Un estudio de fines de enero revela que, aunque el consumo de noticias a través de redes sociales ha aumentado, los medios tradicionales continúan siendo la principal fuente de confianza para la mayoría de los ciudadanos, según refiere una nota del sitio www.dircomfidencial.com que se especializa en noticias de marketing, comunicación, publicidad, medios e internet para profesionales de la comunicación.
En un contexto en el que el debate sobre la desinformación ha pasado a ocupar un papel protagonista en la conversación pública, la compañía Evercom lanzó, en colaboración con Smartme Analytics, el informe “Jaque a la verdad”, que analiza el impacto de las redes sociales y los medios tradicionales en la percepción de la credibilidad informativa.
La pesquisa apunta que la proliferación de información no verificada, la viralización de contenidos engañosos y la falta de regulaciones efectivas han generado un entorno donde la credibilidad se convierte en un valor diferenciador de los medios tradicionales y agrega que la transición en los modelos de uso y acceso a las redes sociales como fuentes primarias de información es un indicativo del cambio de tendencia en materia de percepción de la prensa, radio y televisión tradicional.
A partir de una muestra representativa de 10 000 perfiles de personas entre 16 y 65 años, la metodología combinó técnicas de observación pasiva y declarativa para analizar el uso real tanto de redes sociales como de medios tradicionales.
Según explicó Alberte Santos, CEO de Evercom: “Nos encontramos en un momento clave en el que la credibilidad informativa debe ser una prioridad, tanto para la sociedad en su conjunto como para los agentes del sector de la comunicación. La inmediatez no puede reemplazar el rigor periodístico, la confianza en los medios tradicionales es el reflejo de un periodismo que sigue apostando por la verificación y el análisis profundo de los hechos”.
En la nota de www.dircomfidencial.com se explica que el estudio mostró que el 77 por ciento de los ciudadanos considera que los medios tradicionales son más fiables que las redes sociales. Dentro de estos, la radio (69 por ciento) y la prensa escrita (61 por ciento) lideraron el ranking de credibilidad. En contraste, plataformas como TikTok (28 por ciento) y Facebook (31 por ciento) fueron percibidas como las menos confiables en materia informativa.
Tales datos subrayan un elemento fundamental: la credibilidad se construye con el tiempo y depende de la consistencia en la calidad informativa.
La ausencia de filtros editoriales en redes sociales -continúa el reporte- permite que cualquier usuario se convierta en emisor de información, lo que, si bien democratiza el acceso a la conversación pública, también fomenta la propagación de noticias falsas y descontextualizadas.
Pese a ello, seis de cada 10 encuestados considera que las redes sociales presentan la información de manera más atractiva, especialmente entre los jóvenes de 16 a 24 años (75 por ciento). Esa percepción contrasta con la credibilidad que se otorga a estos medios, lo que sugiere que la estética y la inmediatez pueden captar la atención del público joven, pero no necesariamente garantizar la confianza en el contenido que se difunde.
El informe “Jaque a la verdad” sostiene que la confianza en los medios tradicionales responde, en gran medida, a su estructura editorial, a la verificación de fuentes y a la presencia de periodistas especializados dentro de las redacciones. El 64 por ciento de los encuestados reconoce que las noticias de estos medios suelen ser más profundas y contextualizadas, lo que refuerza su credibilidad frente a la inmediatez y el contenido viral de las redes sociales.
Ese fenómeno demuestra que el público sigue valorando el periodismo de calidad que prioriza la investigación y la pluralidad de fuentes. La credibilidad no se basa únicamente en la rapidez de difusión, sino en el compromiso con la precisión y la transparencia informativa.
Por otro lado, también se percibe que los usuarios que combinan el uso habitual de redes sociales con medios tradicionales tienden a confiar más en la prensa escrita y la radio, lo que sugiere que el consumo híbrido de información es clave para la percepción de confianza.
En “Jaque a la verdad” también se pone de manifiesto cómo la inmediatez y la accesibilidad de las redes sociales han cambiado los hábitos de consumo informativo. Ejemplo de ello es que el 55 por ciento de los usuarios de entre 16 y 24 años declara informarse mayoritariamente a través de estas plataformas, mientras que solo un 35 por ciento de los mayores de 45 años hace lo mismo.
En añadidura, la tendencia a consumir noticias en formato corto y visual, como en TikTok y YouTube Shorts, está desplazando las lecturas más profundas y analíticas a un segundo plano.
Por todo ello, uno de los grandes desafíos identificados en el proyecto es la lucha contra la desinformación ante la percepción generalizada de que proliferación de bulos y fake news en redes sociales afecta la manera en que se comprende la realidad, lo cual refuerza la importancia de la verificación de hechos en medios tradicionales.
La falta de mecanismos efectivos para controlar la propagación de información falsa ha convertido a las redes en un espacio de incertidumbre informativa, donde las audiencias deben desarrollar una capacidad crítica mayor para discernir la veracidad de los contenidos, argumenta en su nota el sitio www.dircomfidencial.com