Rotativa del tiempo

El costumbrismo en la prensa cubana

ANTE EL ESPEJO DE LA REALIDAD. Para finales del siglo XVIII, la sociedad ilustrada habanera leía artículos que reflejaban pasajes de la vida cotidiana de la villa y del comportamiento singular de algunos de sus habitantes, cuya narrativa llevaba la crítica con la brisa amena de la sátira y el humor y se alejaba de la almidonada tradición escritural española de la época. Esa forma expresiva del periodismo, llamada costumbrismo, viene desde Papel Periódico de la Habana (1780) y El Regañón (1800), y tiene su momento de eclosión en los periódicos y revistas de los años treinta de siglo XIX, como El Faro Industrial, El Álbum, El Aguinaldo Habanero y El Siglo. De ello dan fe dos colecciones: Los cubanos pintados por sí mismos (1852), una de las primeras antologías costumbristas del continente americano, y Tipos y costumbres de la isla de Cuba (1881). La primera, integrada por 38 trabajos que recogían tipos de la sociedad cubana; mientras la segunda, con 43 que abordaban el costumbrismo de escenas; el volumen estaba precedido de un prólogo del bibliógrafo y periodista Antonio Bachiller y Morales e ilustrado con 19 dibujos.

Uno de los promotores del género costumbrista fue el Papel Periódico de la Habana (1780).
Eladio Secades, uno de los más destacados costumbristas de la primera mitad del siglo XX.

DE DÒNDE VENGO Y A DÓNDE VOY. Con prodigalidad y riqueza, el costumbrismo se expandió en la primera mitad del siglo XX en la prensa cubana y entre sus cultores más relevantes están Emilio Roig de Leuchsenring, Eladio Secades y Jorge Mañach. En ellos, la intuición y cultura los orientó, como dijo Graziella Pogolotti, a entrecruzar la perspectiva sociológica con la capacidad de observación psicológica para descubrir nexos subyacentes en una realidad compleja y contarla de manera juiciosa y amena. El costumbrismo parte de la capacidad de observación de quien se propone emplear con acierto la descripción, el sarcasmo, el humor, el ingenio y lograr esa “salsa” tan criolla, como singular, para desnudar figuras y maneras más acendradas de la cubanidad. Como dijo Eladio Secades, “el adorno, la guirnalda escrita, no son armas del verdadero periodista. La palabra no es más que el ropaje de la idea” y “la más grata prosa de prensa es la que pasa rozando como un soplo de brisa”; en declive en los últimos 60 años, no pueden soslayarse en el género nombres como Enrique Núñez Rodríguez, Luis Sexto y Ciro Bianchi.

 

Imagen de portada: Emilio Roig de Leuchsenring, considerado el más alto exponente del costumbrismo cubano. Diseño: Sophie Torres Quintana.

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