Por lo menos 128 periodistas y trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados desde el inicio de la guerra entre Israel y Palestina en octubre de 2023, el conflicto más letal para la prensa jamás documentado por el Comité para la Protección de los Periodistas (Committee to Protect Journalists o CPJ, por sus siglas en inglés) desde que la organización comenzó a recopilar información en 1992.
Una nota publicada en el sitio web www.flip.org.co, de la Fundación para la Libertad de Prensa, refiere que, según investigaciones periodísticas, algunos de los ataques de Israel han sido deliberadamente dirigidos contra reporteros e instalaciones de medios de comunicación, clara infracción al Derecho Internacional Humanitario (DIH).
De acuerdo con el Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra, los periodistas son protegidos como civiles y, en consecuencia, los ataques deliberados en su contra constituyen crímenes de guerra.
Tales ataques se suman a otro tipo de restricciones al trabajo periodístico que dejan claro que Israel busca reducir la producción de información sobre lo que está ocurriendo en Gaza. Entre otras cosas, Israel ha allanado o cerrado al menos cinco oficinas de medios de comunicación de forma permanente o temporal, ha arrestado a 69 periodistas palestinos o les ha negado visas a aquellos que, a pesar de las hostilidades, buscan ingresar a Gaza para reportar sobre el conflicto.
Según cifras del CPJ, se estima que 4.000 periodistas internacionales fueron acreditados para cubrir la guerra; sin embargo, solo uno pudo ingresar a Gaza para cubrir los hechos de manera independiente.
La FLIP hace parte de la Red Consultiva de la Media Freedom Coalition (Coalición por la Libertad de Prensa), junto a otras 21 organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la libertad de prensa alrededor del mundo. Desde ahí, la organización ha advertido que la prensa en Gaza se enfrenta a riesgos sin precedentes y necesita que los Estados con capacidad de interferir en el conflicto asuman varios compromisos.
Estos compromisos deberían ser expresar públicamente su preocupación por el número de muertes y limitaciones a la libertad de prensa en medio del conflicto entre Israel y Gaza, asistir a los periodistas en terreno dándoles equipos de seguridad y reponiendo los equipos destruidos en medio del conflicto y desplegar acciones diplomáticas para lograr que Israel cumpla con sus obligaciones de resguardo de la prensa como población civil protegida que desarrolla su trabajo en medio del conflicto.
De igual modo, la FLIP se solidariza con quienes valientemente trabajan en la región, incluyendo a quienes reportan desde Líbano. Su trabajo —reconoce la organización— es crucial para exponer lo que está ocurriendo en el terreno y denunciar las violaciones a derechos humanos en tiempos en los que la rendición de cuentas se debilita y la propaganda prolifera.
Imagen de portada: Las FDI israelías han hecho de esta una estampa común para los periodistas. Foto: Reuters.