En estos días el diario Granma está de fiesta, celebra su cincuentenario. Recuerdo aquel 3 de octubre de 1965, en el teatro Chaplin, cuando el comandante en Jefe Fidel Castro anunció el nacimiento del periódico durante la Constitución del Partido Comunista de Cuba y la presentación de su Comité Central.
Muy emocionante fue el momento que Fidel leyó la carta de despedida que le escribiera el Comandante Che Guevara desde algún lugar del mundo explicando su decisión de batallar por la libertad de los humildes. Con estas noticias, de máximo interés social y político para el pueblo cubano y de resonancia mundial inició, el 4 de octubre, su vida informativa y orientadora el diario Granma órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y “símbolo – expresó Fidel – de nuestra concepción revolucionaria y de nuestro camino”.
Pero las emociones no terminaron allí. Los diarios Hoy y Revolución se habían fundido para forjar el nuevo diario y Fidel con varios compañeros del buró político y del secretariado se dirigieron al periódico Hoy, lugar donde funcionó inicialmente la dirección, la redacción y los talleres del nuevo diario Granma, para presentar al director Isidoro Malmierca a los periodistas y trabajadores. Fidel aprovechó este encuentro para darle a Blas Roca, director hasta entonces de Hoy, un sorpresivo y cariñoso homenaje. Los que tuvimos la honrosa distinción de haber trabajado y aprendido con Blas lo admiraremos siempre por su sencillez, nobleza, talento, humanidad y patriotismo, cualidades que siempre puso al servicio de los trabajadores y la revolución. Nosotros estábamos muy orgullosos de las palabras que le dedicara Fidel y de la nueva e importantísima tarea en el Secretariado del Partido de presidir la comisión de estudios constitucionales y preparar la Constitución.
En fin, fue un día trascendental para todos los que tuvimos el privilegio y el honor de ser los fundadores de Granma e iniciar la navegación en nuestro “barco de papel” enarbolando la bandera cubana en lo alto del mástil con dedicación y oficio, con osadía y sacrificios, pero sobre todo con ética y verdad ofreciendo a nuestro pueblo todo el conocimiento e información que exige y necesita para defenderse y construir una sociedad sana, justa y educada. El derrotero que sigue este barco excepcional lo ha trazado Fidel llevando en la frente la estrella de Martí y en el brazo la fuerza de Maceo.
Tan pronto subí a nuestro barco de papel de glorioso nombre para iniciar nuestro viaje me incorporé como uno más al camarote de los fotorreporteros, es por ello que en lo adelante, ruego disimulen mi visión gremial, porque de ahí saldrán los próximos recuerdos.
Al tomar el mando del barco de papel Isidoro Malmierca contaba con una tripulación que procedía de dos diarios de gran prestigio y experiencia revolucionaria cuyo objetivo primordial era defender y orientar al pueblo y su revolución, pero sus estilos y maneras de trabajar eran diferentes. Se notaba desde las primeras planas de cada diario. Revolución usaba grandes titulares, fotos que a veces ocupaban toda la primera plana, titulares llamativos, la impresión a dos tintas y otros elementos que el diseñador empleaba para conseguía una portada muy llamativa. El diario le dio una gran importancia a la fotografía cuyo departamento contaba con una veintena de fotógrafos, cinco de ellos provenían de agencias de publicidad y sólo reportaban acontecimientos importantes y el resto tenia turnos de trabajo. Predominaban en sus páginas los primeros planos y grandes fotografías.
El periódico Hoy tenía un formato más sencillo, menos páginas y reportaba casi todos los actos de contenido político y laboral que se celebraban en el día. Las fotografías se publicaban a un tamaño de tres o cuatro columnas. Éramos seis fotógrafos, con turnos de trabajo fijos que reportaban todo tipo de informaciones pero fundamentalmente las actividades políticas y obreras. Abusaba de la publicación de fotos que mostraban la presidencia, el público y los oradores, y se destacaba la masividad, pero siempre que había ocasiones especiales, sorprendía al transformar su portada en una imagen atractiva y combativa. Malmierca se propuso reunir lo mejor de esos estilos y maneras de hacer las cosas y formar con ellas un equipo con estilo propio oyendo el parecer de todos.
Los fundadores del departamento de fotografía de nuestro barco de papel eran, procedentes del diario de Revolución: Tirso Martínez Sánchez que fue nombrado Jefe del departamento, y Osvaldo Salas, José Agraz Solana, Liborio Noval Barberá, Rogelio Arias Arias, Marino Bueno Martínez, Ernesto Calderín Vázquez, Jacinto E, Llanos Vidal, Pedro Soroa Errasti y Jorge Valiente López y los laboratoristas Andrés Tejeiro Vázquez, Leonel Abascal Mons y Walfrido Ojeda
De Hoy: los fotógrafos Rafael Calvo Alonso, René Calvo Castroman, Arsenio García Quintana, Luis González Tovar, Jorge Oller Oller y Juan M. Miralles Grave de Peralta y el laboratorista Pedro Beruvides Machado.
