Parece haber una epidemia de falta de confianza en sectores en los que confiábamos ciegamente en el pasado. En concreto, la confianza en los científicos es fundamental para la implementación de políticas basadas en evidencias. Sin embargo, esta confianza ha fluctuado significativamente. Según un estudio publicado en Nature Human Behaviour, la proporción de estadounidenses con “gran confianza” en los científicos cayó del 39% en 2020 al 29% en 2021. Entender cómo se forma la percepción de confianza es clave para fortalecer la relación entre ciencia y sociedad.
Un reciente estudio dirigido por Jonah Koetke y colaboradores aborda un aspecto poco explorado: cómo la humildad intelectual de los científicos influye en su percepción como figuras confiables. A través de cinco estudios registrados con más de 2,000 participantes, se demostró que los científicos percibidos como humildes intelectualmente son considerados más confiables, benevolentes y expertos, independientemente de su género, etnicidad o disciplina científica.
La importancia de la confianza en la ciencia
La confianza en la ciencia está directamente relacionada con el cumplimiento de recomendaciones clave para la salud pública y la sostenibilidad ambiental. Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19, las personas con menor confianza en la ciencia eran menos propensas a cumplir con medidas como el distanciamiento social. Estudios globales han demostrado que la confianza influye en decisiones críticas, como la vacunación y la adopción de comportamientos proambientales. Este contexto refuerza la relevancia de identificar los factores que promueven o erosionan esta confianza.
El trabajo de Koetke y sus colegas examina una variable novedosa: la humildad intelectual, definida como el reconocimiento de las limitaciones del propio conocimiento. Los investigadores plantean que esta cualidad está alineada con los ideales científicos y, a su vez, produce impacto tangible en cómo los científicos son percibidos por el público.
Qué significa ser un científico humilde
La humildad intelectual no debe confundirse con modestia general. Según los autores, esta cualidad implica tres dimensiones: la apertura para revisar opiniones, el reconocimiento de la contribución de otros, y la transparencia al comunicar incertidumbres o limitaciones metodológicas. En el contexto científico, admitir errores y actualizar teorías en función de nuevas evidencias no solo refuerza la calidad de la investigación, sino que también fortalece la percepción de honestidad y rigor.
Un hallazgo clave del estudio fue que la humildad intelectual es percibida como una característica alineada con las normas científicas. Cuando los científicos fallan en demostrar esta cualidad, esto puede generar una desconexión entre las expectativas del público y el comportamiento observado, debilitando su confianza.
Resultados principales del estudio
Estudio 1: Asociaciones generales
Este fue un estudio correlacional donde se midió cómo la percepción de humildad intelectual en los científicos se relaciona con la confianza percibida en ellos y el apoyo a creencias basadas en la ciencia (como el cambio climático o las vacunas). Encontraron correlaciones significativas entre la percepción de humildad y la confianza.
Estudio 2: Manipulación experimental inicial
Aquí, los participantes leyeron sobre un científico ficticio descrito con diferentes niveles de humildad (alto, bajo, o sin información sobre su humildad). Se midió cómo estas descripciones afectaban la percepción de confianza y credibilidad en el científico.
Estudio 3: Efecto del género
Este experimento replicó el diseño del Estudio 2, pero también incluyó una variable adicional: el género del científico. Compararon si los efectos de la humildad eran distintos para científicos hombres y mujeres. No encontraron diferencias significativas.
Estudio 4: Efecto de la raza/etnicidad
Similar al Estudio 3, pero esta vez variaron la raza/etnicidad percibida del científico (blanco, negro, latinx). Al igual que en el caso del género, los efectos positivos de la humildad fueron consistentes, independientemente de la raza del científico.
Estudio 5: Estrategias de comunicación de la humildad
En este último estudio, los investigadores probaron formas específicas de comunicar humildad, como admitir errores pasados o detallar limitaciones metodológicas. Identificaron que la estrategia más efectiva era destacar la disposición personal del científico para ajustar sus creencias.
