Hegemonía y democratización de la palabra, convergencia mediática y nuevas formas de la militancia, fueron los temas tratados por Javier ‘El Profe’ Romero en la Facultad de Periodismo de La Plata. También dialogó con Contexto. Por su vigencia y valor periodístico Cubaperiodistas.cu reproduce íntegramente el artículo aparecido en Diario Contexto.
Con motivo del encuentro sobre gestión de la comunicación popular en las redes sociales, un destacado panel de periodistas y especialistas se dio cita en la sede Néstor Kirchner de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata, para dialogar y compartir sus experiencias acerca de los nuevos circuitos de la información.
Moderada por el profesor, escritor y periodista Edgardo Esteban, la mesa contó con la participación de la coordinadora de medios interactivos de la Televisión Pública María Fernanda Ruiz, la referente de la militancia virtual María Fernanda Reimondo, Javier “El Profe” Romero y Gonzalo Carbajal, ex gerente de comunicación audiovisual de Télam.
Analizando distintas temáticas y cuestiones, los especialistas profundizaron sobre cuál es la dimensión en la que debe considerarse hoy el fenómeno de la comunicación digital: desde su importancia a la hora de facilitar el acceso a contenido de distintos soportes de manera deslocalizada, hasta su uso insustituible como canal de organización para la nueva movilización social.
Cruzando diferentes puntos de vista, todos los oradores destacaron la urgencia en la necesidad de incorporar el conocimiento sobre las redes en la formación de los futuros comunicadores populares.
Para el periodista y docente Gonzalo Carbajal, uno de los elementos fundamentales de las redes digitales consiste en su capacidad para movilizar las pasiones de las multitudes; un factor que, según destacó, muchas veces inhibe al proceso colectivo de reflexión sobre el que se consolidan las democracias.
Desde otra perspectiva, la coordinadora de medios interactivos de la TV Pública María Fernanda Ruiz sostuvo que lo que se da en las redes consiste en una reflexión con emoción, y que actualmente no hay militancia en la calle sin una organización por las redes sociales. “Estamos en un tiempo que requiere de una nueva subjetividad, especialmente de nuestra parte, en nuestro rol de sujetos y sujetas políticos”, sostuvo.
Para la especialista, la capacidad de conmoverse por lo que está sucediendo no le quita a los usuarios su capacidad reflexiva. “Si nos seguimos encerrando en el campo de la razón pura, nunca vamos a llegar a dar la batalla que queremos dar, porque somos personas apasionadas por lo que hacemos; y porque de esta situación política tan difícil que hoy tenemos sólo vamos a poder salir con el corazón en la mano”.
Reimondo, una de las fundadoras del movimiento Autocombocados por 678 que luego derivó en distintas agrupaciones de militancia virtual, sostuvo que la novedad de las redes sociales consiste en que los ciudadanos pueden expresar su opinión por encima de los tradicionales mecanismos de representación política. “Allí está la voz de los que no tienen rostro, de los nadies”, dijo la especialista.
“En lo que es la articulación”, aseguró Reimondo, acerca de la capacidad de las redes para contraponerse al poder, “para que todas las campañas sean efectivas y que podamos ayudar a visibilizarlas, ya que los grandes medios no lo hacen, la militancia cumple un rol fundamental: por eso tenemos que formarnos, ayudarnos entre todos a tomar consciencia de que estamos viviendo una guerra comunicacional”. Reimondo puntualizó: “Tenemos que entender que al enemigo hace falta llamarlo enemigo”.
Por su parte, Romero se mostró optimista en cuanto a la utilidad de los medios digitales como herramienta para la resistencia política. “Hemos dado batallas enormes para lo que es la historia de los derechos de los pueblos, y en estos últimos años avanzamos de forma decisiva”. Repasando diferentes momentos históricos, desde la obtención del voto femenino y el voto de los extranjeros, hasta la supervivencia en épocas de la proscripción política, “El Profe” ponderó la fuerza de la voluntad militante, que hoy se encauza en las redes.
“Todos los golpes militares pensaron que iban a acabar con el movimiento popular”, señaló Romero. “Pero hoy sigue estando acá entre nosotros; quienes más allá de haber atravesado la experiencia terrible del terrorismo de Estado, la muerte y los secuestros de nuestra gente, todavía cantamos que A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos: no nos han vencido”.
