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Montesinos, nos sentimos orgullosos de ti (+ Fotos)

Guardia de honor a las cenizas de Enrique Montesinos en la Casa de la Prensa. (Foto: Yoandry Avila)

Un día triste para el periodismo deportivo cubano. Se le rindió homenaje póstumo al colega José Enrique Montesinos Delvaty, en la Casa de la Prensa, quien falleciera el pasado 16 de mayo producto a un trombo embolismo pulmonar en la ciudad de Paris, cuando regresaba de un viaje de trabajo desde Corea del Sur, donde asistió al congreso de la Asociación Internacional de Prensa Deportiva (Aips), de la cual era su vicepresidente para las Américas.

El tributo fue convocado por el Círculo de Cronistas Deportivos de la Unión de Periodistas de Cuba (el cual presidía) y sus colegas del periódico Granma.

Al mismo asistió José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico de Cuba; el nicaragüense Moises Ávalos, vicepresidente de Aips América; Roberto León Richard, vicepresidente del Inder; Nereyda López, secretaria general del Sindicato de la Cultura, las vicepresidentas de la Upec Aixa Hevia, Bárbara Doval y Rosa Miriam Elizalde; así como familiares, amigos, colegas de los medios de prensa de la capital y ex atletas de alto rendimiento.

Al iniciar el homenaje Joel García, miembro del Comité Nacional de la Upec, resaltó el trabajo de Montesinos al frente de la Aips y del Círculo de Cronistas, así como su labor de profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

Durante la ceremonia José Ramón Fernández destacó la trayectoria de Montesinos como periodista deportivo, subrayando su honradez, dedicación, capacidad de trabajo y calidad de sus obras.

Foto: YAG

Entre los asistentes estaba Javier Sotomayor, figura del deporte cubano al cual Montesinos le presagió un futuro brillante y no se equivocó.  Sotomayor le comentó a Cubaperiodistas:

“Creo que una de sus últimas entrevistas fue la que me hizo a mí. Cuando me enteré de su desaparición física me sentí muy conmovido, muy mal. Entre los periodistas especializados del deporte cubano que hemos tenido y que tenemos, el que más crónicas, el que más hizo por el deporte en general, y con mi persona en particular fue él. Desde el año 1983 hasta la fecha me realizó muchas crónicas y entrevistas, soy uno de los que puede estar eternamente agradecido por su obra y por las cosas que nos dejó. Estoy conmovido y unido a toda la familia del atletismo, del básquet y del deporte en general por su desaparición física”.

Montesinos fue basquetbolista y desde el 1968 se incorporó a la redacción del periódico Granma como periodista deportivo, profesión que abrazó con pasión y amor. De sus manos salieron más de 20 libros relacionados con el periodismo y el deporte. Se ganó el prestigio dentro y fuera del país por su trabajo reporteril, la justeza de sus apreciaciones y comentarios. Con el paso de los años fue un maestro para las nuevas generaciones de reporteros de Cuba y Latinoamérica.

Bárbara Doval, vicepresidenta de la Upec, durante el homenaje a Enrique Montesinos. (Foto: YAG)

Bárbara Doval, vicepresidenta de la Upec, recordó su capacidad para ayudar, brindar consejos, encontrarle soluciones a los problemas y cómo fue capaz de hacer del Círculo de Periodistas Deportivos el más activo del gremio, por lo que hizo un llamado a mantener ese legado en su honor.

Desde Nicaragua llegó Moises Ávalos, vicepresidente de Aips América, para rendirle tributo al compañero con quien compartió horas de charlas en Corea del Sur, en los días del Congreso al cual asistió él junto a Montesinos.

Ávalos hizo entrega de varias tarjas en recordación “al compañero leal, al buen amigo, al que siempre nos aconsejó y entrenó”, comentó. Una fue del Comité Olímpico de Nicaragua a su homólogo cubano, otra para la Presidencia de la Upec y una tercera a la viuda y familiares de Montesinos.

