Roberto Chile, uno de los fotógrafos y documentalistas más reconocidos de la Isla, no encuentra palabra para definir mejor al líder de la Revolución cbana que su propio nombre: Fidel.
Afanado entre personas, flores y grandes carteles, el artista asiste hoy a la Plaza de la Revolución para capturar las últimas imágenes de una figura y su historia, ahora perpetuada en las miles de personas que desandan las amplias escaleras del Memorial José Martí, donde por dos días el pueblo rendirá tributo póstumo al Comandante en Jefe.
No pidió permiso para llegar, solo agarró su cámara en la mañana y caminó hacia esta cita con uno de sus referentes, a quien prometió “acompañar hasta el último momento de sus días”.
“Fidel me marcó con optimismo, jamás lo vi tener miedo o titubear, siempre resaltó su valentía. Nos enseñó a no retroceder ni siquiera en las peores circunstancias, nos encendió una luz que debemos mantener para seguir caminando”, declaró a la ACN mientras recorría el mausoleo en busca de la imagen perfecta.
Por más de dos décadas Roberto Chile fungió como camarógrafo personal del líder cubano, por ello, sus palabras y valoraciones con respecto al legado del Comandante en Jefe para Cuba y el continente, tienen una esencia cercana, verdadera.
“Amor con amor se paga; hoy estamos cumpliendo con esa idea, no sólo en la Isla, sino también en todo el mundo. Creo que su principal obra es la Revolución, esa que nos deja para siempre, junto a sus proyecciones por la cultura, la humanidad y la libertad de los pueblos”, afirmó.
Emocionado, el también productor de audiovisuales, aseguró que necesitaba tener estas imágenes de todo corazón porque: “…Fidel es único, irrepetible, un hombre de todos los tiempos”.
Antes de culminar la conversación con la ACN, Chile enfatizó que corresponde a las futuras generaciones indagar, rebuscar y analizar las obras y discursos del líder de la Revolución, porque solo así, Fidel seguirá siendo inmortal.
Al decir de Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, Roberto Chile ha sabido forjar una imagen singular, siempre digna y luminosa de Cuba; sus imágenes conforman un universo de fe y espiritualidad, perceptibles para aquellos, que como él, son capaces de amar.
Lourdes Elena García Bereau /Agencia Cubana de Noticias