Humildad y confianza: un binomio inseparable
Los resultados subrayan que la humildad no es solo una virtud personal, sino un catalizador para aumentar la confianza en los científicos. Al comunicar de manera transparente los límites de sus conocimientos, los científicos no solo demuestran rigor, sino también un compromiso ético hacia el público. Como podría haber señalado el filósofo de la ciencia Karl Popper, la disposición a someter ideas a crítica es un pilar del progreso científico, y esta actitud debería reflejarse también en la comunicación con la sociedad.
En contraste, la percepción de baja humildad puede tener efectos negativos significativos. Científicos que muestran rigidez o arrogancia pueden ser percibidos como menos confiables, lo que afecta tanto la aceptación de sus recomendaciones como la credibilidad general de la comunidad científica.
Globalización de la humildad
Aunque este estudio ofrece evidencia robusta, los autores identifican limitaciones importantes. Por ejemplo, las muestras utilizadas en los estudios fueron mayoritariamente estadounidenses, lo que plantea interrogantes sobre la generalización de los resultados a otras culturas. Además, aunque las estrategias de comunicación probadas mostraron efectos positivos, también revelaron riesgos de que enfatizar las limitaciones de un estudio pueda disminuir la confianza en los resultados específicos, incluso si aumenta la percepción de la integridad del científico.
Futuros trabajos podrían abordar cómo equilibrar la comunicación de humildad con la necesidad de mantener la confianza en hallazgos específicos. También sería útil investigar si las percepciones de humildad intelectual pueden ser un modelo para fomentar actitudes similares en el público, lo que promovería un pensamiento más crítico y receptivo hacia la ciencia.
La humildad como esencia de la metodología científica
La humildad intelectual no es solo un atributo personal deseable en los científicos: es una pieza fundamental de la metodología científica. De hecho, la ciencia se construye sobre un principio básico: la capacidad de reconocer errores y corregirlos. Desde el diseño de experimentos hasta la publicación de resultados, el proceso científico está diseñado para cuestionar hipótesis, detectar fallos y mejorar constantemente. Este enfoque no es un signo de debilidad, sino de fortaleza, ya que permite avanzar hacia un conocimiento más sólido y fiable. La apertura a la crítica y la revisión externa son, en esencia, expresiones de humildad.
El proceso de revisión por pares (peer review) es un ejemplo concreto de cómo la humildad está integrada en la ciencia. Antes de que un estudio sea publicado, otros expertos evalúan su validez, analizan posibles errores y sugieren mejoras. Este sistema fomenta la colaboración y asegura que las conclusiones estén respaldadas por una revisión exhaustiva. Incluso después de la publicación, los hallazgos pueden ser cuestionados y revisados si nuevas evidencias sugieren una perspectiva distinta. Esto mejora la calidad del conocimiento generado y refuerza la confianza pública en la ciencia al demostrar su capacidad para autocorregirse.
Por otra parte, la humildad se manifiesta en la forma en que los científicos diseñan sus investigaciones. Las múltiples mediciones y métodos son utilizados precisamente para abordar la complejidad de los fenómenos estudiados y minimizar los sesgos. La metodología científica no busca imponer certezas absolutas, sino ofrecer explicaciones provisionales basadas en la mejor evidencia disponible. La disposición a ajustar teorías y modelos cuando los datos lo requieren es una práctica esencial que ejemplifica la importancia de reconocer las limitaciones propias del conocimiento científico.
Por tanto, demos un paso más. La humildad no es solo una virtud personal, sino una característica intrínseca del método científico. Reconocer los límites del conocimiento, aceptar la crítica y promover la mejora constante hace a la ciencia más rigurosa y fortalece su credibilidad ante la sociedad. Integrar este valor en la comunicación y en la práctica diaria es clave para que la ciencia continúe siendo un faro de confianza en un mundo lleno de incertidumbre (Tomado de Muy Interesante).
Referencias
- Koetke, J., Schumann, K., Bowes, S.M. et al. The effect of seeing scientists as intellectually humble on trust in scientists and their research. Nat Hum Behav (2024). https://doi.org/10.1038/s41562-024-02060-x
Imagen de portada: Demostrado: los científicos que demuestran humildad intelectual generan mayor confianza entre la población. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.- Científico humilde.