OTRAS NOTICIAS

El regreso de los hijos (sentimentalmente) pródigos

Es verdad, lo confirma la ciencia: una megaestrella musical ha concitado por estos meses tal hazaña de público que los movimientos de sus fanáticos ocasionaron en más de un sitio sismos de magnitud 2, perceptibles a kilómetros de los conciertos. Sin ninguna Taylor Swift en el paisaje ni multitudes que la ovacionen, en la franja norte de la ciudad de Camagüey pasó algo similar, pero “a la cubana”: un puñado de miembros de la octava graduación de la Escuela Vocacional General Máximo Gómez se reencontró el día 13 de septiembre en “el lugar de los besos” y produjo una intensa sacudida… solo que de corazones.

La foto de familia de la graduación 1979-1985, con algunos profesores.

Esas son las diferencias entre la tienda y el alma que nos dejó entender José Martí sembrándolas en el surco profundo de una carta a la niña María Mantilla, de modo que es probable que ante el abrazo de 63 de los 353 graduados en 1985 hasta al General en Jefe del Ejército Libertador, que vela en una colina por el bien de la escuela, se le erizara la piel de sus enjutos brazos de bronce.

Han pasado cuatro años desde que Geovel Orozco, graduado residente en Rusia, fomentó la creación del grupo de Whatsapp que hoy tiene 99 miembros. Sin decisiones desde afuera, condicionamientos divisorios ni fronteras de ningún tipo, juntan sensibilidades y recursos en bien de los “muchachos” y profesores, pero sobre todo de la escuela, siempre la escuela, bajo la premisa no de la crítica, sino de la cooperación. ¿Por qué? Porque no olvidan la mano que les dio de comer ni el pensamiento que les dio de crear.

Como en otros planteles, la historia es hermosa: hacía solo 19 días que Fidel había cumplido 50 años cuando el primero de septiembre de 1976 inauguró, en su plenitud de líder, una escuela plena como él que exigía apenas un requisito de acceso. ¡Qué requisito, por cierto: ingresarían los mejores!

¡Y los mejores entraron! Buena parte de ellos se apresta a celebrar con la dirección de la escuela y sus alumnos, en 2026, no solo los 50 de esta Vocacional —que tendrá entonces la edad que tenía el padre que la creó—, sino el primer centenario de Fidel Castro en la historia del mundo. La quincuagésima graduación, fruto fresco de esa fecha, se cuece en las aulas del ahora Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas.

Junto a los más arraigados, que aún viven en territorios de Camagüey, Ciego de Ávila y Las Tunas, asistieron graduados desde otras provincias de acogida y, también, de Rusia, España y Estados Unidos. Con la hermandad intacta, celebraron la permanencia de profesores de la época —quienes fueron reconocidos—, el rescate de algunas áreas y el avance de la hornada de nuevos estudiantes.

Otros rostros del orgullo

En general, componen parte del paisaje de los profesionales, técnicos y trabajadores de Cuba, así que unos cuantos siguen una vida muy humilde pese a rebosar saberes: optaron por el precio de enrolar su suerte a la suerte marinera de su tierra y eso entraña sacrificios. Llenos de inconformidades y certezas en torno a la hora actual de la patria, suscriben unas y otras desde una obra personal palpable y comprometida con el pueblo que pagó la antesala a sus carreras sin preguntarles quiénes eran sus padres o cuánto dinero tenían.

“…¡ay de los pueblos sin escuela!”, advertía el Apóstol. La frase parece circundarlos. Cuando se quiebra una escuela cae un ladrillo de la nación, así que cuando se restaura otra se pulen el repello y el fino que sustenta nuestra estirpe. Tanto o más que áreas e inmuebles, graduados como estos se preocupan por preservar los colores en el trozo que les toca en el gran lienzo de la cubanía.

El valor del encuentro reside entonces en que fue más que un ejercicio de arqueología de afectos. Exigió, para concretarse con recursos propios, un tejido de acciones capaces de conjurar las emboscadas del mal en las redes sociales y las abundantes trampas del odio. Porque si en algún momento, en los inicios, alguien intentó enturbiar las aguas del grupo con algún hilo de agravio, enseguida se impuso la mejor política, la del abrazo entre cubanos para que luego cada cual sacara cuenta de cómo se cosecha amor.

