El presidente de Chile, Gabriel Boric, sorprendió a inicios de semana con el anuncio de que abandona su teléfono inteligente para comenzar a emplear un dispositivo más sencillo, sin conexión a internet, que le permita eludir un tanto los efectos negativos de la hiperconectividad digital.
Durante su intervención en la apertura de la decimocuarta edición del Congreso Futuro, evento dirigido a la divulgación de ciencias y arte, Boric compartió con los asistentes su postura respecto al uso de la tecnología en la vida cotidiana.
Una nota del sitio www.lmneuquen.com refiere que, frente a ministros y funcionarios de su Gobierno, el presidente hizo referencia a la constante dependencia que los smartphones generan, señalando que muchos de sus colaboradores estaban mirando los teléfonos mientras él hablaba.
Boric llegó a reprender a parte de sus subordinados por no atender su discurso: “En las dos primeras filas hay sentadas 16 personas, 11 han estado mirando el celular permanentemente durante este ratito y de autoridades de Gobierno que identifiqué vi 10 que estuvieron permanentemente revisando su celular. Los invito a levantar la mirada”, les dijo.
El mandatario chileno aprovechó el momento para revelar que, a partir de la llegada de su primer hijo, había decidido iniciar una transición hacia una vida con menor exposición a la conectividad digital. “Dentro de poco tiempo más voy a tener la suerte, la alegría, de ser padre y una de las decisiones que tomé es empezar una transición tecnológica”, comentó.
A seguidas, explicó que, como parte del cambio, había optado por un dumbphone —teléfono móvil sin acceso a internet—. Reveló exactamente: “Me compré uno de estos, antiguos, sin internet”, y sostuvo que la decisión le ha permitido desconectarse del constante flujo de información.
El presidente fue más prolijo en el asunto y contó que, al principio, era la canción “Brain Damage” de Pink Floyd lo que le traía a la mente la idea del daño mental, pero ahora asocia el concepto con los efectos que provoca la adicción a la tecnología.
A su juicio, la hiperconectividad constante genera distracciones que afectan la capacidad de vivir el momento y de establecer relaciones conscientes con el entorno. No obstante, aclaró que ello no significa que rechace los avances tecnológicos, sino que es partidario de una forma equilibrada de utilizarlos.
“No se trata de volver al pasado y negar la tecnología”, dijo Boric, quien ubica la clave del asunto en aprender a interactuar con la tecnología de manera saludable, sin dejar que interfiera con las relaciones interpersonales y la calidad de vida, de modo de que pueda crearse un balance entre los beneficios de los avances tecnológicos y la preservación de valores humanos fundamentales.
A lo largo de su intervención, Boric abordó la necesidad urgente de establecer límites claros sobre el uso de la tecnología en la sociedad moderna, tanto desde un punto de vista ético como político. El presidente enfatizó que las democracias deben ser responsables al implementar normativas que regulen el uso de la tecnología para proteger el bienestar de los ciudadanos.
“La tecnología debe usarse para mejorar nuestra calidad de vida, no para hacernos perder el control sobre nuestras propias decisiones”, señaló.
Para el mandatario chileno, la integración de la tecnología no debe ser a costa de la sostenibilidad ni de las tradiciones locales. De hecho, argumentó, el progreso debe ir de la mano con la preservación de los valores culturales y sociales que definen a una comunidad.
Imagen de portada: Gabriel Boric cambió el teléfono. Foto: Imneuquen.com.