NOTAS DESTACADAS XXIV Bienal Internacional de Humorismo Gráfico

¡Qué raro: la Bienal del Humor cerró con llanto!

Aunque importantes personalidades ocupaban butacas de primera fila en el cine teatro de la localidad, la vigésimo cuarta edición de la Bienal Internacional de Humor Gráfico de San Antonio de los Baños no tuvo este miércoles el formal cierre de los discursos, sino la mejor conclusión a que puede aspirar cualquier actividad que ha sido respetada: la sonrisa de la gente.

Dicho más claro, en la ceremonia de premiación y en su gala acompañante sonrieron tanto los vecinos de esta villa bonachona como las autoridades que los guían: Gladys Martínez, primera secretaria del Partido en la provincia y Yuri Belén, su par en el municipio; Gerardo Hernández Nordelo, coordinador nacional de los CDR y Héroe y humorista a partes iguales; Liuba Moreno, funcionaria del Comité Central, y Ricardo Ronquillo, líder nacional de la UPEC, salieron del teatro con la misma cara feliz de unos cuantos caricaturistas que, gracias a su buena “mano”, volvieron a casa con diplomas, cheques, obras de arte, ¡bicicleta! y hasta la “copa” fuerte para el brindis familiar.

No fue un chiste, mas sí una alegría inmensa, tener en ese teatro a Manuel Hernández, el Premio Nacional de Periodismo José Martí y Premio Nacional del Humor que mereció también, a puro talento, el Premio Nacional de Artes Plásticas recibido este miércoles.

A teatro lleno, a la vera de Manuel, todos ganaron, ¡ganamos!, con esta Bienal. Los más ganadores de la velada fueron, sin embargo, esos artistas de aquí y de allá que el jurado de Lema, Víctores, la Doctora Carina, Pelayo y Castillejos decidió destacar por sobre el resto. El creador más alumbrado por el foco del evento fue esta vez el italiano Marco de Angelis, que con su obra “Wrench” se quedó el Gran Premio Eduardo Abela y con “Renovation” ganó el Primer Premio en Humor general.

Marco de Angelis-Gran Premio Eduardo Abela.
Marco de Angelis-Primer Premio en Humor General.

Claro que hay otros ganadores de premios Primero, Segundo y Tercero —como los Aureliano y José Arcadio de Cien años de soledad— y de unas cuantas menciones que se pueden conocer en este enlace de Cubaperiodistas. Después de apreciar tanto chiste en el trazo a lo largo de cuatro jornadas, esta nota persigue apenas cerrar esta página de año alterno y preparar la hoja blanca para la otra, llamada a garabatearse en 2027, aunque entre ambas ya está anunciada su prima hermana, la Bienal Internacional de Humor Político.

Mientras todos disponemos alma y cuerpo para llegar a ellas, queda repasar esa guía llamada Declaración final, leída en la gala por el vicepresidente de la UPEC Francisco Rodríguez, quien dirigió el inevitablemente extenuado —y tercamente feliz— comité organizador.

A grandes rasgos, la declaración insiste en el poder del humor como herramienta de crítica social y sitúa entre esas batallas libradas por los artistas gráficos las luchas de los pueblos palestino y vietnamita, reflejadas con ingenio —y a menudo con bastante genio— en par de muestras abiertas esta semana, una de ellas de… ¡Manuel!

La declaración reivindica además el vínculo entre el evento y la identidad cultural y el respaldo que él otorga a debates periodísticos sobre el humor en redes y, especialmente, a la multiplicación del compromiso con la alegría y la verdad.

La certeza de que ello entraña un desafío internacional quedó clara en las palabras de la embajadora de Rumanía en Cuba, Theodora Magdalena Mircea, quien recibió con entusiasmo y respeto la Mención Especial ganada con la obra “Our daily bread” por su compatriota Vecerdea Cristinel, un creador que, según dijo la diplomática, atesora más de 80 premios nacionales e internacionales en festivales y concursos.

Theodora Magdalena Mircea señaló que el mensaje clave de la Bienal —“Menos fake y más news”— destaca “… el poder del arte, de la amistad, hace una llamada a unirnos en el esfuerzo por combatir la desinformación y al mismo tiempo apoyar el periodismo como fuente confiable y profesional de información”.

Al trasmitir la gratitud del artista de su país, la diplomática señaló que “… el humor gráfico nos ayuda a superar las dificultades y al final ser más resilientes y enfrentar los desafíos para seguir adelante o, como decimos nosotros los rumanos, hacemos gracia de la desgracia”.

¡Esa última frase nos “suena” de alguna parte a los cubanos!

Antes de la gala de premiación, los participantes habían visitado el Centro de Vida Asistida Quisicuaba, de la finca integral del mismo nombre, donde su directora Yadelki Hernández Morales explicó los detalles del proyecto, uno de los 34 que sostiene la denominación espiritista y que está dirigido a la labor social de acogida de personas en disímiles situaciones de vulnerabilidad.

Manuel, pinta en el mural del Centro de Vida Asistida Quisicuaba, visitado por los participantes antes de la gala de premiación. Foto: Del autor.
Gerardo Hernández aportó su trazo al mural. Foto: Del autor.

De allí se trasladaron al museo municipal de San Antonio de los Baños para apreciar la exposición José Luis en las Bienales de San Antonio, curada —de humor y espanto— a base de diez obras presididas en la atención por una que se roba al público: “¡La Divina Cuenta!”.

José Luis recibió el elogio de Gerardo Hernández Nordelo, quien le ve como un paradigma de varias figuras del humor gráfico cubano. “Si antes otros caricaturistas reconocieron a otros maestros, ahora puede decirse que José Luis pertenece al grupo de clásicos respetados como guías por mi generación”, afirmó.

Adán mira a José Luis. Foto: Sergio Morlán.

Fue entonces cuando todos partieron al cine teatro para proclamar, entre otras, la buena noticia del italiano Marco de Angelis. Ni él ni los muchos agasajados con premios y menciones de la tarde fueron los únicos felices: en medio del brindis tradicional que anima el cierre y “aligera” en la lengua los proyectos de obras, la reconocida locutora de televisión Yanela de la Rosa y la sensible especialista de la dirección de Cultura de San Antonio… Estela López recibieron la sorpresa de la felicitación masiva por sus cumpleaños.

Cumpleaños de Yanela y Estela. Foto: Del autor.

Era ya tarde la tarde, pero un artista del pueblo les cantó hasta mañanitas. ¿Por qué lloraría Estela? No parece difícil responderlo: por la emoción de la Bienal. ¡En dos años se repite!

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Enrique Milanés León
Forma parte de la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

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