Hubo estampas singulares, como que Geovel llegara de Moscú no solo vestido, a sus 57 años, como impecable alumno vocacional, sino que además viniera con algunos accesorios de respaldo para el evento… ¡acompañado por su esposa e hijo rusos! Otra amiga, Julith, trajo de España pelotas y mallas no para apretar más a sus hermanos —¡qué bastante nudos tienen ya por deshacer!—, sino para los aros de las mismas canchas de baloncesto que antes un grupito había limpiado de maleza, pintado y acondicionado.

En tanto, Idalmis, llegada de Estados Unidos, parecía conjurar las posibles “malas lenguas” que suelen vigilar nuestros contactos con la sonrisa transparente que tenía en los ’80. Desde lejos, Alexander envió los pulóveres con el distintivo del encuentro y Ana María Álvarez, Ñico Bourne y Herlán Varona apoyaron de otras maneras.

Hubo cuentos de todo color, actuados lo mismo por Pipo Eliécer, el profe de Física que no hace caso a la gravedad, que por alguno de los bromistas que volvieron 39 años después. Un clásico local: el de cierta aventura equina con final feliz; otro, el gas de abolengo docente no recogido en la tabla periódica de Mendeleiev. Se recordó a peculiares cuidadores de exámenes, a los dueños de seudónimos únicos, también fugas puntuales, amoríos prohibidos, estampas agrarias y urbanas… lo normal mientras se empina una generación porque de eso, y de entrega, están hechos los cubanos.

Como para otros, José Martí, ese profe que les acompaña, pareció escribir para ellos: “…¡desventurado el que no sabe agradecer!”. La octava graduación de la Vocacional de Camagüey se confiesa agradecida: los intensos trabajos voluntarios guiados por Noel Iraola en bien de las áreas deportivas y del “mecenazgo” en torno al mural pintado para la ocasión por el profesor Bienvenido Letford, la ardua coordinación de Belkys Valdés, Nivia Alcaraz y Dania Rubante para alistar el programa y recaudar lo aportado desde Cuba y el extranjero y el respaldo para concretar el encuentro de Anisia Martínez y Mayra Barroso —hay muchos activistas más, por supuesto—, son apenas la punta de un gran iceberg de esfuerzo que mantiene su “temperatura”.

Este fue el grupo de ese año mejor representado en el encuentro.

¿Conseguirán, ellos solos, un milagro? Es seguro que no; también lo es que no es eso lo que buscan, pero el gesto, marcado por la siembra de un árbol, rebasa el mero encuentro social —que otros, por ejemplo, han hecho en centros recreativos, lejos de la escuela— para reflejar su voluntad mambisa de no entenderse con cierto desentendimiento con las cosas de Cuba que no deja de crecer… ¡en Cuba! Más que armar un trabalenguas, la sentencia traba la nación. El primer argumento de quien exige avances debe ser entenderse primero con la patria.

Una estampa de cafetería de los maravillosos 80.

Por fortuna, no son los únicos, en el país ni en la provincia, preocupados por el surco desde donde se empinaron. Como de la tierra natal, cualquiera tiene la opción de irse de una escuela, pero lo realmente importante es que la escuela, tanto como esa tierra, permanezca en su interior. Da igual el sitio: incluso dentro de los límites de Cuba, el que pierde la patria del pecho jamás sintió escuela verdadera.

Martí compartía estas elecciones tan suyas: “Si me preguntan cuál es la palabra más bella, diré que es ‘patria’: —y si me preguntan por otra, casi tan bella como ‘patria’, diré— ‘amistad’”. De eso se trató el encuentro, de abrazarse entre hermanos y afincarse, unidos, en la tierra que los nutre.

Puede asomar un incrédulo: “¿Qué cubano no sabe que lo que hay que preservar es el país?”. ¡Ah, pero el país comienza a salvarse desde sus escuelas! Incluso el aula más pequeña es capaz de producir un sismo de emociones que jamás alcanzarían los artistas milmillonarios del mundo. ¡Bendita Vocacional que, como leyendo la carta a María Mantilla, en lugar de cuentas de la tienda, mostró el camino a la vocación del alma!

 

 

Fotos: Cortesía de varios participantes. Imagen de portada: Amigos frente a la escultura ecuestre de Máximo Gómez, realizada por José Delarra.

