Por Juan Morales Agüero
El 26 de julio de 1978 se asomó por primera vez en los estanquillos tuneros, oloroso a tinta fresca, el Periódico 26, primer diario de la historia territorial. Su debut en un local de la céntrica calle Colón, donde radica hoy la emisora provincial Radio Victoria, revolucionó las artes gráficas locales y devino acontecimiento para la flamante provincia.
Aquel día, el director fundador del periódico por entonces, José Infante Reyes, partió temprano para Santiago de Cuba, a entregarle el primer ejemplar de 26 a Faure Chomón, primer secretario del Partido en Las Tunas, para que se lo hiciera llegar al Comandante en Jefe, presente en la Ciudad Héroe por el aniversario del ataque al Cuartel Moncada.
Aquella edición príncipe, y las que le continuaron durante varios años, propició el estreno de dos novedades tecnológicas: el fotograbado y el linotipo. Sin embargo, la obsolescencia de otros equipos requirió traer desde Banes una vieja rotoplana fabricada en 1910 en Estados Unidos, a la que hubo que innovar para ponerla a punto. Podía hacer cuatro impresiones en negro, además de cortar y facturar los ejemplares.
Otra conquista tecnológica de 26 en aquella época fundacional, y según es investigador y colega Juan Emilio Batista en su libro sobre el tema, fue el debut del primer grabado de la historia local de las artes gráficas. Se imprimió en los colores rojo y negro en la edición del primero de mayo de 1979, gracias al talento y a la consagración de los trabajadores.
Una transformación significativa ocurrió el 17 de junio de 1985, cuando la redacción de 26 se mudó definitivamente para la Unidad Gráfica Alejo Carpentier. El equipamiento de la instalación hizo posible elevar la tirada a 40 mil ejemplares gracias una moderna máquina rotativa de fabricación soviética que mejoró notablemente todo el proceso de impresión.
La irrupción del Período Especial y las restricciones económicas que fue necesario establecer afectaron la edición y circulación de 26. Uno de sus primeros impactos fue que pasó de tamaño estándar a tabloide, lo cual disminuyó su espacio gráfico y redaccional. Su salida también se vio afectada, pues de diario pasó a editarse tres, dos y hasta una vez por semana, con ocho, e, incluso, cuatro páginas, y 35 mil ejemplares
Durante sus primeros años, 26 fue, además de órgano de prensa, una suerte de academia, pues su equipo de trabajo se vio obligado a formarse profesionalmente al socaire de cada nueva edición. Casi ninguno de sus reporteros conocía a fondo la técnica periodística o los elementos básicos de la fotografía, y ninguno tenía título universitario.
Un espectacular salto de calidad tecnológica sobrevino el 25 de abril de 1997, al influjo de un programa nacional para modernizar la prensa cubana. Aquel día, 26 salió con nuevo rostro tipográfico y una impresión impecable, conseguidos por la moderna vía de la computación.
Para afrontar esta nueva etapa editorial, todo su personal técnico tuvo que someterse a un adiestramiento de emergencia en el dominio las nuevas tecnologías. Desde entonces la impresión de 26 se realiza en el Combinado Poligráfico José Miró Argenter, en la ciudad de Holguín
Durante todos estos años de salida ininterrumpida, el periódico tunero se ha ganado la preferencia de sus lectores, le ha tomado el pulso a la actualidad noticiosa de su jurisdicción y ha devenido vocero de sus principales conquistas tanto en lo económico como en lo social.
Pero 26 ha ido todavía más lejos. Desde el 15 de marzo de 2002 trascendió el soporte de papel para hacerse presente en la llamada red de redes. Desde su página web, titulada 26 Digital, difunde cada día por todas las latitudes el semblante de Las Tunas. Millares de visitas diarias dan fe del valor que los cibernautas le confieren a este sitio.
El periódico 26 acaba de cumplir 40 años de fundado. Más que el órgano oficial del Comité Provincial del Partido, es la publicación por la que los tuneros continúan manifestando una marcada preferencia.
Tomado de Ecotunero