Moises Ávalos, vicepresidente de Aips América, entrega a Aixa Hevia, vicepresidenta primera de la Upec, una de las tarjas que envió la organización que él representa. (Foto: YAG)

Oscar Sánchez, subdirector del periódico Granma, se refirió a los años de trabajo de Montesinos en ese diario y especificó que el último artículo escrito por él saldrá publicado el próximo 14 de junio, con su nuevo formato de 16 páginas.

Foto: YAG

A continuación reproducimos varias crónicas que enviaron colegas de otras naciones para homenajear a Enrique Montesinos.

CRÓNICAS Y ARTÍCULOS DEDICADOS A MONTESINOS

Un abrazo a Enrique, que nunca se irá de nuestra mesa

Por Ignacio Pérez Tuesta (Chile)

SANTIAGO, Chile, 18 de mayo de 2017.- Queridos colegas y amigos. Ha sido un día difícil, de esos que muchas veces vamos a querer sacar del calendario. Quizás en nuestro interior aún seguimos esperanzados en que no pasó.

Yo todavía no puedo creer lo de Enrique. El mismo que con una insistencia que solo entrega el rigor periodístico, para uno de sus libros de los Panamericanos, me pidió hace un tiempo que pesquisara la nómina completa de la Selección Chilena de Fútbol para los Panamericanos de 1951, tarea no fácil ya que se trataba de jugadores amateurs en esa época.

Me tuvo de cabeza una semana en los diarios y revistas antiguas, algo que por lo demás me encanta, así que no fue un sufrimiento. Pero fue la confirmación de lo buen periodista que era, certero y riguroso hasta en el último detalle. Siempre entregando una palabra, un dato o una reflexión sobre el periodismo.

Cuántas veces, viéndome a mí más joven y con ganas, se sentó al lado para aconsejarme y escucharme cuando me iniciaba en la labor gremial, en alguno de los congresos que compartimos.

Cuántas veces río con alguno de mis chistes fomes o bromas ya sea en la última etapa solo cuando iba como presidente o cuando viajábamos con José Luis cuando él era presidente y yo vice. Se reía, Enrique. Se reía con nosotros y con todos. Porque se alegraba, imagino, ver a tipos más jóvenes interesados en aportar al gremio de nuestro país, y sobre todo de nuestra América diversa.

Ahí está Enrique, el que me decía “Igna”, el mismo que seguía hablándome -sabiendo mi debilidad por los libros- de sus proyectos editoriales, porque siendo alguien que podría haberse ido a los cuarteles de invierno a descansar, hasta el último día, literalmente, trabajó por el periodismo, su periodismo, nuestro periodismo. El de Cuba, el de América.

Le debo a Enrique una visita a Cuba, que siempre me decía “ven a conocerla” y los insondables y muchas veces estúpidos ritmos laborales me impidieron hacerlo. Cómo lamento no haber conocido la Isla bajo la guía de Montesinos. Lo llora acá cada becado que fue a la beca de Cuba por su calidad y calidez. Se nos fue Enrique y hoy tengo mucha pena, pero a la vez creo que su partida coincide con algo que debemos honrar y que él siempre prodigó: la unión entendiendo las diferencias. Alguien lo dijo hace un rato, no nos desgastemos en peleas y luchas sin destino, tenemos todo para ser el gran continente del deporte y del periodismo y muchas veces nos quedamos en lo menor, en la discusión chica sin sentido.

Colegas, amigos. Por Enrique, por nosotros pero sobre todo por nuestros colegas y el periodismo de cada uno de nuestros países, que la luz de Enrique no nos haga caer en la oscuridad de divisiones que al final nos llevarán a perder. Crezcamos en las diferencias, hablemos en la confraternidad, discutamos en la armonía de los puntos de vista, pero no nos olvidemos que nuestros cargos son transitorios y lo que se debe privilegiar es el periodismo, nuestro gremio y nuestra América. Y entre nosotros, esa amistad, que nos recibe y nos despide con un abrazo y que no sabemos si es que puede ser el último. Un gran abrazo a todos, en especial a Enrique que nunca se irá de esta mesa.

