Reunión del grupo de trabajo de la Presidencia de la Upec con jefes de departamentos y otros trabajadores punteros, para llevar a feliz término tareas y objetivos planteados en el IX CongresoCuando esta mañana de jueves, el presidente de la Upec, Antonio Moltó, anunciaba a parte del colectivo de trabajo de la sede nacional de la organización, la apertura de una fase intensa de labor para dar cumplimiento a las tareas y objetivos trazados en el IX Congreso y que aun no se han cumplimentado, abría un proceso para todo el país: el vaso está medio lleno y vamos a rebozarlo antes de concluir el mandato para el que fuimos electos.
Una especie de reperfeccionamiento del trabajo, regido y orientado por planes mensuales discutidos y aterrizados en cada lugar específico y que deben irse cumpliendo para acometer las tareas del momento, las mediatas y las de más lejano alcance, sobre la base de la perseverancia como cualidad importante para cumplir lo propuesto, signa esta nueva etapa.
“Organizarnos otra vez, revisar puestos y contenidos de trabajo, por ahí empezamos en 2013”, dijo Moltó y ahora llamó a retomar esa mirada para llegar al final del período de cinco años con todo el personal trabajando, sin que uno se recargue sobre el otro, y principalmente, con el contenido planificado cumplido.
Podríamos llegar al X Congreso, dejando a la nueva dirección que salga electa, una Upec mediocre, insatisfecha por no haber concluido exitosamente sus misiones, o podemos entregar las banderas con la frente en alto, con un camino desbrozado y resultados precisos, es una interpretación factible de esta manera gráfica de conminar a directivos y afiliados de la Upec a entregar talento, voluntad y capacidad de trabajo en los dos y medio año que aun restan para concluir el actual mandato.
Este proceso iniciado en un septiembre de inicio de curso y de retomar el ritmo tras vacaciones casi masivas, se extenderá a las provincias, a partir de un seminario con los presidentes de cada territorio que será convocado próximamente.
La exhortación es a discutir las prioridades, evaluar el impacto del trabajo realizado, planificar cada acción y cumplirla, autoevaluarse y evaluar a los subordinados, a la presidencia, al comité nacional y hacerlo con absoluta transparencia, para que todos sepamos por dónde andamos y que quien no se sienta capaz de mantener este ritmo, se apee del tren, sin que ello sea traumático.
De ahí que la vicepresidenta primera, Aixa Hevia, se refiriera a la actual afiliación de la organización, a la que nos debemos, que ya suma 4284 miembros (2420 en provincia y 1864 en medios nacionales), el 51,3 % de los cuales son mujeres y funcionan 189 delegaciones de base.
¿Qué nos falta por hacer para cumplir los que nos propusimos en el IX Congreso? Respondernos esta interrogante será el paso principal ahora mismo para tener la certeza de concluir bien.
