Juan Gabriel Gordín pudo ser ingeniero; de hecho, en arcana dicotomía con muchos de sus colegas periodistas en Cuba y el mundo, las matemáticas “le apasionaban” en su adolescencia.
Y aunque una ingeniería era lo más seguro en su futuro profesional, confiesa que “algo” lo impulsó en 2002, mientras finalizaba sus estudios en el Instituto Preuniversitario en el Campo José Coello Ortiz, de Holguín, a realizar las pruebas de aptitud para la carrera de Periodismo en la Universidad de Oriente.
Con este tenaz colega, quien a sus 32 años es reportero en Tele Cristal; corresponsal del Sistema Informativo de la Televisión Cubana (Sitvc); asiduo colaborador de La Jiribilla, Cubarte y el sitio digital de la Asociación Hermanos Saíz; capitán del equipo holguinero de softbol de la prensa; y miembro del ejecutivo provincial de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) allí, conversó Cubaperiodistas.cu durante una breve estancia en La Habana.
-A ocho años de graduado, ¿qué recuerdas de tu etapa de estudiante?
Cuando entré a la carrera en el 2003 en la Universidad de Oriente, supe de inmediato que el periodismo era mi vida e iba a ser mi gran pasión.
Recuerdo con mucho cariño las prácticas en los medios: el periódico Ahora se convirtió en una gran escuela para mí; y en Radio Holguín se me dio la oportunidad de dirigir programas y de hacer guiones; con la televisión tuve menos contacto, pero en sentido general nuestra formación fue muy rica e integral.
Ocupé la presidencia de la Federación Estudiantil Universitaria de la Facultad; y participé como estudiante en el VIII Congreso de la Upec que se celebró en el año 2008, ¡hasta tuve voz en el plenario!
-Al graduarte te ubican en Tele Cristal, ¿era lo que querías? ¿Qué significa ser el corresponsal para la Cultura del Sitvc en Holguín?
Me gustaba la tv, pensé que no tenía condiciones porque desde pequeño hablo un poco ronco, y en periodismo la voz es un elemento fundamental.
Graduándome me llegó la ubicación: Tele Cristal. Y a una compañera y a mí nos asignaron el sector de la Cultura, debido a coyunturas en ese medio.
Yo soy completamente deportivo, de hecho, mi tesis de grado fue un documental sobre deporte. Te confieso que al revisar un periódico o un sitio web, empiezo a leer siempre por la sección deportiva.
Pero la vida y el trabajo me acercaron a la Cultura, que aprendí a amar. Es una esfera muy complicada y requiere de mucha preparación debido a su sentido abarcador.
Te exige conocer de muchas manifestaciones: artes, letras, tradiciones, patrimonio, historia, arquitectura, etc. Cuba es un país eminentemente cultural, y reportar sobre temas culturales, a veces en un poco como “bailar en casa del trompo”.
En 2008 comienza como corresponsal del Sitvc, lo cual es una gran responsabilidad, y también un compromiso con lo que acontece en la provincia y su reflejo en la televisión nacional. “En ocasiones choca evidentemente con las necesidades propias del canal y con rutinas productivas establecidas, es un reto, pero de los que te obligan a superarte y hacer las cosas cada día mejor.
“Referente a la televisión, es un género que permite una realización más amplia, y te da también la posibilidad de no quedarte solo en el periodismo, sino ampliar el diapasón para hacer documentales, ir un poquito más allá”, compartió.
-¿Qué crees que deba distinguir al periodismo cubano de hoy?
Uno tiene que parecerse a su tiempo, y estos tiempos te exigen estar más preparados. Los periodistas que salen hoy de la academia tienen más competencias, otras habilidades.
Debemos saber hacer radio, televisión, fotografía; escribir para un diario; por lo menos los elementos básicos, para ser cada día mejores profesionales, esto requiere, por supuesto, de mucha auto superación, y también de apasionamiento. Pienso que la inquietud debe ser una cualidad intrínseca del periodista de hoy.
Hay que contrastar las informaciones, y pensar que no se tiene toda la verdad en la mano, pedir la opinión de quienes te rodean; trabajar en equipo.
Asimismo, los periodistas cubanos debemos ser conscientes de la realidad en la que está inmersa el país para defender nuestro sistema social, e igualmente, poseer la valentía de pronunciarse en los sitios correctos.
En la actualidad, habría que ir con prontitud a retomar esos trabajos de investigación que hemos perdido, en aras de destapar las cosas ocultas y solapadas que dañan a nuestra sociedad.