¿Quién dice que una voz puede apagarse? ¿Es posible olvidar aquella que se multiplica en diversos personajes? Dicen que cuando Fidelia Paz Román llegó en 1981 a la radio CMKS de Guantánamo, graduada de Filología, lloraba cual niña ante el desafío de escribir programas.
Luego, por esas casualidades inexplicables de la vida, descubre su verdadero talento, centuplicar su voz como una paloma con dones mágicos para volar y convertirse en cualquier otro ser tierno o fiero de este mundo radial.
Su cuerpo manifiesta señales de adiós este sábado 27 de agosto de 2016, pero su voz de amor y talento, su alma de sueño y poesía, impone una eterna presencia, un inolvidable recuerdo.
La señora de las mil voces, la querida y sensible Fifi, superó los 30 años de vida artística bajo el título de una de las figuras más versátiles de la locución en Guantánamo y toda Cuba.
Convirtió su existencia en un edén de personajes radiales como el zunzún de los Pinos Nuevos, la Juanica de la década del 80, la bruja de los cuentos de Carrusel, La muñeca negra o la locutora de Desde aquí que incluso cantaba a la audiencia.
Complace que siempre fue muy querida por su pequeño grupo sanguíneo y su inmensa familia radial.
Ni los numerosos premios nacionales de radio, en festivales Caracol de la UNEAC o Premios Caricato, ni la popularidad profesional, le hicieron variar su candidez natural, su humildad, aquella mezcla de formalidad y cariño genuinos para saludar, pedir una llamada telefónica o preocuparse por los colegas y amigos.
Por eso los colores de sus múltiples voces no se pierden, es la artista de mérito de nuestra radio, la mujer dulce que despierta y renace como la Fifi de los pinos nuevos, la amiga inspiradora de siempre.
Katiuska Fournier / Periódico Venceremos