Completaba el equipo Omar Mendoza Sosa quien, junto con el autor de estas líneas, habíamos trabajado en el ágil y batallador rotativo Combate hasta finales de 1961, el cual se unió con los vespertinos La Calle y Prensa Libre para fundar La Tarde. Omar pasó a La Tarde y yo al Hoy y ambos nos reunimos en Granma.
La histórica primera plana del diario Granma tiene dos fotografías. La de Fidel leyendo la carta de despedida del Che, en cabeza de plana, que es de Pablo Pildain Prats, joven laboratorista de Prensa Latina, que me había pedido practicar en su tiempo libre en el periódico para optar por una plaza de fotógrafo. Blas Roca lo autorizó y también me orientó que hiciera las suplencias de los fotógrafos que tuvieran vacaciones o fuera necesario para apoyar algún evento. Yo era el jefe de fotografía y pedí que me acompañara al acto de constitución del Partido para tener mayor diversidad de ángulos. De entre las fotografías que captamos esa noche Pablito y yo, el director Malmierca escogió para la primera plana la de Fidel leyendo la carta, que como ya dije es de Pablito, y la del Comité Central del Partido en pleno que cierra la portada y que tuve la satisfacción de captar. Debido a que los fotógrafos de los dos diarios superaban la nómina prevista y Pablito estaba trabajando en la agencia noticiosa, no pudo incluirse en la lista de los tripulantes del Granma. Narro este episodio, porque las fotografías de este acto no se acreditaron y es de justicia que el nombre de Pablito no quede en el olvido y como homenaje también a su trayectoria como el primer corresponsal fotográfico de Prensa Latina en Chile durante los difíciles tiempos de Salvador Allende, y las jefaturas del departamento fotográfico de la Agencia de Información Nacional y la revista Bohemia.
Durante su mando, Malmierca fue armonizando la rutina heredada de cada grupo de marinos de Hoy y de Revolución y buscó la manera de crear un estilo grafico propio en Granma en los cuales trabajaron Rolando Pérez Betancourt y Orlando Yanes hasta que en julio de 1967, a nuestro capitán le encomendaron otras tareas importantes como viceministro del Ministerio de la Pesca.
Tomó el timón del barco de papel, el capitán Jorge Enrique Mendoza MAESTRO, SOLDADO, HISTORIADOR, MARTIANO Y FIDELISTA. Así, con mayúsculas, porque lo demostró durante toda su estancia en Granma. Se reunió cuantas veces fue necesario con toda la tripulación buscando soluciones a los problemas y eliminar las deficiencias. Escuchaba con atención los criterios e ideas, indagaba lo que no se le explicaba claramente, analizaba la propuestas y si eran factibles las apoyaba o, si no, explicaba el por qué no lo hacía. Si bien no toleraba ninguna chapucería, tampoco escatimaba elogios cuando se merecían. Poco después de su llegada tuvimos las primeras cámaras fotográficas Nikon, con algunos aditamentos. También fue nombrado jefe del departamento Andrés Tejeiro y Vázquez, un fotógrafo profesional experimentado, con profundos conocimientos técnicos y sobresalientes valores humanos, que contribuyó con sus consejos a que los fotorreporteros hiciéramos fotografías con más calidad y contenido. Cosa curiosa, Tejeiro y el director se reunían al amanecer, cuando el primero, un madrugador empedernido, llegaba al diario y veía al director en su despacho, con decenas de colillas en el suelo, revisando una vez más las pruebas de plana del diario que debía salir, tratando de que no se escapara ningún un error o errata antes de ordenar la tirada.
El 5 de abril de 1969, luego de un incendio que destruyó totalmente el diario El Mundo, se incorporó una nueva y entusiasta marinería al camarote de fotografía, se trataba de Fernando Lezcano, Arnaldo Santos, Emilio Argüelles, Orlando Cardona y Carlos Pereira que muy pronto se acoplaron al equipo, junto con los hermanos Ricardo y Raúl López Sánchez que trabajaron en Hoy, eran fundadores de Granma y al inicio estaban en otras funciones.
Mendoza estaba atento a las opiniones de todos los marineros y se reunía periódicamente con los periodistas del sector nacional y los fotorreporteros. De una de estas reuniones anoté: Granma tiene aciertos y deficiencias. Las páginas internacionales son de las mejores del mundo porque dan más noticias, pero aun creo que se puede opinar más y ser breves. La plana ideológica es muy buena porque se le ha dado a la historia de Cuba el papel que merece. Sobre las páginas nacionales opinaba que las cosas no iban bien: “la obra de la revolución –decía Mendoza- es desconocida fuera de Cuba y poco en Cuba. Hay que tener la voluntad de publicar en el periódico un reportaje diario y debe ir acompañado por lo menos de tres buenas fotografías”.
Se refirió al esfuerzo que hacia el departamento de fotografía, con Tejeiro a la cabeza, para entregar fotos de interés, fuerza, originalidad y calidad y felicitó al departamento en general por su trabajo en equipo y en especial a Fernando Lezcano por sus composiciones donde armonizaba las fábricas con los trabajadores y obreros destacados, a Mario Ferrer por las fotos de la zafra y las panorámicas que hacíamos. Elogió a Felicia Hondal, la primera mujer fotorreportera de Granma, por destacarse en los reportajes de las escuelas de niños o las actividades culturales.
Durante este tiempo ocurrieron sucesos trascendentales que pusieron aprueba toda la capacidad profesional y política del capitán y los marineros de nuestro barco de papel Sobre todo en los dramáticos días del asesinato del Che en Bolivia, los secuestros de pescadores, el criminal sabotaje al avión de Cubana en Barbados, los sucesos de la embajada del Perú, la Zafra de los Diez Millones, el terremoto del Perú, los acontecimientos en Chile durante el mandato de Allende y los recorridos de Fidel por Cuba y el extranjero. Fueron momentos en que Mendoza se acuartelaba en el puesto de mando de su despacho y no salía, leyendo y analizando las noticias con su oficiales a los que en primerísimo lugar recuerdo al notable periodista Elio E. Constantin ejemplo de modestia, cultura y generosidad y en su nombre rindo también homenaje y cariño a todos lo que dieron y dan su alma, vida y corazón a nuestro barco de papel.
Mendoza estuvo dos décadas empuñando el timón del Granma antes de que fuera promovido al Instituto de Historia creado por la Comisión de Historia del Partido de la Academia de Ciencias. Vendrían dos nuevos capitanes que continuaron con acierto y las velas desplegadas el derrotero de nuestro de nuestro histórico barco: Enrique Román quien después de tres años fue nombrado director del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y Jacinto Granda ambos de un gran saber periodístico y calidad humana y a quienes distingo y aprecio.
Durante todos estos años recordamos con cariño la presencia asidua y precisa en el puente de mando de Fidel, Celia Sánchez, Pepín Naranjo, Jesús Montané, Armando Hart, Manuel Piñeiro y otros valiosos compañeros compartiendo batallas y afinando el rumbo.
Fue durante el mando de Jacinto Granda que mi vista se nubló y el corazón se aceleró y no quedo otra solución que quedarme en tierra, con la nostalgia de seguir a bordo de nuestro barco de papel. Siguieron guiando el barco Frank Agüero y Lázaro Barredo quienes, junto con Román y Jacinto, conocí muy jóvenes y compartimos grandes momentos de nuestra historia.
Pelayo Terry Cuervo, el actual director, reunió a los fundadores Granma para asistir a la celebración del medio siglo de navegación de nuestro barco de papel y pudimos abrazar a los camaradas tripulantes que iniciamos el viaje. Fue un placer ver a Marta Rojas, Juan Marrero, Gabriel Molina, Rolando Pérez Betancourt, Pedro Beruvides, Raúl López, Jorge Valiente, Conchita Sánchez, Ana Ferrer y otros nombres que se me escapan al escribir, pero los veo con cariño entre mis amigos y compañeros.
Vi la trasformación que han sufrido los camarotes de fotografía sin la magia de los cuartos oscuros y una pequeña exposición de viejas cámaras fotográficas que me recordaron mis primeras andanzas en el periodismo. Charle con mis buenos amigos Juvenal Balán y Jorge Luis González y saludé a los jóvenes que nos han relevado. Nos llena de orgullo que nuestro trabajo haya pasado a tan buenas manos mostrando con nuevos ángulos y formas de ver la grandiosa obra de la revolución que siempre pedía el director Mendoza.
Gracias por el regalo de este día.
Fuentes:
Juan Marrero: Granma, nuestro barco de papel. El periodismo en Cubahttps://www.cubaperiodistas.cu/wp-content/uploads/cap36.pdf
Jorge Oller Oller: Notas de la reunión del director de Granma Jorge Enrique Mendosa con los periodistas de la redacción nacional y fotorreporteros el 28 de enero de 1984 en el tercer piso.
Jorge Oller Oller: La gloriosa alborada del diario Granma http://www.upec.cu/fotorreportaje/95.html