 

Dedicado a Enrique Montesinos:

“Hasta siempre, maestro”

Por Gustavo Benítez (Paraguay) –

CIUDAD DEL ESTE, Paraguay, 18 de mayo de 2017.- Se fue, pero se despidió con la calidez que lo caracterizaba. José Enrique Montesinos Delvaty compartió con los colegas de América el último día del congreso de AIPS, en Pyeongchang, Corea del Sur.

Sentado en la cama, compartió anécdotas y planes con los colegas de América. Al día siguiente, todos los debían volver a sus respectivos países, por lo que era necesario preparar las maletas. Entonces, llegó el momento de la despedida, con abrazos de hermanos, algunos dentro de la habitación y con otros ya en el pasillo del hotel Intercontinental.

Montesinos se mostraba feliz, habló bastante. Inclusive, en la apertura de la ceremonia, gastaba bromas que arrancaron risas de los componentes de la mesa de América. Realmente, estaba feliz.

Nadie se imaginaría que aquellos abrazos serían los últimos del destacado periodista cubano. El día siguiente, el 13 de mayo, partió temprano al aeropuerto de Incheon y de allí a París. Apenas llegó tuvo una descompensación y lo internaron de urgencia en un sanatorio, donde el 16 de mayo falleció, producto de una trombosis pulmonar.

Era un verdadero maestro, pues siempre estaba dispuesto a conversar con mucha cordura. Sabía escuchar y plantear, con atino, posibles soluciones. Y así lo hizo ese viernes 12 de mayo, en una reunión breve que hubo en el día de las elecciones de AIPS. Siempre fue coherente y respetuoso con lo que se haya resuelto. Y esa actitud lo devela como gran maestro, pues no solo se vale de la retórica, sino pone en práctica lo que piensa.

Su calidez humana hizo que sus exalumnos del Postgrado de Cuba y periodistas que lo conocieron, le hayan tenido una gran estima. Era un carismático, no solo soñó, sino trabajó por la unidad en América, a través del deporte y el periodismo deportivo.

La luz que irradiaba se apagó, pero quedan sus reflexiones, sus enseñanzas, los que los más jóvenes deben llevar a la práctica, con la pertinencia que demostró Montesinos.

Cuesta hilvanar estas líneas, cuando el corazón se acongoja, aún cuando se ha tomado un par de días para la reflexión, porque Montesinos conquistó nuestro aprecio y de quienes tuvieron la dicha de conversar con él.

Se fue inesperadamente, porque Cali era la próxima parada y había planes para que siga trabajando por el crecimiento y fortalecimiento plenos de AIPS América. Cuesta aceptar la partida eterna de un amigo, que sobre todo, enseñaba a los más nuevos, constantemente, y sin jactarse de autoridad o prevalecerse de la experiencia acumulada. Fue un soldado más al servicio del AIPS, un compañero humilde y trabajador.

Golpea su abrupta ausencia. El camino que nos queda es transitar en base a los valores que practicó, el de la hermandad, lealtad, respeto, transparencia y honestidad. Hasta siempre maestro, hasta siempre!!!

 

No caigo en la cuenta de que Enrique no está

Por Ernesto Ortiz (Uruguay)

MONTEVIDEO, Uruguay, 18 de mayo de 2017.- Nada de lo bueno y lo malo que nos ha pasado en FEPEDA/AIPS América, nada, pero nada de nada, se parece a esto que aún estamos sufriendo y tratando de digerir.

Creo que la muerte de Abelardo incluso, la tomamos de otra manera porque nuestro Presidente Vitalicio estaba muy mayor y aunque igualmente nos afectara, hasta podía ser esperable.

Unos días antes, nos deteníamos a recordar al Prof. Virgen, otro gran colega y persona que también nos dejaba.

Pero nada (nuevamente utilizo el adjetivo) ni en sueños ni apariencia, nos hacía presagiar esto con lo que culminó el Congreso de Seúl.

