«Estamos en una casa que tiene la edad de Fidel (98 años) y vivimos bajo estos techos la atmósfera de su nacimiento; eso es algo casual, pero al hombre que él fue no lo recordamos por casualidad», dijo en la sede de la organización, ante reconocidos colegas, Tubal Páez Hernández, Presidente de Honor de la UPEC, en la presentación del libro Privilegiados del tiempo. Recuerdos periodísticos de la radio y la televisión.
En el título de la editorial enVivo, del Instituto de Información y Comunicación Social (IICS), Irma Cáceres y Ovidio Cabrera reúnen 25 testimonios de reconocidos profesionales y técnicos de la comunicación en coberturas y encuentros con el líder Fidel Castro Ruz, de manera que el libro se incluye en el programa de homenajes en torno a este 13 de agosto, fecha de su natalicio, como preámbulo del centenario que su patria y parte del mundo celebrarán en 2026.
Tubal, una firma respetada de prensa escrita, es de los privilegiados colegas que trabajó cerca del Comandante; por ambas cosas fue escogido, pese a que la radio y la televisión no han sido el centro de su extensa carrera, para escribir un prólogo que tituló «Fidel, la prensa y los periodistas», en el que analiza el vínculo profesional, ideológico y humano que enlazó al gremio con el dirigente más alto que produjo la Revolución.
De ese vínculo le brotaron, en la presentación en la UPEC, varias revelaciones como esta: al entrar a su despacho, lo primero que hacía Fidel era ver qué decía la prensa del día. «Nuestro reto —comentó el presentador— consistía en saber que él nos leería. Aún durante sus viajes al extranjero Fidel indagaba qué decía la prensa en Cuba».
Esa identificación, a su juicio, se explica en que Fidel acompañaba los tiempos del periodismo con los tiempos de la política y explica a su vez que en lugar de demostrar una supuesta incapacidad de los cubanos para gobernarnos, los enemigos de nuestra nación demuestran su incapacidad para hacernos fracasar.
Ante Bolivia Tamara Cruz, vice presidenta primera de la UPEC y miembro del Comité Central del Partido, la funcionaria del Departamento Ideológico Liuba Moreno, y el vicepresidente Francisco Rodríguez, los responsables de la obra compartieron con el auditorio —que contó con varios premios nacionales José Martí por la Obra de la Vida— detalles de la concreción, en apenas mes y medio, de un proyecto que, generalmente, las dificultades editoriales suelen retrasar.
Norma Gálvez, directora de enVivo y editora del título, elogió que el material se centre en el Fidel Castro humano, preocupado por los detalles, en el hombre de espíritu recio capaz sin embargo de toda la dulzura. Por ese retrato que dejan los testimonios, ella considera que el material debe colocarse lo más cerca que se pueda de los jóvenes.
Irma Cáceres recordó cuánto habló Fidel a los periodistas y sobre los periodistas, cuánto se preocupó por los problemas de la comunicación y la formación profesional en el gremio. «A Fidel le gustaba el periodismo, él sabía el papel de la profesión», afirmó Cáceres, quien explicó en anécdotas cómo él estaba convencido de que «sus amigos, los periodistas cubanos, siempre le dirían la verdad».
En tanto, Ovidio Cabrera reconoció que otros muchos profesionales, no incluidos en el título, atesoran un enorme caudal de anécdotas con Fidel, pero explicó el criterio de selección como homenaje radial y televisual y acotó la presión editorial que entrañó la cercanía de la fecha de natalicio del líder. «Estoy contento por la contribución del texto al conocimiento acerca del hombre más grande de Cuba en el siglo XX», dijo.
El fotoperiodista Perfecto Romero, Premio Nacional José Martí por la Obra de la Vida, no solo compartió historias del líder cubano desafiando, por el pueblo, ciclones; pescando en la Laguna del Tesoro, sentado en una escuela junto a una niña y su maestra, presidiendo la graduación de médicos en el serrano pico Cuba… sino que, al final del encuentro, donó con silente modestia —como si no fuera el grande que es en la memoria gráfica de la patria— tres fotografías originales de la Revolución: dos del Che Guevara y una de Fidel.
En la presentación en la UPEC intervino el también Premio José Martí… Pedro Martínez-Pírez, quien refirió parte de su intenso anecdotario para convocar a continuar la escuela que nos dejó Fidel y a mantener su espíritu para el periodismo: «Todavía hay que darle seguimiento a Fidel. Fidel no ha muerto», afirmó.
Imagen de Portada: Irma Cáceres y Ovidio Cabrera. Foto: Gonzo González.
Aunque no había almorzado y por primera vez bajé los seis pisos de mi edificio y al final tuvieron Pedro Rioseco y Ovidio Cabrera que empujarme al timón de mi eivjo, me senti muy en el teatro de la UPECM QUE ME PERMITIÓ exponer mis puntos de vista sobre sobre Fidel y su legado para el periodismo cubano.
El camarógrafo Tomás Oliveros, quien me acompaño en mis visitas a Paris, Ginebra y Tripoli, me permitió recordar que con el entrevistamos en el Río Sena, en la isla San Luis, a la esritoria Alba de Cespedes, nieta del Padre de la Patria cubana, y también en su yate en el Rio Sena, al gran actor francés Pierre Richar, el hombre alto del zapato negro. Tambien a los adinisradores de la epoca de la Torre Eiffelm quienes no sabian lo que Jose Martí habia dicho de la torre, Fidel nos dejó un legado de verdades que debemos preservar.