Rotativa del tiempo

CMQ-Radio

EL HITO QUE MARCÓ RADIOCENTRO. Para mediados de la década de los años cuarenta del siglo pasado, los estudios de CMQ-Radio, ubicados en Monte y Paseo del Prado, ya no estaban a la altura de las aspiraciones de su dueño Goar Mestre, quien soñaba con levantar uno de los emporios mediáticos más sólidos de Hispanoamérica. Precedido por la fama de ocupar los primeros lugares de audiencia con su programación musical, noticiosa y dramatizada, el 12 de marzo de 1948 se inauguró Radiocentro, sito en L y 23, la zona de lo que sería la Rampa habanera, en el Vedado. La prensa de la época calificó la obra como “monumento al progreso” y digna sede para la radioemisora que ocupaba el primer lugar entre los cubanos por la calidad de sus programas y de cuánto existía en el arte radial. La inversión dio paso a un exitoso modelo en la producción de contenidos simbólicos con una eficiente maquinaria económica y organizacional de acento monopolista de cara al mercado; CMQ-Radio fue representativa por sus pautas de hacer el mensaje, donde la mediación de los modelos norteamericanos no borró los valores patrios y de identidad nacional.

CAPITALES, ANUNCIANTES Y GANANCIAS. Para continuar conquistando audiencias, la firma norteamericana RCA-Víctor instaló la más moderna tecnología en los estudios de CMQ-Radio y colocó transmisores para que llegara a todo el país y más allá. El consorcio jabonero Crucellas aportó capital financiero, patrocinó programas, contrató artistas en exclusivo y logró controlar a finales de los años cincuenta, el 60% del tiempo en el aire de la radioemisora; en ese lapso, Colgate-Palmolive invirtió sumas relevantes para estudios de mercado y la compra de más 20 horas diarias dedicadas a publicidad. La configuración monopólica del negocio mediático del grupo Mestre propició la estandarización de los formatos, el uso de recursos destinados a promover su difusión, la introducción de intermediarios que guiaran el consumo, y la amplia difusión alcanzada por los programas para maximizar ganancias, afirma la investigadora Claudia Torres García. Quienes transitaron por CMQ-Radio y su sistema corporativo con la televisión y otras radioemisoras, consideran que funcionó como reloj suizo y muchas de sus experiencias son perdurables.

Imagen de portada: CMQ-Radio y su sistema corporativo con la televisión y otras radioemisoras, devino uno de los emporios mediáticos más sólidos de Hispanoamérica en la década de los 50 del siglo XX. Diseño: Sophie Torres Quintana.

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