Muchos colegas y amigos describen con pasión sus sentimientos ante el deceso del Comandante en Jefe Fidel Castro. Leemos en internet, en sitios cubanos y foráneos; escuchamos y vemos en la radio y la tv cubanas, en Telesur y cadenas occidentales, testimonios, evocaciones, recuerdos, anécdotas, que no lo magnifican más allá de que fue: lo traen real y tangible como el hombre que el pueblo llora hoy, de carne y hueso, con una inteligencia superior, con aciertos y desaciertos, amoroso, solidario, soñador y Maestro.
Gente de pueblo que no escribe en medios de prensa también lo cuentan, lo cantan, lo invocan… Por la céntrica avenida 23 del Vedado capitalino, desfiló una manifestación de jóvenes del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, con pulóveres negros en señal de duelo y de respeto, coreando consignas y diciendo que Fidel se multiplica, que Fidel somos todos, que Fidel nos dignifica.
Cada cual a su manera, con sus recursos y el sentimiento que viene del alma.
Bajo la consigna ¡Yo soy Fidel! cientos de jóvenes se congregaron espontáneamente en la histórica escalinata de la Universidad de La Habana (UH), para rendir homenaje al líder histórico de la Revolución y demostrar al mundo que las nuevas generaciones están comprometidas con el sistema político de la Isla. Simlares manifestaciones se sucedieron en otros lugares del país, como la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba.
“Ayer no murió el gigante, ayer confirmó su visa hacia la inmortalidad”, “Ahora nos toca ajustarnos el cinto y no permitir ni una sola manifestación que atente contra nuestra unidad; nos toca seguir su legado”, se afirmó en los altos de la escalianta de la UH, donde los jóvenes estudiantes aseguraron que ellos son el futuro de la Revolución, los hijos de la cultura, y están comprometidos con el desarrollo del país.
Fidel no se murió, el pueblo es Fidel, la FEU es Fidel, nosotros somos Fidel, vociferó la multitud visiblemente emocionada.
(Fuente ACN)