La escritora y periodista argentina expuso en el Centro Cultural de la Cooperación, convocada por el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba y la Casa de Amistad Argentina-Cuba de Buenos Aires. Entre los presentes se encontraba Juan Martín Guevara, hermano del Che.
“Con tu querida presencia” fue convocado el conversatorio con la reconocida escritora y amiga de Celia Guevara de la Serna, la madre del Che, en memoria de la caída del Che en 1967 en territorio boliviano. Un emotivo video sobre la vida de Ernesto Guevara, precedió la exposición, para luego presentar al auditorio un capítulo del documental “Semillas de Nacahuasú”, de los investigadores cubanos Adys Cupull y Froilán Gonzalez donde se puede ver y escuchar a los familiares de los combatientes bolivianos que acompañaron al Che en esa gesta.
“El Che es como la representación de todo lo que uno hubiera querido ser, de tener el valor, el coraje, la fuerza, el amor y esa cosa tempestuosa que lo llevó a encontrarse con tantos caminos, mucho antes de ser el Che de la Revolución Cubana” expresó emocionada Stella al iniciar los recuerdos, habló sobre el Che humano y revolucionario, recordó a Celia de la Serna, su madre, de quien afirmó que el Che heredara la fuerza y el coraje, relatando algunas anécdotas que vivió con ella como cuando habló en la facultad de derecho a pesar de haberle puesto una bomba, que no logró callarla ni hacerla terminar su exposición, o en Misiones, en la sede del Partido Socialista, un grupo azuzado por un comisario, que al ser interpelado por ella le respondió que era occidental y cristiano, apedreó el local rompiendo el parlante que transmitía el acto en la calle.
Relata también Calloni que en una oportunidad Fidel Castro le dice que lamentaba no haber podido hablar y conocer mejor a esa madre, de ese rostro tan interesante, que como estaban haciendo tantas cosas (al recordar cuando Celia concurrió a La Habana una vez producido el triunfo de la Revolución), hubiera querido sentarme a hablar mucho tiempo con ella, decía Fidel, que comparaba permanentemente las formas de ser de madre e hijo.
El Che es inmorible (sic), en Cuba no podían creer que había muerto, esa figura, esa cara con los ojos entreabiertos, la gente decía: es Cristo, es un milagro. Nos recuerda Stella como el Che fue por esos caminos conociendo las realidades que se nos ocultaban, caminos que luego los pueblos siguieron oponiéndose a la dictadura global del neoliberalismo, trayéndonos al día de hoy, ya que afirma también que esto que vivimos hoy en ésta América latina surge de los rescoldos, que no nos regaló nadie, que fue construido por figuras como el Che, surge de las cenizas y el Che estaba en todas las calles donde se derrotó al neoliberalismo, en Bolivia el pueblo indígena luchando por el gas, la soberanía, el agua, allí se encontraban los movimientos que venían desde el Che con los nuevos movimientos que surgían, nada se perdió.
Stella Calloni nos dice que debemos recordar las palabras del Che, que debemos leer lo que escribió, su pensamiento, no olvidar el discurso antiimperialista de 1961 en Punta del Este, como se enfrentó allí, solo, a la propuesta imperial más temible de aquellos tiempos, porque ahora, en Nuestra América estamos viendo un proceso de integración que va derrotando el intento de los Estados Unidos de instalar el ALCA y la Alianza del Pacífico por un lado y el Plan Colombia por el otro, que son planes económicos y culturales de apropiación total.
Fidel nos dice en un charla íntima, recuerda Stella, que “nadie en el mundo sabrá cuanta falta nos hizo el Che a nosotros, nadie en el mundo sabrá cuanta falta me hizo a mí, porque nosotros habíamos soñado juntos en emprender un nuevo camino, un socialismo que surgiera de nuestras propias raíces, con lo que ya conocíamos. Los sueños fueron tantos, y después tuvimos que reacomodarnos a la realidad de que estábamos en ésta isla pequeñita, y había una cosa fundamental, la verdad, el siempre venía y decía la verdad y uno necesita tener siempre al lado a alguien que siempre te diga la verdad sobre todas las cosas”
Finalmente Stella nos convoca a homenajear al Che, haciéndole el mejor homenaje, cumpliendo con los objetivos que tenía, acompañar sus ideas, sus sueños de justicia y de liberación, siendo despertadores de esa realidad que el Che quería, en un homenaje cotidiano, enfrentando la esclavitud, independizando definitivamente América Latina, levantando las banderas que el Che nos enseñó.
Fuente: Alberto Mas – Cubainformacion