Foto del avatar
Enrique Milanés León
Forma partede la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

13 thoughts on “El regreso de los hijos (sentimentalmente) pródigos

  1. Hermano Vocacional me has dejado sin palabras y envuelta en llantos con tal hermosa y profunda crónica. Siempre dije que haríamos historia celebrando nuestro reencuentro con acciones concretas de agradecimiento infinito a esa formación impregnada del mejor de los valores. Alguien se dará cuenta un día, que es y será la idea más brillante de nuestro Comandante de ofrecer a los niños talentos y como decía Martí ” La Esperanza del mundo”, la mejor de las escuelas para lograr la formación INTEGRAL. Mientras eso suceda los Ex-vocacionales de la Máximo Gómez, se unirán para rescatar sus instalaciones y los verdaderos principios fundacionales. GRACIAS, BELKYS VALDES

  2. Excelente escrito para reflexionar. Todos unidos por hacer de nuestra casa grande; una escuela bella donde se continúe la instrucción y la amistad por encima de todo y
    todos. Gracias a nuestro excelente hermano y periodista🙏🏻💙💙💙

    1. Por segunda vez leo el artículo de Enriquito, así le llamamos cariñosamente, una lectura que invita a seguir leyendo, muy orgulloso de conocernos y ser su amigo desde la niñez, hasta vecinos en Santa Cruz del Sur, siempre muy modesto, y sigue así, nunca mencionó su cumpleaños, pero allí había un kake y sin querer , sus amigos de muchos años lograron compartir momentos para no olvidar, los q no fuimos al encuentro, creo nos sentimos con ganas y comprometidos asistir al 50 aniversario, o apoyar de alguna manera el evento ,, Enrique, una vez más felicidades y bendiciones para ti y familia.

    2. Son muy lindos y emotivos los encuentros vocacionales que se celebran en cual
      quier parte del mundo dónde se reúnen alumnos y profesores que vivieron en ese maravilloso centro, en todos abundan los sentimientos de hermandad y cubania.
      La extensa crónica del periodista refleja todo lo que anteriormente planteo, de forma amplia, pero también hace insinuaciones que son innecesarias y conceptualiza el concepto de agradecimiento de una forma absolutamente política.
      Creo que faltó un espacio, si de fundadores se trata, para homenajear a Elvira Sixo Viladon, primera Directora General que tuvo esa institución y a los alumnos y profesores que ya no están entre nosotros, pero a lo mejor en algún lugar se reúnen.

      1. Con todo el respeto del mundo me siento en el deber de responder, porque fuí la máxima responsable en la organización de este maravilloso reencuentro que marcó y marcará un antes y un después del mismo. El sol es el astro más importante en nuestra galaxia y tiene manchas… Pero el brillo de la crónica de nuestro querido y bien formado en principios y valores el periodista Enrique Milanés León es tal que para nada será manchado porque UD, mi querido profesor de historia fue uno de los tantos profesores que nos inculcaron esos principios y valores. Enrique fue uno más conmovido por todo lo acontecido en la Vocacional el día 13 de septiembre, por tanto su crónica fue un reflejo nacido desde lo más profundo de su corazón, más allá de su profesión. Cuando estamos en el ejercicio por tan sólo decir, “AGRADECIENDO” nada se puede olvidar, desde quién puso la primera piedra para construir esa majestuosa obra y joya Arquitectónica del Movimiento Moderno, cómo quien gestó para que nosotros los jóvenes del futuro tuviéramos una escuela de nuevo tipo súper bien concebida con todo. Para el conocimiento de todos, nos trazamos un amplio plan de actividades pues queríamos celebrar el reencuentro de 39 años de un modo diferente. Haciendo eco de las palabras cómo bien decía Martí “La mejor forma de decir es HACER” y sin criticar nada, porque es muy fácil decir: la escuela se está cayendo a trozo. Por tanto sus hijos agradecidos, nos propusimos dejar nuestra huella en quién nos formó. Aquí le muestro todo lo que hizo la 8va graduación por nuestra segunda madre, que por 1era vez se ha hecho en la historia de la Vocacional de Camagüey incluso en el resto de las vocacionales del país:
        1) Reanimar el área deportiva de la escuela embelleciendo y pintando las canchas con trabajos voluntarios y donando las mallas de todos los cestos así como tres pelotas de baloncesto .
        2) Donamos un Mural para dejar plasmado un homenaje a los REENCUENTROS de los Vocacionales y que la escuela iniciará un curso escolar con nuevas motivaciones.
        3) Donamos un libro de nuestras memorias a través de anécdotas recopiladas entre todos los graduados de la 8va graduación
        4) Donamos un cuadro a la Sala De Historia de la Escuela con un poema a dos voces que expresa el sentir de la 8va graduación, en agradecimiento a esa formación de valores que dejaron uds, nuestros profesores y padres al mismo tiempo.
        5) Entregamos reconocimientos a una representación de profesores que tuvieron mucho que ver en nuestra formación, que ni la propia escuela ha hecho en todo este tiempo
        6) Gestionamos la creación del taller del libro y la literatura ” Enrique José Varona y el Taller de habilidades en Manualidades y artes plásticas para despertar las vocación en los estudiantes
        7) Sembramos árboles frutales
        8) Realizamos 3 videos: uno dedicado a lo que representó la escuela en todo para nosotros hasta el día de hoy, otro a homenajear a hermanos nuestro y profesores fallecidos y otro a los mensajes de los que siguieron nuestro evento desde la distancia tanto graduados y cómo profesores.
        8) Reconocimos la labor del profesor Bienvenido Letford artista de pura sepa quien con todo el amor del mundo y sin pensarlo aceptó el reto con 68 años para hacer un Mural de tal magnitud en 15 días.
        HICIMOS MUCHO MÁS!!… Dejamos nuestra huella en el corazón de la Dirección de la Escuela y más allá. Fuimos los primeros dando el ejemplo para motivar a otras graduaciones a que hagan lo mismo que hicimos nosotros. Se anima a sumarse para celebrar el 50 aniversario como lo hicimos nosotros? Todo lo hemos hecho con amor porque así nos formaron y repito una frase de Gandhi que mencioné en mi discurso en la gala de bienvenida: ” Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio”. Hay que aprender ser agradecido para que el odio no nos consuma

