NOTAS DESTACADAS XXIV Bienal Internacional de Humorismo Gráfico

La Bienal del Humor como un pase de pinceles

Si quienes rompemos unos cuantos “pinceles” al día tratando de retratar el mundo con la palabra nos emocionamos al ver juntos, intercambiando elogios y afectos, a Ángel Boligán y a Arístides Hernández (Ares), cómo se sentirían sus colegas, que tanto les respetan, cuando este martes el segundo presentó la exposición del amigo y el primero dijo, así como si nada, que se siente un “producto de las bienales”.

Era el tercer día de la Bienal Internacional de Humor Gráfico y en la apertura de la muestra “Con un poco de amor”, que hasta el 30 de mayo dará más luz en San Antonio de los Baños a la Fundación Ariguanabo y que, curiosamente, celebra los cercanos 60 años del artista regalándole arte a cualquiera que entre a la sala, Boligán confesó que su semilla germinó en ese pueblo y echó muchas raíces que nunca van a morir.

Boligán recibió los afectos de su pueblo. Foto: Del autor.

“Siempre —agregó— hay una rama que se extiende, se va a la casa del vecino y de pronto echa fruta y flores por allá y el vecino las coge, pero nos llevamos muy bien con el vecino. Entonces, tengo que agradecerles a Cuba y a México”.

En efecto, este hijo apreciado de San Antonio de los Baños reside en México, pero no cesa de dar flores y frutos a su tierra, con la cual mantiene lazos irrompibles: “¿Cómo no voy a agradecer? ¿Cómo no voy a estar feliz? Este calor no es natural: es el abrazo. Me siento abrazado por todos ustedes. ¡Me siento tan orgulloso de estar aquí en mi pueblo! Lo dije una vez: yo partí, pero nunca abandoné”.

En lo que se disponía a picar el cake de (cercano) cumpleaños ante una cantidad de admiradores que parecían reventar los límites del patio, el maestro reveló una anécdota que parece estampa de realismo mágico: siendo un adolescente de cuna guajira con las libretas de ciencias tatuadas de garabatos, lo fueron a buscar a la escuela al campo para que inaugurara el mural de la segunda Bienal como caricaturista más joven que debía entregarle el pincel a… ¡Juan David! Lo hizo: “A partir de ahí comenzó esta carrera”.

Cumpleaños adelantado del maestro Boligán. Foto: Del autor.

No ha parado, pero la anécdota de Ares no es menos interesante que la suya, así que vale saltarse el texto (“Boligán y el amor como protagonista”) que escribió para el catálogo de la muestra y referir la manera en que se conocieron en 1986: “Yo tenía 22 años y él, 20, en 1986, el día que me hizo una caricatura y le puso debajo: ‘A mi nuevo amigo Ares’. Ha pasado mucho tiempo”, dijo el presentador.

Ares, que ya era casi médico y más tarde se enrumbaría como siquiatra, hizo entonces uno de sus mejores diagnósticos: “Si este país tuvo un Juan David, me alegra muchísimo que ahora tenga un Boligán”. Así veía ya su enorme capacidad de retratar de modo humorístico a la gente. Evidentemente, no ha cambiado de opinión.

“Es un ejemplo de caricaturista. En el sentido técnico ha logrado aunar en un estilo muy personal lo mejor de la tradición del humorismo gráfico cubano y después lo mejor de la tradición del humorismo gráfico mexicano, que es pura maestría, y esa absorción de todo lo que se hace en el mundo en la caricatura. Se ha convertido, y de eso no le queda duda a nadie, en uno de los más importantes referentes de la caricatura mundial. Su línea ha marcado a muchísima gente y no son solo los alrededor de 200 premios: tiene una producción de envidiar en la caricatura general, en la caricatura personal y en el humor general”, afirmó Ares.

Las obras de Boligán siempre impresionan. Foto: Del autor.

