente R $ 13,000 / mes (alrededor de $ 6500 USD en ese momento). Si los brasileños no llenaban los puestos, invitarían a los médicos cubanos a llenarlos. En los últimos 5 años, 20000 médicos cubanos vinieron a Brasil y brindaron tratamiento a 113 millones de pacientes.
Este programa permitió al gobierno extender la cobertura de salud pública a 60 millones de personas. También enfureció a muchos médicos brasileños, que son un bastión tradicional de la clase media alta blanca de Brasil.
El hecho de que la mayoría de los médicos cubanos que vinieron eran negros enfureció a mucha gente en esta clase, y los incidentes racistas proliferaron.
Cuando llegaron por primera vez, algunos médicos cubanos negros fueron recibidos en los aeropuertos por una multitud de médicos blancos que imitaban ruidos de monos y gritaban calumnias racistas.
Después de que estos incidentes incómodos se calmaron, las encuestas de pacientes mostraron que preferían a sus contrapartes brasileñas. Los pacientes pobres y de clase trabajadora los elogiaron por escuchar, los trataron como iguales y utilizaron un enfoque holístico en el tratamiento.
Durante el año pasado, Bolsonaro y sus partidarios han insultado repetidamente a Cuba, a los cubanos y al gobierno cubano y han pedido a los izquierdistas brasileños que se “muden a Cuba”. El 11 de noviembre, el gobierno cubano anunció que se retiraba del programa, debido a la falta de respeto de Bolsonaro.
En respuesta al anuncio, Dilma Rousseff lo calificó de “una decisión internacional de política de salud tomada a través de Twitter”.
En una declaración oficial, el partido PT dijo que “los prejuicios ideológicos, la ignorancia sobre las políticas públicas y la falta de sensibilidad social de Jair Bolsonaro dejarán a 60 millones de brasileños sin tratamiento médico”.
(Tomado de Dominio Cuba)