Convergencia de los intereses privados
Respecto de las profesas ambiciones del macrismo para eliminar las restricciones que impiden el monopolio de las comunicaciones en la Argentina, en el autodenominado proyecto de convergencia comunicacional, Carbajal comentó a Contexto: “Con ese cuento, lo que el Gobierno intenta hacer es que naturalicemos la lógica de los monopolios sólo porque hoy podemos acceder a todos los diferentes servicios desde un mismo dispositivo; y así levantar todas las barreras que regulan la actividad de las empresas”.
Carbajal, asesor del COMFERr entre 2003 y 2008 e integrante de la comisión que redactó la Ley de Medios que reemplazó esa institución de la dictadura por el AFSCA, consideró que la convergencia es simplemente un engaño, ya que en realidad nadie sabe a qué se refiere realmente el término. “Esa discusión está llena de desinformación y de intereses privados”, sostuvo el periodista; “Solo perjudica a los usuarios y los consumidores”.
Según comentó Carbajal, en los últimos meses fueron cayendo las limitaciones que existían para aquello que las empresas podían hacer dentro de la televisión por cable; y un efecto de eso es que la señal TeleSUR ya no esté en la grilla. También, señaló, “durante la breve gestión de Cambiemos han caído muchos contenidos, así como los canales que las empresas de cable estaban obligadas a tener, junto con el límite de hasta 24 licencias para los propietarios de señales de cable en todo el territorio nacional”.
“Ese es el cuento de la convergencia –aseguró el especialista–: poner absolutamente todo en manos de una misma empresa. En el fondo, es una decisión política, donde se pone en juego a quién elige beneficiar el Estado: a los grandes propietarios de medios, o a la ciudadanía en general”.
Observando el movimiento de las empresas, explicó Carbajal, actualmente se puede ver cómo el Grupo Clarín está intentando entrar en Telecom, cómo esos grandes grupos empiezan a competir por el monopolio de las comunicaciones radioeléctricas, y cómo el Gobierno está comenzando a eliminar canales de la grilla de la Televisión Digital Abierta.
“Particularmente –consideró–, yo creo que el mejor negocio lo tienen ahora, con una ley de servicios audiovisuales mutilada y un vacío legal que les habilita a hacer lo que tengan ganas. Ahí también está la cuestión política: y el poder económico se está moviendo con rapidez, para consolidar una situación que ninguna Ley de Medios en el futuro pueda revertir. Esa es la magnitud de lo que está sucediendo hoy, mientras el Gobierno habla de la convergencia”.
El periodista sostuvo que para los medios populares esta es una hora muy negra, ya que va a llevar muchos años llegar a combatir el enorme poder mediático que los grupos oligopólicos están cobrando en la actualidad.
Entrevista con “El Profe” Romero: “La realidad nos va dando la razón”
Consultado respecto de los ataques personales que sufren los comunicadores que militan a favor del campo popular por parte de los grandes medios, “El Profe” Javier Romero comentó a Contexto:
“Sin lugar a dudas, hay un contexto político y mediático que ha cambiado durante los últimos meses; hay un ataque muy notable por parte de los medios hegemónicos hacia quienes estamos convencidos del poder de la comunicación popular. Pero los militantes seguimos haciendo eso que sentimos que hay que hacer, porque el compromiso no es solamente con las luchas de nuestro pueblo respecto de la emancipación de los medios masivos, sino también con todas las luchas de América Latina y del mundo, para liberarnos de los monopolios y que el pueblo pueda ser dueño de su palabra. Lógicamente, ahí se produce un choque, porque el poder real no quiere que el pueblo tome la palabra. Esa tensión, que es inevitable, tratamos de entenderla y de vivirla simplemente como parte de la realidad que queremos transformar”.
-¿Qué capacidad tienen los pueblos, desde la comunicación popular, de enfrentarse a ese poder real?
-Un proceso popular como el de los últimos doce años, a pesar de tener en su contra a todo el oligopolio de medios concentrados, levantó más del 49% en las últimas elecciones. Eso quiere decir que, cuando se hace comunicación y política para el lado de la gente, es más que posible resistir los ataques del imperio mediático.
-¿En qué se sostiene hoy la voluntad de los militantes y los comunicadores populares, a la hora de continuar dando la batalla comunicacional?
-A mí me parece que este Gobierno, si ganó, ganó con mentiras, denuncias mediáticas y marketing. Esas cosas luego hay que contrastarlas con la realidad, y lo que se ve hoy en la realidad es que toda la campaña fue un engaño, que fue una mentira, y nuestro trabajo como comunicadores populares consiste en desentrañar esa mentira, tema por tema. Y si en esa pelea somos optimistas, es porque todos los días vemos cómo la realidad nos va dando la razón.
Por: José Manuel Welchinger Lascano