En espera de la entrada en vigor en marzo de 2025 de las sanciones de la UE contra el gas natural licuado (GNL) ruso, su llegada a los puertos europeos a bordo de buques metaneros crece. En un contexto donde decrecen las importaciones europeas de este gas por vía marítima, las que tienen origen en Rusia crecen y, en el caso de España, suponen ya casi una cuarta parte de su demanda.
Según datos contenidos en el boletín estadístico de agosto de Enagás, el operador gasístico nacional, el GNL ruso satisfizo el 23,6% de la demanda española. En julio, el porcentaje alcanzó el 27,4%. En términos del volumen acumulado anual, el gas licuado ruso alcanza el 22,8% y solo cede ante los aportes procedentes de Argelia, que con un 36,2% de media en lo que va de año domina los suministros para el país ibérico (34,6% en agosto), dada su capacidad de aprovisionamiento por tubería.
La noticia consiste en que, una vez más, Rusia domina con claridad el mercado del GNL, al situarse muy por delante de EEUU, Nigeria o Catar, cuyos abastos a España no logran superar al ruso en un contexto dominado por el cierre del gasoducto Nord Stream tras su voladura y el propósito europeo de eliminar su dependencia de los hidrocarburos de origen ruso antes de 2027.
En términos de potencia, España se abasteció en agosto de 6367 GWh de GNL ruso y de 4927 GWh del estadounidense. Nigeria (838 GWh) y Catar (865) quedaron lejos. El volumen de gas natural insuflado por Argelia por tubería alcanzó los 8.865 GWh (también suministró 493 GWh de GNL)
En España, la tendencia la marca el aumento en agosto del 91,7% del suministro de GNL ruso respecto al mismo mes del año anterior. Y en la UE, el crecimiento del aporte se cifra en un 11% interanual durante el primer semestre de 2024, según datos del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA),
“Las importaciones de GNL ruso a Francia aumentaron un 110%, las de España se mantuvieron estables y las de Bélgica disminuyeron un 16%. Estos tres países representaron el 87% de las importaciones europeas de GNL ruso en el primer semestre de 2024”, escriben los especialistas del IEEFA.
Cabe recordar que la compañía española Naturgy tiene suscrito desde 2018 un contrato de abastecimiento de GNL a largo plazo (20 años) con el consorcio Yamal LNG (integrado por la rusa Novatek, la francesa TotalEnergies y la china CNPC), que extrae gas del norte de Rusia. En virtud de este contrato, a España llegan anualmente 3.500 millones m³ de gas licuado (34.192 Gwh)
Regasificadoras con baja actividad
Los almacenes subterráneos de gas en España se encontraban llenos en agosto, casi al 100% de su capacidad. En las plantas de regasificación, el llenado de tanques, luego de descargarse y regasificarse el GNL, alcanza el 69%.
Durante el año, la actividad en estas plantas ha sido muy moderada. La de Barcelona, por ejemplo, trabajó de media al 11% de su capacidad máxima durante el primer semestre. La baja actividad distingue también a las terminales de la UE, por debajo del 50% en el primer semestre de 2024, un descenso relacionado con una reducción del 20% observada en la demanda del continente, según IEEAF. El estancamiento de la economía alemana y la baja producción industrial en varios países europeos, explican a su vez la contracción de la demanda.
“Pero con el GNL no basta para satisfacer las necesidades de la UE, no hay suficiente cantidad”, explica a Sputnik el analista geopolítico Fernando Moragón, que destaca la dificultad de suscribir contratos a largo plazo con proveedores como Catar. “Lo tiene todo vendido y comprometido, así que solo haría nuevas inversiones en otros yacimientos si se firmasen acuerdos a largo plazo”, añade.
Aparte del GNL que Naturgy trae a España desde el yacimiento de Yamal, el país también se abastece con las compras a metaneros mientras navegan por alta mar. El decimocuarto paquete de sanciones de la UE aprobado en junio contra Rusia prohíbe el transbordo de gas ruso en sus puertos con destino a terceros países, con algunas excepciones. Y mientras se avanza hacia el corte total de las importaciones directas, “Europa aumentó sus transbordos de GNL desde la terminal rusa de Yamal en un 15 % interanual en el primer semestre de 2024”, señalan en el IEEFA.
“Como no hay gas suficiente y escasea el diesel, nos hacemos trampas a nosotros mismos”, sostiene Moragón y señala que hay más prácticas aparte de la de comprar gas ruso a través de terceros países.
El Reino Unido también compra indirectamente gas ruso. En 2023 suscribió con TotalEnergies Gas and Power un contrato de suministro de gas durante cuatro años por valor de 8.000 millones de libras esterlinas para satisfacer las necesidades de su sector público, como, por ejemplo, el Servicio Nacional de Salud (NHS). Se da la circunstancia de que esta compañía es una filial de la francesa TotalEnergies, integrante del consorcio Yamal LNG
Sanciones estériles
La UE no parece estar en condiciones de lograr su propósito de desconexión energética con Rusia. Francia, España y Bélgica, en tanto que países de la UE a los que mayormente llega GNL ruso, reexportan parte del combustible a otras naciones gracias a la intricada red gasista continental.
Ya en 2023, el origen del gas que protagonizó las reexportaciones españolas de GNL no estaba claro y se asumía que una parte importante podría proceder de Rusia. “Es probable que se utilice la capacidad de regasificación para abastecer a Marruecos, dado su importancia para EEUU, porque es su gran apuesta en la zona”, recuerda Moragón, que alude al riesgo de una depresión económica en Europa en caso de seguir endureciendo su política energética respecto a Rusia.
“Las sanciones son imposibles de cumplir, porque nos llevan a la Edad Media. Alemania está en caída libre y Europa va al desastre. La UE se encamina hacia una desindustrialización masiva y a una dependencia de EEUU cada vez más fuerte. Y si Europa colapsara, EEUU crearía un Plan Marshall 2.0 del que enriquecerse”, concluye Fernando Moragón (Tomado de Sputnik).
Imagen de portada: Foto GreenOak.