Hablar sobre agendas en Cuba no es algo nuevo. Desde el año 2013, cuando en el VIII Congreso de la UPEC se puso otra vez sobre la mesa la necesidad de articular mejor el sistema de prensa para acercar más los intereses mediáticos a los públicos, ya los periodistas dialogaban sobre el complejo fenómeno de las agendas en el país. Recuerdo que en la carrera se hablaba de “opinión pública” y “opinión publicada”, algo que sin dudas era muy difícil de sincronizar, aún más cuando la primera no es sinónimo de agenda pública.
En el recién celebrado Congreso de la organización se defendió la importancia de que los medios cubanos reflejaran más en sus contenidos a las personas, y lejos de evaluar el resultado de su impacto en el público, se preocupasen más por llegar antes –y no después- de que el trabajo esté publicado.
Por eso echamos mano a un grupo de 20 estudios realizados en varias universidades cubanas para conocer algunas respuestas sobre las agendas política, mediática y pública en Cuba, y lo más importante, cómo esos resultados podrían ser utilizados en beneficio de nuestro periodismo.
- ¿Qué es una agenda?
Lo primero es saber qué es una agenda. En realidad es un término utilizado como metáfora por sus creadores, los comunicólogos Maxwell McCombs y Donald Shaw, quienes desde 1968 comenzaron a analizar cómo los medios influían en sus audiencias durante los comicios presidenciales estadounidenses, particularmente en la localidad de Chapel Hill, en Carolina del Norte.
El concepto de “agenda” se emplea entonces para designar una jerarquización de temas, que pueden realizar diferentes personas, grupos sociales e instituciones. De ahí que la teoría de la Agenda Setting (establecimiento de la agenda), surgida en la década del 70 con los estudios de McCombs y Shaw, se concentrara en evaluar tres tipos de agendas: la agenda política, la mediática y la pública.
- ¿Cómo es posible que en Cuba se haya aplicado una teoría surgida en condiciones completamente diferentes a las nuestras?
En Cuba los estudios sobre agenda comenzaron en el año 2010, aunque anteriormente se habían realizado otros análisis sobre la relación entre los medios de comunicación y las audiencias. Sin embargo, la teoría empezó a aplicarse en ese año, con dos investigaciones realizadas en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
Los investigadores cubanos, que en su mayoría han realizado sus estudios como parte de Trabajos de Diploma en las universidades, tuvieron que transformar la forma en la que medían las agendas e interpretaban los resultados. Por ejemplo, un artículo publicado en la revista mexicana Razón y Palabra explica que, al no existir mecanismos encuestadores para medir la agenda pública, fue preciso emplear otros instrumentos, como los que utiliza la Asamblea Provincial de cada territorio para cuantificar los resultados de las rendiciones de cuentas.
Para estudiar la agenda política se han utilizado técnicas que permiten determinar cuáles son los temas más importantes para las fuentes políticas e institucionales, teniendo en cuenta los procesos de regulación y autorregulación de la prensa definidos por Julio García Luis. Un artículo publicado en la revista mexicana Comunicación y Sociedad señala que Cuba posee mecanismos singulares para establecer la agenda política, lo que se realiza fundamentalmente a partir de la Política Informativa, y de otras regulaciones que guían el trabajo de los medios.
Por otra parte, la agenda mediática se ha determinado a través de análisis a los contenidos informativos publicados en diferentes medios de alcance nacional, provincial y local, como los diarios Granma y Juventud Rebelde, el Noticiero Nacional de Televisión, entre otros.
- ¿Quién decide lo que se publica en los medios cubanos?
Según la investigación de la periodista Haydee Pérez Quiala, realizada en el año 2015, el proceso de conformación de las agendas mediáticas en el país se realiza de forma muy homogénea, pues cada tipo de medios construye sus prioridades temáticas de acuerdo con su subordinación editorial.
En todos los casos, ese proceso comienza por la Política Informativa, que a decir de Julio García Luis, es la expresión del sistema político en los medios de comunicación. Dicha política no está contenida en un documento específico, sino en varias directrices que regulan el funcionamiento de la prensa.
La Política Informativa se concreta a nivel territorial, a través de orientaciones del Comité Provincial del Partido y las instituciones, y a nivel mediático, a partir de la Política Editorial, definida por tres elementos esenciales: el perfil editorial del órgano de prensa, la carta de estilo y la planificación temática.
Para los medios subordinados al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) el proceso es más diferenciado, pues dicha institución el elabora su propio plan temático que envía anualmente a los órganos de prensa de todo el país. Este documento parte de una Política de Programación para Radio y Televisión, que se elabora tomando como base los objetivos de trabajo político-ideológico del Partido.
Un estudio realizado por la periodista Carmen Gutiérrez en el año 2017 reveló que las fuentes de información tienen el papel protagónico en la conformación de las prioridades temáticas de cada medio. “Esto lo realizan a partir del envío de notas de prensa, llamadas telefónicas, conferencias y envíos de las prioridades temáticas, e incluso en algunos casos, se atribuyen la facultad de revisar los trabajos periodísticos que se van a publicar”.
