Nos conmueve profundamente la muerte de Gabriel Molina Franchossi, uno de los fundadores y de los grandes íconos del sistema de prensa de la Revolución.
El Premio Nacional de Periodismo José Martí por su extraordinaria vida de servicio a la Patria y a la profesión falleció en la noche de este 18 de noviembre en Francia, a la edad de 91 años.
Había llegado a ese país —aunque se mantenía en permanente contacto y con proyectos en Cuba, incluyendo a nuestra Upec, como uno de sus más queridos, renombrados y activos miembros— hace tres años, en momentos en que la pandemia del COVID-19 no había terminado.
En esa nación enfrentó y luchó contra dos graves enfermedades que le impidieron regresar a Cuba en el momento previsto. Fue una institución médica francesa, donde había sido atendido, donde se le reconocía como el mismo se autodefinía con orgullo: “un cubano de Fidel Castro”.
Sería el propio Fidel quien le daría una de sus primeras misiones profesionales en la Revolución, la de corresponsal en Argelia, donde conoció muy de cerca a los artífices de la independencia de ese país.
También estaría muy cerca de figuras relevantes de la Revolución como Che Guevara, a quien entrevistaría en fecha cercana al triunfo de enero de 1959, y le valdría la admiración y el afecto del guerrillero, así como de Raúl Castro Ruz.
Molina fue luchador antibatistiano desde las filas del Directorio Revolucionario. Se había graduado de derecho y periodismo. Esta profesión sería la pasión que guío su vida y la que lo ubicaría en la honra del gremio.
Fue fundador de los periódicos Combate, Granma y Granma Internacional, del que fue director durante 27 años. También fue fundador de la Agencia Prensa Latina y vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión.
A su viuda Anne Marie García, y a los hijos de Gabriel, nuestro más sentido pésame en esta hora de dolor.
Presidencia de la Unión de Periodistas de Cuba