No por reiterado deja de ser placentero hacerles una instantánea a las preocupaciones y modos de pensar de las muchachas y muchachos de los preuniversitarios a través de los exámenes de aptitud para ingresar a las aulas de Periodismo que este año fueron aprobados, en Las Tunas, por 10 de los 16 candidatos que se presentaron.
Las motivaciones para los incrementos de los aspirantes a la carrera de medicina, los conflictos intergeneracionales o el racismo subyacente en nuestro país fueron algunos de las cuestiones puestas sobre el tapete; mientras demostraron un sentido común admirable para proponer interrogantes lúcidas y audaces sobre la realidad que les está tocando vivir, así como para recordarnos el sentido de compromiso y sensibilidad que tiene el ejercicio del Periodismo.
Los resultados comparativamente mejores de este año indican que vivimos una época en la cual han crecido las oportunidades para ser personas con niveles aceptables de información. Aunque la ortografía sigue siendo un enorme bombillo rojo que a más de uno le puede frustrar sus sueños. Sin embargo venido el caso, el incentivo u oposición de la familia parece pesar mucho en cómo ellas y ellos asumen estos momentos de definición de sus vidas.
