Cuando un compañero fallece deja un vacío en todos aquellos que compartieron parte de su vida, y ese fue el sentir de los familiares, colegas de la Upec nacional, de la Delegación de Periodistas Jubilados de La Habana y de los miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución, que este miércoles rindieron tributo póstumo a Ángel Rodríguez Álvarez, fallecido recientemente.
Las palabras iníciales fueron pronunciadas por Eduardo Yasells, quien fuera su compañero de armas y de labor periodística.
Nacido en un poblado del municipio de Calabazar de Jagua en 1938, Angelito, como era conocido entre sus camaradas, destacó en las tareas revolucionarias desde su adolescencia, cuando se incorpora a la lucha clandestina en el movimiento 26 de Julio contra la tiranía de Fulgencio Batista.
Fue fundador de las Milicias Nacionales, participó en la lucha contra bandidos en el Escambray y en la batalla de Playa Girón.
La ceremonia resultó ocasión solemne para que familiares, compañeros de las FAR, reporteros y vecinos, recordaran pasajes de la vida como militante partidista, instructor político, militar, cederista, educador, periodista, padre, hermano y abuelo, de quien consagró su fructífera existencia a la Revolución y a la defensa de la historia del país.
Su significativa participación internacionalista en Angola, en la dirección del periódico Tribuna de La Habana, en la revista Verde Olivo y el boletín El Clarín, sus 29 años en los servicios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, fueron momentos resaltados en las intervenciones.
También el trato afable, respetuoso y disciplinado que lo caracterizó y la profundidad de los artículos que escribía, fueron aspectos subrayados por quienes este miércoles colmaron el salón de actos de la Upec Nacional para rendir homenaje de recordación a quien, con su ejemplar trayectoria, permanecerá en la memoria de todos aquellos que conocimos al teniente coronel Angelito.
Ángel E. Rodríguez Hernández / Cubaperiodistas