Les confieso sinceramente, lo que me pasó antes de ir a Seúl. Recordé mucho el Congreso de 2011 (en el mismo lugar), al que estaba preparado para ir con mucha expectativa y no pude ir (15 días antes debí cancelar mi presencia) por otras razones de actividad, teniendo una partida de ayuda autorizada de la Dirección Nacional de Deportes (de aquella época; hoy Secretaría Nacional del Deporte) y sin embargo ningún compañero del Círculo de Periodistas quiso viajar. Estuvimos ausentes teniendo el dinero para el boleto concedido en partida especial.

¿Por qué sería que desistían de ir a Seúl? ¿Por qué me generaba dudas la presencia esta vez? Qué cosa me hacía dudar que fuera un Congreso en fase positiva?

No lo sé, no lo puedo explicar realmente. No tengo idea porque mi cabeza mezclaba sensaciones.

Lo que pasó, como le dije a Gabriel, no tiene dimensión alguna, comparado con lo que nos deja su culminación. Triste, acongojante, dolorosa, impensada, inimaginable. A tal punto, que seguimos buscando – como Jorge – algo que nos diga si esto pasó o es que nos despertamos mal por el cambio de horario de la diferencia entre Asia y América.

No caigo en la cuenta de que Enrique no está. Repaso cosas y me cuesta admitirlo.

No hablo ni de discrepancias, ni concordancias, ni de sonrisas, ni saludos, ni lealtades, ni de abrazos ni de complicidades y afinidades, hablo de la vida, la puta vida que nos deja esa amarga sensación de que es ésta, es una sola y de ella no saldremos vivos. Y si quieren un ejemplo ya tenemos este tremendo y desmedido ejemplo.

Lo demás que pasó, créanme, ¡me importa un carajo!

No nos vacíes Enrique, no nos acobardes, que tu ausencia física no nos intimide, precisamos tu resplandor para seguir.

 

La pérdida más triste

Por Cristian Torino (Argentina)

BUENOS AIRES, Argentina, 18 de mayo de 2017.- Nunca se dejó ver el sol durante el 80 Congreso de la Asociación Internacional de Periodistas Deportivos AIPS en Seúl. Cono si fuera un presagio de lo que ocurriría a su término. Qué profundo es el pesar de amanecer ayer con la noticia que mi gran amigo y mentor internacional José Enrique Montesinos Delvaty había sufrido una embolia pulmonar seguida de múltiples ataques cardíacos en la escala en Francia en su regreso a su querida Cuba natal, luego de haber finalizado el congreso.

Unas horas nos separaban nada mas del cierre del congreso y las angustias vividas la noche anterior. Menos tiempo aun de haber disfrutado de su ron cubano, su hermosa compañía y sus sabios e inigualables conocimientos. Con el parecían que las horas nunca pasaban y hasta se le iluminaban los ojos cuando buscábamos soluciones a los conflictos de AIPS, como si de un hijo se tratase. Porque en definitiva él fue uno de los padres y maestros de AIPS.

Él fue quien hace cinco años me recibió en Cuba y me permitió conocer este camino. Durante cada congreso y capacitación Enrique era una referencia de consulta obligada, tanto por sus conocimientos, su sabiduría y su amplia experiencia. La voz de una conciencia tranquila y un consejo sabio siempre radicaban en el, hasta en los peores momentos.

Peor aún fue despertarse con la triste noticia que Enrique no estaba más entre nosotros. Con él se fue uno de los más grandes consejeros y amigos que me dio el periodismo deportivo. Con él se fue gran parte de la historia grande de nuestra AIPS y, ni hablar, de su Cuba natal.

Más de cuatro décadas escribiendo en el Granma de Cuba, Presidente del Círculo de Periodistas Deportivos de Cuba, Vicepresidente de AIPS América y mentor del Postgrado Internacional de Periodismo Deportivo en La Habana, mi primer postgrado internacional y el de tantos otros colegas argentinos y del mundo; casi nada.

Con él se van los mejores recuerdos y las más sabias enseñanzas. Nos queda su legado y su trabajo, muchas veces silencioso, junto con la esperanza de mundo cada vez mejor y más igualitario, con el deporte como bandera.

¡¡¡Gracias por todo amigo Enrique!!! ¡¡¡Nunca te vamos a olvidar!!!

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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