Acabo de leer una crónica de mi joven colega Yodeni Masó, corresponsal de Prensa Latina en el Líbano, y no pude evitar regresar en el tiempo, desandar las calles de Beirut en mi memoria y revivir las amargas experiencias del terror y la guerra que azotaba –y todavía azota- al país vecino de Siria.
Esta vez le tocó a Yodeni y a su esposa Leslie, dos jóvenes periodistas cubanos que, entre el humo y la metralla, nos cuentan minuto a minuto, del salvajismo que Israel ha desatado contra el pueblo libanés.
Ambos jóvenes teclean a pesar del zumbido ensordecedor de los misiles, bajo el tableteo de ametralladoras, bajo los escalofriantes sonidos que provocan las bombas cuando impactan. Pero peor aún, nos cuentan lo que sucede en esa zona de guerra, donde la sangre y los sueños de muchos inocentes pagan las peores consecuencias.
Por Yodeni supimos de la destrucción del hogar de Wafi Ibrahim, nuestra querida hermana, tan cubana como libanesa. En su crónica, nuestro joven colega describe de manera desgarradora, la destrucción de un santuario cubano en esa ciudad árabe, que hoy es víctima de la bestialidad sionista.
Leer sus notas, sus crónicas, sus mensajes, me hizo regresar a mis tiempos en Damasco, durante los momentos más sombríos de la guerra desatada por el terrorismo, bajo la sombra de EEUU y sus aliados occidentales. Y esos recuerdos que nunca nos abandonan, también deben estar muy vivos en las decenas de colegas, hombres y mujeres de esta tierra rebelde, a quienes les ha correspondido dar cobertura en situación de guerra en varios conflictos en el planeta.
También volví al Beirut de mis memorias, donde la incertidumbre de ataques de fundamentalistas, la explosión de coches-bombas y los atentados, era casi parte de la cotidianidad.
Pero ahora es otro escenario. Ya no son facciones en pugna. Es un ejército –el de Israel- armado hasta los dientes, masacrando a inocentes, dejando en el polvo lo que antes eran hogares, con la misma fiereza que durante meses han hecho y siguen haciendo con el pueblo palestino.
Los textos que nuestros colegas envían de esa zona de desastre serán, indiscutiblemente, testimonios de la ignominia y el crimen; nuestros jóvenes periodistas son, ahora mismo, testigos excepcionales de lo que allí ocurre, y estamos convencidos que cumplirán su tarea con coraje y gallardía, dos atributos que siempre han acompañado a nuestros periodistas, donde quiera que hayan estado trabajando.
Desde nuestro Círculo de Corresponsales de Guerra de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), seguimos minuto a minuto, los acontecimientos en el Líbano, gracias a estos dos jóvenes corresponsales cubanos que, a pesar de las circunstancias, informan y describen el horror que allí se vive.
Como tantos otros de los nuestros que cumplieron sus misiones en Cabinda y en Cuito Cuanavale, en Angola; en el Ogaden etíope, en Nicaragua, en Siria y otros frentes de combate, Yodeni y Leslie cumplirán con honor su misión y regresarán a la tierra divina donde nacieron y se formaron, para recibir el merecido abrazo del gremio al que pertenecen.
Imagen de portada: Edificios dañados tras un ataque militar israelí durante la noche, en los suburbios del sur de Beirut, Líbano, el 2 de octubre de 2024. [EPA-EFE/WAEL HAMZEH].
Una barbarie ante los ojos del mundo… Israel es un Estado genocida.