¡DE BOBO… NI UN PELO! Del talento artístico de Eduardo Félix Abela Villarreal (1891-1965) resurgió el personaje de El Bobo, definido como dibujo realista y crítico, cronista de su entorno, metiche, molesto, pícaro, de ingenuidad en el gesto y lengua afilada como daga. La historia recoge que la caricatura inicial apareció en La Habana en 1895 en un semanario con el mismo nombre, cuyos artículos llevaron, indistintamente, la firma de El Bobo de Batabanó y El Bobo de la yuca, y fue tan popular que en los años 40 del siglo veinte inspiró una guaracha con el mismo apelativo. Abela le dio nueva vida y La Semana acogió en sus páginas, en 1926, al gordito de apariencia anodina, tocado con sombrero grande, bufanda al cuello y bandera cubana en mano, convertido, afirma la crítica, en el más sabio, tenaz y mordaz crítico de los opositores al tirano Gerardo Machado, en la prensa impresa de la época. Se afirma que el artista se propuso dibujar un personaje que no se pareciera a nadie en particular y que, desde la picaresca, la sabiduría popular y aguda mirada política, pudiera saltar la férrea censura del régimen.

CÓDIGOS SIMBÓLICOS. Eduardo Abela fue tabaquero, más su inclinación por las artes plásticas lo llevó a la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro y luego a la Académie de la Grande Chaumière de París; de su creación, el escritor Alejo Carpentier destacó la manera singular de insertarse en la corriente pictórica del criollismo. Estudiosos del artista ariguanabense, subrayan su labor creativa en la caricatura política a partir de códigos simbólicos con los que dotó a El Bobo para dialogar con el público. Ejemplos: el altavoz para amplificar la “vox populi” y brindar sus puntos de vista; la vela encendida que aludía a los ruegos que El Bobo hacía a los santos por la caída de Machado; y sus diálogos con el Apóstol José Martí y la banderita cubana, símbolo de unidad nacional. A ese entramado, el artista incorporó otros personajes como el Ahijado de El Bobo y El Profesor, con quienes comentaba sus caústicas sátiras. Abela con su personaje dio vida a un actor político que encarnó la voluntad popular cubana en la vida republicana; y como expresa la sabiduría popular: nada es más útil que una cara de bobo bien administrada.
Imagen de portada: El personaje de Eduardo Félix Abela Villarreal, El Bobo, dio vida a un actor político que encarnó la voluntad popular cubana en la vida republicana.