Otro tanto de lo que se publica en los medios es potestad de los directores de estos y de los periodistas. Tres investigaciones realizadas en la Universidad de La Habana, Camagüey y Oriente explican la importancia de la participación de los periodistas en la toma de decisiones editoriales en cada órgano de prensa. Un estudio más reciente, realizado en el Centro de Estudios Sociales y Caribeños de la Universidad de Oriente, analiza que el núcleo de formación de una agenda mediática está precisamente en el Consejo Editorial como espacio de debate sobre la jerarquización temática.
- ¿Qué temas forman parte de las tres agendas?
De acuerdo con los resultados de las investigaciones, en las que regularmente se ha medido la composición de cada agenda, existe mayor similitud entre la que conforman las instituciones que sirven de fuentes de información y las agendas mediáticas.
Según reseñan dos estudios realizados en la Universidad de Oriente durante los últimos 5 años, la agenda política cubana suele estar compuesta por temas muy definidos: las actividades políticas e institucionales, entre las que figuran actos, reuniones y otras celebraciones de carácter regular; la historia, el gobierno, la salud pública, la educación y otros sectores que se relacionan con logros sociales.
Para los medios, la jerarquización de temas no ha distado mucho de la agenda política. La investigación de la periodista Irina Lasalle, realizada en el año 2017 explica que, a nivel nacional, las agendas de los medios provinciales están estrechamente vinculadas entre sí, lo que se corresponde con procesos de funcionamiento similares entre los órganos de prensa. Un artículo publicado en la revista colombiana Comuni@ción, da cuenta de la semejanza temática entre medios impresos provinciales cubanos, a partir del análisis de 8 medios provinciales y su relación con medios nacionales, como el periódico Granma.
Sin embargo, la agenda pública desanda otro camino. En tanto los medios priorizan aspectos más institucionales, las personas suelen ponderar asuntos relacionados con sus condiciones materiales y de vida, como el transporte, la alimentación, la electricidad, etc. El estudio del periodista Dairon Caballero, realizado en el 2015, explica que “la diferencia entre medios y públicos no solo radica en el tema que se trata, sino en cómo se hace. A veces los medios abordan un tema de interés social, pero no desde la perspectiva que el público necesita, y ahí se hace la diferencia”.
Las investigaciones señalan que lo más importante no es solo tratar de dar respuesta a los intereses del público, sino de informar de manera oportuna y crítica. “A veces también tenemos que guiar a las personas en lo que necesitan saber, y no tomar el camino más fútil para informar, sino hacerlo seriamente, con responsabilidad”, explicó uno de los periodistas entrevistados para una investigación realizada este año en la provincia Guantánamo.
- ¿Cuáles son los principales resultados de las investigaciones hasta el momento?
Después de 8 años de estudios sobre agendas en el país, los resultados han permitido profundizar en el complejo fenómeno de la jerarquización temática. Sin embargo, resaltan 3 hallazgos que podrían contribuir al desarrollo del periodismo cubano:
Las agendas de los medios son cíclicas: esta particularidad fue descrita en un artículo publicado en el año 2015, en la revista colombiana Signo y Pensamiento. El texto explica que, según mediciones realizadas a agendas mediáticas de diferentes tipos (prensa escrita, radio y televisión) en Cuba, la distribución temática se reitera de un año a otro, pues la cobertura informativa funciona a partir de fechas importantes.
Los temas de la agenda pública son crónicos, una característica encontrada en el primer estudio realizado sobre el tema en el país, en el año 2010. La denominación de “crónicos” indica que no desaparecen o varían muy poco aunque las condiciones cambien. Es por ello que otras investigaciones que midieron la agenda pública durante varios años, encontraron que los temas permanecían, incluso aunque variasen las valoraciones respecto a estos.
La relación entre las agendas política y mediática es muy alta, y entre la agenda mediática y pública es baja, un resultado que refrendan todos los estudios realizados y que sirve como base para impulsar las principales transformaciones en el funcionamiento de algunos medios, desde la gestión editorial hasta el perfeccionamiento de la gestión económica.
Muy esclarecedor el artículo presentado por la Dra. C. Viviana Muñiz. C. Tenemos que dialogar más sobre la construcción de la agenda mediática y la capacidad que deben tener los medios para decidir sobre qué publicar prestando atención siempre a los públicos. Seguiremos hablando sobre agendas desde adentro.
Muy bien por la Doctora Viviana. Es muy frecuente escuchar los términos al interior de nuestro gremio y en la sociedad en general, en tiempos en que nuestro ejercicio comunicacional se perfecciona. Lamentablemente a veces se ha utilizado sin el dominio conceptual correspondiente, cuestión que fomenta prácticas indebidas. Los estudios de las dinámicas entre las agendas aún tienen mucho que aportar al periodismo cubano y a la comprensión y transformación para mejor de nuestra sociedad.