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Palabras de agradecimiento de Edda Diz Garcés por el otorgamiento del Premio Nacional de Periodismo José Martí por la Obra de la Vida 2025

Compañeros de la presidencia. Queridos colegas y amigos:

Decía Galeano que la utopía está en el horizonte. “Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”

Y es lo que he hecho durante mis últimos 50 años, en los que he ejercido mi profesión, consciente de que el periodismo no es una meta, es un camino, y se hace camino al andar…

Mi primera vez en letras de imprenta fue como corresponsal voluntaria en el holguinero periódico Ahora, que sería años después mi primer medio de prensa, donde aprendí no solo a hacer periodismo sino a sentir la emoción ante el olor a tinta y el ruido de los linotipos, gracias a un maestro del mejor oficio del mundo,  a quien todos llamábamos Cuqui Pavón…un quijotesco jefe de redacción que titulaba como nadie pero que también arrastraba a los más jóvenes con sus charlas sobre periodismo durante el trayecto que en las noches y madrugadas hacíamos hasta la cafetería “piloto” más cercana de la casona de la calle Rastro, en la que aún a veces estoy en mis sueños… aunque no volvió a ser la sede cuando el semanario retornó a la ciudad.

Llegué al Ahora con solo el primer año de la carrera terminado en curso por encuentro para trabajadores, y estuve cuatro años más simultaneando el estudio y el trabajo, que era muy intenso, con pocos o casi ningún recurso…Los problemas con el transporte de entonces nada tienen que envidiarle a los actuales (aliviados con el crédito chino), aunque las fuentes eran mucho más asequibles, aun sin Ley de Comunicación…

A menudo vuelvo con nostalgia a las palabras de García Márquez, en las que describe aquel periodismo en el que me formé, y que invito a revisitar, sobre todo para hacer lo posible y lo imposible para que, sin renunciar a la academia, ni al teletrabajo ni a las nuevas tecnologías que tienden a distanciarnos, nuestras redacciones vuelvan a estar llenas de periodistas, aunque en estos tiempos parezca una utopía, pero recordemos que las utopías sirven para caminar…. y cito un fragmento de aquel conocido discurso:

Hace unos cincuenta años … Se aprendía en las salas de redacción, en los talleres de imprenta, en el cafetín de enfrente, en las parrandas de los viernes. Todo el periódico era una fábrica que formaba e informaba sin equívocos, y generaba opinión dentro de un ambiente de participación que mantenía la moral en su puesto. Pues los periodistas andábamos siempre juntos, y éramos tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo. Era una tertulia abierta …los que no aprendían en aquellas cátedras ambulatorias y apasionadas de veinticuatro horas diarias, o los que se aburrían de tanto hablar de los mismo, era porque querían o creían ser periodistas, pero en realidad no lo eran”.

Tenemos que enamorar a los jóvenes, atraerlos y prepararlos en el quehacer diario, para lograr su permanencia en nuestros medios y garantizar la continuidad.

Compañeros y compañeras:

Quiero agradecer hoy a los colectivos con los que he compartido en estos años, porque de ellos es también este Premio, cuyo valor simbólico es excepcional, al llevar el nombre del más universal de los cubanos, José Martí, quién fundó el periódico Patria un día como hoy, hace 133 años.

Agradezco a todos mis compañeros, aunque quiero mencionar a algunos, entre tantos… A los colegas del Ahora y de la radio holguinera, cuyo sentido de pertenencia a este medio es paradigmático; al equipo que hicimos en la AIN de Holguín, y a María Elena Balán, cofundadora de la corresponsalía conmigo; a Canela y a Seijo por hacer de Trabajadores mi otro periódico-escuela; a Arias y Fausto, mis primeros directores en la agencia, que me enseñaron que no puede haber calidad sin rigor y exigencia; al editor Elio Delgado, por sus clases magistrales de redacción; a los corresponsales de la ACN en cada territorio, por demostrar que siempre se puede más a pesar de apagones, ciclones, incomprensiones y carencias; a los jefes de departamento y subdirectores…

A Reyes, por su apoyo invaluable cuando llegué por segunda vez a la Ain –hoy ACN-, y por tener siempre una solución para cada problema…

Agradezco a los jóvenes que se han ido sumando y son abanderados de la innovación… A los queridos amigos y maestros Julito García e Hilda Saladrigas, inspiradores y guías a los cuales debo mi Doctorado en Ciencias de la Comunicación; a la Facultad de Comunicación y el Instituto de Periodismo, por el aporte que siempre nos hicieron; y un agradecimiento especial a mi familia, por su apoyo incondicional a cada uno de mis empeños.

Así, he podido ser reportera, editora, subdirectora y directora…Y en cada una de ellas me he realizado como periodista, una profesión que escogí y volvería a hacerlo mil veces, porque como dijo el Gabo: aunque se sufra como un perro, este es el mejor oficio del mundo.

Muchas gracias a todos por premiar esta decisión de vida.

Imagen de portada: Iván Gutiérrez/Cubaperiodistas.

 

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Edda Diz Garcés
Licenciada en Periodismo. Doctora en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2011). Periodista desde 1974. Ha desempeñado labores en la radio, agencia de noticias y la prensa escrita a nivel provincial y nacional. Por su labor profesional ha obtenido numerosos premios y reconocimientos. Cubana, holguinera, periodista de la Agencia de Información Nacional (AIN). Cuba.

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