A propósito de la oficialización del grupo de tarea del gobierno de Estados Unidos para aumentar el “acceso” de los cubanos a internet y apoyar a los llamados sitios independientes cubanos, varios miembros de estos últimos se desmarcaron de la “iniciativa” que propone la actual administración norteamericana.
Según señala un reporte de la agencia Reuters: “Los principales medios independientes en Cuba dijeron que no quieren tener relación con una iniciativa anunciada por el Gobierno de Donald Trump para fomentar la aparición de más medios informativos, afirmando que interfiere con la política de la isla y crea la impresión de que son portavoces de Washington”.
“No estamos hablando sólo de algo que puede tensar la situación política del país, sino de algo que puede dañar la credibilidad, la imagen de independencia de los medios alternativos”, dijo a Reuters Elaine Díaz, de 32 años, editora y fundadora en 2015 del sitio web Periodismo de Barrio.
Y de acuerdo con José Jasán Nieves Cárdenas, director de El Toque, el anuncio es dañino “al darle argumentos, al darle herramientas a (…) sectores más conservadores del poder en Cuba que buscan la manera de relacionarnos con el enemigo para minimizar nuestra presencia en la sociedad cubana”.
Otros medios “independientes” han señalado a su vez que el “nuevo” grupo tarea plantea una política fracasada al intentar reeditar programas como Zunzuneo.
Sin embargo lo que los sitios “independientes” no dicen es de dónde sale el financiamiento para realizar tales sitios. Al parecer ni las becas concedidas por Estados Unidos a sus editores o los cursos de preparación de estos en Europa, ni los “prestigiosos” premios nada tienen que ver con el asunto.
Por lo visto y a pesar de su política editorial “no confrontacional” enfocada a socavar las bases de Estado cubano, al mejor estilo teatral de Obama, es producto de la afición periodística de un grupo de “millenials” que realizan su trabajo por puro “hobby”.
La fuerza de tarea anunciada por Trump como sugerimos arriba no tiene nada de iniciativa y tiene sus más antiguos antecedentes en la agresión radial y televisiva contra Cuba. En el caso de la internet, sus primeros postulados fueron presentados en el llamada Plan Bush y desde entonces hasta ahora no han dejado de estar en la agenda de la guerra sucia de Estados Unidos contra la Isla.
Como publicó recientemente otro sitio “independiente” en el 2012, el Senador Marco Rubio, reveló las verdaderas intenciones: “El sistema totalitario cubano podría derrumbarse, si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, pues Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.
Lo nuevo en Trump por tanto es hacer, con su habitual cinismo, públicas las intenciones que otros han tratado de mantener más o menos ocultas. Las becas con cuantiosos financiamientos, los cursos en terceros países, las publicaciones en sitios supuestamente de izquierda y los premios -pregúntele a Yoani Sánchez-, son, como se dice en buen cubano, “más viejos que andar a pie”. (MHL)
Por Manuel Henrique Lagarde / PostCuba