      2. Con respeto profesor le comento. Agradecer es un concepto que habla de lo mejor de lo humano y debe practicarse al inicio de cada día y como no hacerlo en el caso de la educación recibida, si mucho de lo que conseguimos estando en cualquier lugar del mundo se debe a la formación en Nuestra Escuela Casa Inmensa
        y Bella., que no cayó del cielo como aparentaba, fue y es la materialización de un sueño que superó a la realidad. Y si ,hicimos un sencillo pero hermoso homenaje a los ausentes físicamente durante el Encuentro este 13 de Septiembre de 2024.La escuela como Ud puede ver en las fotos no está cayéndose a pedazos, si ha recibido reparaciones, y las seguirá teniendo, una parte de ellas vendrán de los que sentimos que es como una madre de todos y que deseamos que muchos niños disfruten de todo lo que tuvimos y más.

  3. Hermano, que bien se siente llamarte así, mi mente nunca imaginó vivir momentos tan intensos, en mi casa hace días q no se habla de otra cosa, yo creo q nadie sabía de verdad la magnitud de lo q encontraríamos en ese lugar mágico que tenemos el deber de cuidar y proteger, un abrazo enorme

  4. Extraordinario querido amigo, sin duda has expresado el sentir de todos nosotros que motivados y agradecidos acudimos a ese encuentro cargados de emoción y ansias de recordar esa etapa inolvidable que vivimos allí. Si hoy somos hombres y mujeres de bien tenemos que reconocer que adquirimos en esta escuela los valores que hoy nos distinguen.

  5. Gracias amigo. Muy grato el encuentro y en tus escritos lo que todos quisimos expresar. No sólo eres el gran escritor, eres un traductor de sentimientos.

  6. Está bordado desde dentro con tu pluma este Encuentro después de 39 años.Fundar, construir, amar, sembrar, crecer,…fue lo que aprendimos en la escuela .El vivir aquí o allá no es lo que nos define, sino el amor que late a la izquierda del pecho. Ser Vocacionales es como un sello puesto a la salida Escuela Hermosa madre de todos. Gracias hermano, q

  7. No me canso de leer tan bello texto nos relata todo lo ocurrido y nos hace vivir a los que no pudimos estar presentes fisicamente todas las emociones vividas por nuestros hermanos .Un abrazo en la distancia

  8. Sin palabras he quedado y con lágrimas en los ojos al leer tan bellas palabras y haber vivido lo sucedido en tan maravilloso encuentro, dónde el amor y la amistad se desbordaron. Será que nos volveremos a encontrar en 2026. SI ,YO lo creo.

  9. ( continuación del 1er comentario que se me esacapó sin terminar)
    … que manera de salir agua salada de los lagrimales. Nadie podía hacerlo mejor que tú., el pedido múltiple de muchos , aún sin terminar el Evento no se equivocó,un fuerte abrazo nuestro hermanito de La Escuela Grande Hermosa y Bella: Nuestra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *