Cinco grandes medios de comunicación canadienses emprendieron acciones legales contra OpenAI, acusando a la empresa de utilizar, sin autorización, contenido protegido por derechos de autor para entrenar sus modelos de inteligencia artificial (IA).
En la demanda los denunciantes solicitan el bloqueo del uso de estos contenidos y una compensación económica a los afectados. Este movimiento representa la primera acción colectiva de grandes cabeceras para litigar contra la tecnológica liderada por Sam Altman.
Una nota del sitio web de Safe Creative, con datos de The New York Times y Business Insider, señala que la coalición de medios incluye a The Canadian Press, Toronto Star, The Globe and Mail, Postmedia y CBC/Radio Canadá y ha presentado una demanda conjunta contra OpenAI ante el Tribunal Superior de Justicia de Ontario.
En su reclamo, alegan que la empresa de inteligencia artificial ha llevado a cabo una “apropiación continua, deliberada y no autorizada” de sus obras periodísticas y la acusan de violar las leyes de derechos de autor de Canadá y de “enriquecerse injustamente” a costa de las empresas de medios de comunicación.
En total, la indemnización exigida podría ascender a miles de millones de dólares, en tanto piden 20.000 dólares canadienses (unos 13.500 euros) por cada artículo que, en su consideración, fue sustraído ilegalmente y utilizado para entrenar a ChatGPT. De igual modo, solicitan una parte de los beneficios obtenidos por OpenAI por el uso indebido de estos contenidos, así como que la empresa cese estas prácticas.
En la demanda de 84 páginas también se acusa a OpenAI de ignorar el uso que hacen los medios de comunicación canadienses de herramientas tecnológicas y jurídicas específicas para impedir copias no autorizadas de sus contenidos publicados. Al respecto, cita el Protocolo de Exclusión de Robots, las cláusulas de exención de responsabilidad por derechos de autor y los muros de pago.
Los medios solicitan igualmente una cantidad no revelada por concepto de daños y perjuicios para compensar a sus empresas por la “apropiación indebida” de sus obras, así como una orden judicial permanente para evitar que OpenAI continúe con su “conducta ilegal”.
En su denuncia, critican que, “en vez de intentar obtener la información de manera legal, OpenAI ha optado por apropiarse descaradamente de la valiosa propiedad intelectual de las empresas de medios de comunicación y convertirla para sus propios usos, incluidos fines comerciales, sin consentimiento ni consideración”.
En la contraparte, un portavoz de la compañía de IA respondió que sus modelos “están entrenados con datos disponibles públicamente, fundamentados en el uso justo y los principios internacionales de derechos de autor vinculados que son justos para los creadores y potencian la innovación” y añadió que “colaboramos estrechamente con los editores de noticias, incluyendo la exhibición, atribución y enlaces a su contenido en las búsquedas de ChatGPT, y les ofrecemos formas sencillas de optar por no participar si así lo desean”.
Los demandantes, en cambio, sostienen que “OpenAI infringe regularmente los derechos de autor y las condiciones de uso de Internet al extraer grandes cantidades de contenidos de medios de comunicación canadienses para desarrollar sus productos, como ChatGPT”.
De igual modo, consideran que las declaraciones de OpenAI en el sentido de que sea justo o de interés público el uso de la propiedad intelectual de otras empresas para su propio beneficio comercial “son erróneas” y aseguran: “El periodismo es de interés público. Que OpenAI utilice el periodismo de otras empresas para su propio beneficio comercial no lo es. Es ilegal”.
La nota de la página de Safe Creative, el mayor registro electrónico de propiedad intelectual en línea, explica que esta acción legal se suma a la oleada de demandas presentadas contra OpenAI por autores, artistas visuales, medios de comunicación y programadores alegando que sus obras originales se han utilizado sin su permiso para entrenar herramientas de IA.
No obstante, algunas organizaciones han optado por colaborar en vez de luchar contra la tecnológica: The Associated Press, The Wall Street Journal, New York Post, The Atlantic, Axel Springer, Prisa Media, Le Monde y el Financial Times cerraron acuerdos económicos en concepto de compensación por el uso de sus contenidos para entrenar los sistemas de IA.