No hubo mejor noticia para coronar el jolgorio por el Día del Teatro Cubano, este 22 de enero, que la proclamación de Raquel Carrió Ibietatorremendía como Premio Nacional de Teatro 2024.
En medio de una celebración cada vez más extendida, como reconocimiento al acompañamiento y la entraña de nuestro teatro, la noticia provocó una oleada de sinceras salutaciones. Porque en Raquel nos reconocemos promociones enteras de la Facultad de Artes Escénicas del Instituto Superior de Arte (ISA), hoy de Arte Teatral de la Universidad de las Artes.
Allí ha sido, hasta hoy, un pilar, el de más larga data en el tiempo, desde que se incorporó, al fundarse el ISA, como graduada de Letras de la Universidad de La Habana. El saber literario, filológico y clásico se confrontó con el universo de la teoría y la práctica del teatro. Su amplia cultura y su brillantez intelectual integraron todo sin exclusiones.
Asentó un pensamiento copulativo, de estirpe lezamiana, que siempre halla salidas a disyunciones y encrucijadas. Lo volcó en el Seminario de Dramaturgia, del cual han emergido decenas de autoras y autores de teatro signados por el sello personal de cada uno y nunca por el esquema reproductivo de una simple doctrina.
Ha hecho del tándem investigación-creación una praxis, la misma que ha desarrollado en Teatro Buendía bajo el liderazgo de Flora Lauten, como otra imprescindible unidad docente. Y en la recordada Escuela Internacional de Teatro para la América Latina y el Caribe (Eitalc). Y en las múltiples prácticas de Eugenio Barba con su Odin Teatret o con Julia Varley y el Magdalena sin fronteras, entre otras sistemáticas colaboraciones con grupos, festivales y proyectos.
Este premio reconoce una zona muy importante de nuestro teatro, que tanto aporta a sus búsquedas y alcances, intrínsecamente vinculado al valor fundado por el ISA, de la mano de Graziella Pogolotti y Rine Leal. Gozne de pensamiento y acción, está en los oficios de Raquel: la investigadora y ensayista, la dramaturga y la dramaturgista, la asesora teatral, la docente, la maestra.
Con la humildad raigal del magisterio, el afán de paladear la vida, la defensa de lo humano y lo justo, la profunda estrella patria en el corazón, lo de Raquel, dicho en cubano, es echar palante. Ella es inspiración (Tomado de La Jiribilla).
Imagen de portada: Tomada de Cubaescena.