COLUMNISTAS

El inmenso Fidel

De Fidel, todos los recuerdos son enseñanzas. Su capacidad de análisis, el dominio de los temas nacionales e internacionales, la cultura de escuchar, sugerir, y nunca imponer y, sobre todo su confianza en el ser humano, una de sus mayores virtudes.

Una tarde, casi noche, estábamos en una de las cotidianas Mesas Redondas de las que éramos panelistas en temas internacionales, ya fuese para la Televisión Cubana o las que se realizaban para Telesur.

Transcurrían momentos de un Irak bombardeado y ocupado por tropas estadounidenses, de un presidente, Sadam Hussein, llevado a la horca sin juicio alguno, y de un Gadafi asesinado vilmente en Libia.

Recuerdo que el tema esta vez era la situación en el Oriente Medio, asunto candente desde entonces. Estábamos en la Mesa, si mal no recuerdo, los compañeros Eduardo Dimas, Juan Dufflar y yo, bajo la conducción de Randy. También estaba organizándolo todo Danilo Sirio.

Para entonces, ya hecha realidad la agresión y ocupación de Irak por parte del ejército de los Estados Unidos, se atacaba a Libia, nación norafricana con altos índices de beneficios sociales para su población y también con conflictos internos entre grupos y etnias, que provocaban desestabilización.

Libia estaba conducida por Muamar el Gadafi, y Estados Unidos, como siempre de manera oportunista, incentivó el incremento de las divisiones y enfiló sus cañones para acabar con el líder libio, hasta que logró asesinarlo cruelmente y con posterioridad hacerse de parte del petróleo liviano que produce el país, además, reservorio de la mayor cantidad de agua dulce de la región.

Una vez muerto el presidente Gadafi, Estados Unidos sacó sus fuerzas militares o parte de ellas, y el país norafricano quedó en condiciones caóticas de desarrollo y de beneficio social para sus habitantes, a la vez que se daba un golpe al hecho de que Gadafi presidía entonces la Organización para la Unidad Africana.

En la citada Mesa Redonda de ese día, se abordaron las circunstancias en que se producían las guerras contra Irak, Libia y Siria, y, por supuesto, la forma en que Estados Unidos estaba involucrado en la guerra de Israel contra la población palestina.

Dimas se concentró en hurgar en la forma desfachatada en que los gobiernos estadounidenses, financiaban y suministraban armas al gobierno sionista de Israel y que usaba contra la población palestina.

Cuando ya estábamos terminando aquel emotivo diálogo conducido por Randy, quien, a través de los años, fue dando muestras de su madurez política, periodística, y su capacidad de análisis, el compañero Danilo Sirio, le entregó un papelito y nos pidió no irnos que «teníamos visita».

Había terminado la realización de la Mesa Redonda, pero lo que no nos imaginamos es que se presentaba la especial oportunidad de dialogar con un maestro de los temas tratados y de otros muchos: era una post Mesa con Fidel Castro.

Nos esperó en la puerta del ascensor que conduce al estudio de Televisión dedicado a este programa. Nos dio la mano a cada uno y nos «evaluó» sobre la forma en que tratamos los temas. Su palmada sobre el hombro, parecía una forma de darnos más confianza, para continuar los análisis.

En pleno intercambio con el Comandante, el compañero Dufflar le pidió su opinión sobre la Unión Africana y la presidencia que ocupaba entonces el mandatario libio.

Fidel nos hizo un recorrido por toda África, por el proceso de colonización y por la llegada a la independencia de esos países.

Se refirió a las muchas veces que las mismas metrópolis colonialistas querían seguir explotando los recursos naturales de los países africanos, pero no invertían en el desarrollo de los mismos.

Trajo a relucir, el momento en que se creó la Organización de la Unidad Africana (OUA), luego convertida en la Unión Africana.

Pasaban los minutos y el Comandante hurgaba en detalles, en lo tan difícil como necesario que era la unión de esos países y lo imperioso —advirtió— de no perderse el concepto de independencia y de soberanía de los pueblos.

También explicó su experiencia con líderes de la independencia africana que conoció personalmente y de los cuales se nutrió de cuánto hicieron, no solo para conducir el proceso de descolonización, sino para buscar la unidad, ante todo.

Había transcurrido una hora de conversación, o mejor dicho, de una clase magistral, cuando dio por terminado el encuentro, nos volvió a saludar y nos invitó a continuar profundizando en el tema africano, en la situación palestina, y en el papel adverso de los gobiernos estadounidenses y otras potencias.

Gracias Comandante, le dijimos como despedida. Una vez más habíamos tenido el privilegio de dialogar con Fidel, en el marco de su continua participación en las Mesas Redondas, espacio televisivo que él mismo había concebido y que al cabo de esos 25 años le podemos asegurar — donde quiera que esté— que no lo hemos defraudado.

Foto de portada: Tomada de Cubadebate

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Elson Concepción Pérez
Periodista cubano y analista de temas internacionales. Forma parte de la redacción del diario Granma.

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