Crear programas radiales y televisivos que resulten atractivos para los jóvenes, y donde sean partícipes y a su vez adquieran conocimientos sobre la historia y los valores de la nación, fue una de las propuestas más reiteradas por los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y en presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, los parlamentarios insistieron en la necesidad de transmitir lo auténtico del país a las nuevas generaciones, utilizando los códigos de ese grupo etario.
Al exponer sobre los retos y perspectivas de la Televisión Cubana, Waldo Ramírez, su director general, explicó que, en correspondencia con la diversidad de públicos, una de las metas principales es promover el arte, la literatura y la cultura universal como formas de enriquecimiento espiritual, además de influir activamente en la formación y orientación político-ideológica.
Mencionó que a tono con el proceso de actualización del modelo económico y social en el país, los medios de comunicación desempeñan un papel primordial en aras de la prosperidad y el bienestar del pueblo, que no puede verse como un mero espectador, sino como ciudadano activo con conocimiento y formación.
Entre las deficiencias del sector, señaló la carencia de nuevos proyectos y falta de originalidad, la escasa presencia de la investigación y la crítica, el inadecuado empleo de determinados soportes literarios, además del poco acercamiento de la agenda pública a la mediática.
Respecto a la subestimación de los contenidos locales Miguel Charbonell, diputado por Artemisa, valoró que en ocasiones la televisión no se adecua a las características de los territorios, y se “deja arrastrar por tendencias no autóctonas y poco compartidas por el público de determinados espacios”.
Para erradicar estas problemáticas, se refirió a los estudios de opinión, la capacitación de los responsables, así como también convidó a que el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana se adecue a los cambios tecnológicos que hacen más efectiva la simbiosis entre imagen y sonido.
Acerca de la enseñanza de la Historia de Cuba mediante programas interesantes y seductores, Ernesto Limia, parlamentario por Granma, enfatizó en la necesaria coherencia entre el discurso mediático y la realidad cotidiana, donde se vinculen temas de épocas anteriores con tiempos actuales y concretar así la unidad de la diversidad y la democracia socialista mediante el diálogo.
Respecto al papel protagónico del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Mirtha Millán, por el municipio especial Isla de la Juventud, evaluó el devenir de ese organismo a través de los planteamientos de los diputados en sesiones anteriores, y afirmó que “si bien falta mucho por hacer, hay un cambio positivo en este aspecto, reconocido por la propia población”.
Añadió, además, la creación de programas instructivos como La pupila asombrada, y otros productos locales que muestran los esfuerzos por elevar la calidad de los contenidos de la radio y la televisión cubanas, puntualizó Millán en presencia de Abel Prieto, ministro de Cultura; Alfonso Noya, presidente del ICRT, y otros funcionarios de esa entidad.
Tomado del Portal de la Radio Cubana