La incipiente, aunque ya fructífera experiencia acumulada por el periódico Invasor, de Ciego de Ávila, en la concreción de un nuevo modelo de gestión que integra armónicamente a las ediciones digital e impresa, ha vuelto a ser objeto de interés e intercambio, esta vez con directivos y periodistas de los rotativos 26, de Las Tunas, y Adelante, de Camagüey.
Interesados en conocer e incorporar detalles de la rutina que cada día ponen en práctica los avileños, tuneros y camagüeyanos coincidieron recientemente en un encuentro que tuvo como sede al órgano avileño.
Los visitantes tomaron nota y ponderaron la progresiva evolución mental que les permite a los integrantes del colectivo de Invasor romper la vieja tendencia a concebir, desde inicios de semana, materiales para una página determinada de la edición impresa, que en esa provincia ve luz el sábado.
Aunque no en la medida de lo deseado, el periódico se adentra en una secuencia productiva diaria que asegura cada vez más estabilidad en la entrega de trabajos para actualizar constantemente el sitio web, con las ventajas del llamado periodismo hipermedia, la hipertextualidad y otros recursos que le atribuyen mayor integralidad al producto final, como base para, entonces, llevar al semanario impreso lo mejor de lo publicado durante la semana.
Tuneros y camagüeyanos se interesaron también por los resortes organizativos y de planificación que le posibilitan al periódico poner en manos de cibernautas y lectores una apreciable cantidad de comentarios acerca de temas medulares del acontecer territorial y nacional, así como trabajos de investigación, fundamentalmente en torno a asuntos de alta repercusión social y económica, vertiente en la que Invasor ha sobresalido durante los últimos años, al levantarse con el Premio nacional de periodismo económico, compartido en su más reciente versión, con el periódico Escambray, de Sancti-Spíritus.
Visitantes y anfitriones coincidieron en que es preciso lograr una adecuación o completamiento de las plantillas actuales, de acuerdo con las rigurosas exigencias que plantea un modelo de gestión que articule de manera realmente eficaz las redacciones digital e impresa, aspiración que se ha visto perjudicada en varios medios por la escasa cantidad de profesionales o por la no existencia de plazas especializadas, más en correspondencia con las necesidades.
El intercambio puso a girar en una misma órbita a colegas que suman décadas ejerciendo la profesión, como Ramiro Segura García, director del periódico 26, o Enrique Atiénzar Rivero, con toda una vida entregada al periodismo camagüeyano, y a jóvenes de la calidad humana y profesional de José Armando Fernández Salazar, recientemente incorporado al Comité Nacional de la Unión de Periodistas de Cuba mediante el recurso de cooptación.