Un informe de las grandes empresas tecnológicas Microsoft y Linkedin revela que el 75 por ciento de los trabajadores del conocimiento en el mundo ya utilizan inteligencia artificial (IA) en sus tareas diarias y que el 46 por ciento de ellos comenzaron a hacerlo en el último año, pero eso es apenas otra evidencia del poder creciente de la IA para transformar el paisaje laboral, con impactos tanto positivos como negativos.
En una amplia nota de la periodista Dolores Barón, el sitio argentino www.infobae.com, reseña parte de los resultados del estudio “AI at Work Is Here. Now Comes the Hard Part” –“La IA en el trabajo ya está aquí. Ahora viene la parte más difícil”-, en el cual los empleados reconocen beneficios de la herramienta, como que les ayuda a ahorrar tiempo (90 por ciento), enfocarse en tareas más importantes (85 por ciento), ser más creativos (84 por ciento) y disfrutar más de su trabajo (83 por ciento), pero se advierte que la adopción acelerada de la tecnología ha llevado a muchos trabajadores a incorporar herramientas de IA por iniciativa propia, sin la guía o aprobación formal de sus organizaciones.
De igual modo, el estudio alerta sobre la brecha entre el entusiasmo de los empleados y la preparación de las organizaciones. El 79 por ciento de los líderes empresariales considera que la adopción de la IA es esencial para la competitividad, pero al 59 por ciento le preocupa cómo cuantificar las ganancias de productividad derivadas de su uso. Por otro lado, el 60 por ciento teme que la falta de una visión clara sobre la implementación de la IA esté frenando su avance.
Según la pesquisa, las organizaciones no están completamente seguras de la incorporación de la IA en su plan laboral ni saben qué enfoque darle para amoldarse a sus intereses y estructuras.
Su integración entorno laboral también está redefiniendo las habilidades y competencias. Líderes empresariales señalan que la aptitud en esta tecnología podría llegar a ser tan valiosa como la experiencia laboral, lo que sugiere que la capacidad para trabajar con estas tecnologías será crucial para el desarrollo profesional.
En cambio, los desafíos son múltiples: la falta de una estrategia clara en las organizaciones puede conducir a una adopción desorganizada en la cual los empleados utilicen las herramientas sin una comprensión completa de sus implicaciones, todo un riesgo en seguridad y en ética. Además, la presión por demostrar un retorno de inversión inmediato puede llevar a decisiones precipitadas que no consideren el impacto a largo plazo en la cultura organizacional y en la fuerza laboral.
Frente a tales desafíos, los especialistas indican que es clave la capacitación de los empleados y la evaluación de las herramientas más adecuadas. La colaboración entre líderes y empleados será esencial para aprovechar las oportunidades que ofrece la IA y asegurar un entorno de trabajo equilibrado y sostenible.
La nota de Infobae añade que el “Barómetro global de la inteligencia artificial en el empleo 2024″ de PwC presentó un análisis de cómo la IA está transformando el ámbito laboral a nivel global y qué beneficios puede traer.
Este informe analizó más de 500 millones de ofertas de empleo en 15 países con alta incidencia en el PIB mundial, enfocado en cómo la IA afecta diferentes sectores y ocupaciones, con especial atención a aquellas donde la tecnología se puede integrar más fácilmente, que son conocidas como “ocupaciones expuestas a la IA” y experimentan un incremento en la productividad laboral casi cinco veces superior a la de otros sectores.
Este estudio arroja que las ocupaciones expuestas a la IA experimentan un cambio acelerado en las habilidades requeridas, con una tasa de cambio un 25 por ciento superior a la de otras ocupaciones. Ello subraya la necesidad de que los trabajadores adquieran nuevas competencias para su puja por plazas en el mercado laboral.
Los empleos que requieren habilidades técnicas específicas en IA, como el aprendizaje automático, crecen a un ritmo mucho más rápido que el promedio de todos los otros. En añadidura, esos roles ofrecen una remuneración significativamente mayor, dado su alto valor en el mercado.
Para este año 2025 se prevé que la IA impacte significativamente en una amplia gama de trabajos, en especial en aquellos que exigen tareas repetitivas, predecibles y basadas en reglas. Entre ellas se puede mencionar el servicio al cliente, donde los avances en chatbots y asistentes virtuales permitirán manejar un gran volumen de consultas comunes y reducir la necesidad de operadores humanos en centros de llamadas. De esa forma, los clientes podrán interactuar con sistemas automatizados que ofrezcan respuestas rápidas y precisas a sus preguntas.
Otro ejemplo es la industria del transporte, donde los conductores de taxis y camiones y los repartidores podrían ver su empleo transformado por la llegada de vehículos autónomos. A medida que esos sistemas mejoren, bajará la necesidad de conductores humanos en tanto los vehículos sin conductor podrán realizar viajes con mayor eficiencia y seguridad.
La IA impactará sobremanera en el análisis de datos y la generación de informes porque sus herramientas pueden procesar grandes volúmenes de datos de manera mucho más rápida y precisa que los humanos, lo que permitirá automatizar tareas de análisis y la creación de reportes rutinarios. Con ello, disminuirá ostensiblemente la demanda de analistas para realizar trabajos repetitivos.
El estudio apunta que, en la manufactura, los avances en automatización ya reemplazan trabajos repetitivos en líneas de producción. Robots industriales cada vez más sofisticados ejecutan tareas complejas sin intervención humana, lo que podría llevar a un menor llamado de trabajadores a las fábricas.
También las tareas administrativas son susceptibles a la automatización. El uso de la automatización de procesos robóticos puede reemplazar actividades como la entrada de datos, la programación de citas o la gestión de inventarios, funciones que antes requerían de intervención humana en entornos de oficina.
La nota de Dolores Barón refiere que los softwares de contabilidad impulsados por IA avanzan rápidamente en el campo de las finanzas y la contabilidad básica, al punto de que permiten gestionar tareas cotidianas como la facturación, el seguimiento de gastos y la conciliación de cuentas sin necesidad de un contador humano.
No todas estas “cumbres” (tecnológicas) son borrascosas. La adopción de semejantes herramientas también generará oportunidades laborales. Por ejemplo, los trabajos que involucren el desarrollo, mantenimiento y gestión de sistemas de IA serán cada vez más demandados tanto como se necesitará profesionales capaces de interpretar los resultados generados por las máquinas y traducirlos en decisiones estratégicas, áreas menos susceptibles a la automatización. ¡Qué alivio… por el momento!
Imagen de portada: Tomada de El cohete a la luna.