¿No hablábamos de la penúltima fecha de la Bienal del Humor? ¡Pues claro! ¿Qué es este encuentro sino el constante mirar hacia arriba y empinarse a cumbres gráficas como este par de genios criollos? No un pase de magia, sino de pinceles.

Antes de llegar a la Fundación Ariguanabo, los colegas de ambos habían inaugurado otras dos muestras de homenaje. La primera de ellas, de Osvaldo Gutiérrez (Osval), en la Casa de la Cultura y bajo el nombre “Osval en nuestros salones” fue seguida por el taller “Reírnos y aprender”, un complemento práctico de las 11 obras reunidas para el público.

Firma frecuente en Palante, Dedeté y Melaíto, Osval presentó de nuevo, bajo curaduría del Museo del Humor, piezas sobre costumbrismo, medio ambiente, política y otros conflictos globales que antes participaron en el concurso de alguna Bienal y, en varios casos, merecieron premios.

“Es como si siempre estuviera empezando. No dejaré nunca de participar en los salones”, señaló el artista avileño. Luego de los aplausos, condujo el taller no solo ante jóvenes interesados: también tuvo a caricaturistas expertos, algunos que le han publicado trabajos, o no, y esta vez se sentaron “humildemente” a participar en clase.

El artista habló de su obra en los periódicos Invasor, Escambray y Juventud Rebelde y de recomendaciones como la hecha por Adán Iglesias: dibujar cada día. “Hay que hacerlo, informarse con las noticias y adquirir cultura general”, considera el homenajeado.

El taller de Osval despertó interés en jóvenes de San Antonio. Foto: Del autor.

Osval abrió parte de su “librito”: escuchar a la gente en la calle, en las colas; leer los comentarios que los lectores ponen bajo las noticias, atender a seres tan creativos como son los cubanos. Disfruta acompañar artículos y colocar enlaces digitales entre sus caricaturas y textos afines y no está preocupado por el auge de la inteligencia artificial porque “nunca sustituirá el sentimiento humano”.

En el taller, realizó un ejercicio interesante de dibujo de caricaturas a partir de palabras o frases de impacto social preestablecidas al azar.

Los participantes, guiados por el vicepresidente de la UPEC Francisco Rodríguez, animaron también la apertura de la otra exposición, con sede en el Cine teatro Círculo de Artesanos, para rendir homenaje al maestro Pedro Méndez, quien no asistió esta vez a San Antonio de los Baños.

Aun desde lejos, Pedro Méndez hace sonreír. Foto: Del autor.

Bajo el título “Pedro: de Melaíto a San Antonio”, reúne diez obras de otro paradigma del humor gráfico que fundó en 1968 esa prestigiosa publicación del centro del país, pero que ha publicado también en Dedeté, Palante, Bohemia, Coordenadas y en varios periódicos de Cuba y de otras naciones.

La vigésimo cuarta edición de la Feria Internacional de Humor Gráfico de San Antonio de los Baños concluye este miércoles 23 de abril con la entrega del Gran Premio Eduardo Abela y otra larga lista de agasajos. Antes, en el Museo de Bellas Artes, de La Habana, el maestro Manuel Hernández, quien ya tiene los más altos reconocimientos nacionales de Periodismo y Humor, recibirá el Premio Nacional de Artes Plásticas 2024.

No puede faltar sentido del humor en la Bienal. Foto: Del autor.

Los creadores-paradigma y los que comienzan, pasándose los pinceles como Boligán y David, tejen entre sí y el público el mismo afecto de Ares y Boligán y apuntan, de una Bienal a la otra, a recorrer la vida y las ansias confesadas en la Fundación Ariguanabo por el amado hijo de San Antonio de los Baños: con el tiempo “… conocí a todos los dibujantes y comenzamos un movimiento increíble de caricaturistas que ojalá se rescate”.

Imagen de portada: Al centro, Osval, en la apertura de su exposición. Foto: Del autor.

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Enrique Milanés León
Forma parte de la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

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