En el Salón Baraguá del Capitolio Nacional, en La Habana, la Unión de Periodistas de Cuba y la Asamblea Nacional del Poder Popular celebrarán el Día Internacional de los Derechos Humanos en un acto solemne con el que dará comienzo la jornada de recordación al ecuatoriano Carlos Bastidas, el último periodista asesinado en Cuba hace 60 años.
Este viernes, en el propio Salón Baraguá, se inaugurará una exposición de fotografías de Perfecto Romero, corresponsal de guerra del Ejército Rebelde, titulada “1958”, año en que fuera asesinado Carlos Bastidas por un sicario de la dictadura batistiana, con la complicidad de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
Un panel de personalidades de la prensa recordará el contexto en que se ejercía el periodismo en Cuba en la década del 50 del siglo pasado, la figura del ecuatoriano y la ola de asesinatos a profesionales en América Latina -más de 400 desde el 2006 hasta el 30 de noviembre de este año.
Intervendrá especialmente, vía Internet, Ernesto Carmona, presidente de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas de la Federación Latinoamericana de Periodistas, CIAP-FELAP, y al concluir el acto solemne, los participantes visitarán la Cripta del Mambí Desconocido, que honra en el Capitolio Nacional a quienes cayeron en las primeras luchas independentistas.
En vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra cada año el 10 de diciembre, los periodistas cubanos exigirán el cese de la impunidad para los asesinos de periodistas y sus cómplices, un hecho que incita a futuros criminales, obliga a los medios a operar en un clima de temor y coarta el derecho de los profesionales a ejercer su trabajo sin tener que pagar por ello con la muerte o el secuestro.
La Revolución cubana mantiene una hoja ejemplar de respeto a la integridad de los periodistas. El 13 de mayo de 1958 se produjo en La Habana el último asesinato de un colega, el joven ecuatoriano que había viajado a nuestro país con el seudónimo de Atahualpa Recio para entrevistar a Fidel Castro en la Sierra Maestra.
En su libro “Andanzas de Atahualpa Recio. Vida y pasión de un periodista ecuatoriano asesinado en La Habana”, el reportero y escritor Juan Marrero, dejó constancia de la vida y obra de Bastidas, un rebelde soñador que con solo 23 años de edad ya había adquirido experiencia en la cobertura de eventos significativos en el plano internacional.
Los restos de Bastidas fueron sepultados en el Panteón de la Asociación de Reporteros de La Habana, y en 1998 trasladados con honores de héroe al Panteón de los Veteranos de la Independencia en el cementerio de Colón.