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A María de las Mercedes Ibarra Ibáñez hay que despedirla con aplausos

Hace poco menos de 15 días, el 7 de agosto, falleció en La Habana María de las Mercedes Ibarra Ibáñez, bisnieta del patriota y periodista Juan Gualberto Gómez, una empeñada en la conservación del legado de su bisabuelo y en la salvaguarda de la memoria histórica de la nación cubana.

Su relación con los medios de comunicación y, especialmente con la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), hizo que fuera la Casa de la Prensa el escenario escogido para rendirle homenaje póstumo. Allí se dieron cita personas que, de una forma u otra, conocieron y apoyaron la perseverancia de Mercedes durante los últimos años de su vida.

Arlén González Luis, primera secretaria del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Unión de Reyes, Matanzas, provincia donde nació Juan Gualberto Gómez, habló de la sencillez de “la mujer hoy despedimos: pequeña de tamaño, pero inmensa en el amor por la historia”.

Arlén González Luis, Primera secretaria del Comité Municipal del PCC en Unión de Reyes: A esta gran mujer, a esta humilde amiga, a esta patriota cabal, nuestro respeto y cariño eteno por haber existido. Gracias por tantos mensajes de agradecimiento, gracias por tu impronta de una vida dedicada a la Patria”. Foto: Gonzo González/ACN.

También la caracterizó —subrayó la dirigente— el don de saber contar la historia de Cuba, donde ha quedado grabada cada anécdota, cada mensaje que nos trajo.

“Fue educada bajo los principios del amor y la fidelidad a la Patria y fue incondicional a la memoria de sus padres y a la de su bisabuelo Juan Gualberto Gómez.

“Estudió hasta la enseñanza superior; se hizo licenciada en Lenguas Extranjeras. Llegó a dominar el inglés, el francés, el ruso y el italiano; brindó sus servicios como traductora en instituciones culturales, y en el INDER hasta su jubilación. Como profesional de la traducción, conoció varios países.

“Después sintió la necesidad de dedicarse a la obra de conservación iniciada por su abuela Juana Gómez Benítez, y demás integrantes del núcleo familiar. Así, organizó una biblioteca digital con cientos de documentos.

“La divulgación de todo este trabajo emprendido por ella se convierte en una necesidad para las instituciones culturales y educacionales. Su gesta de patriota queda demostrada a través de las donaciones de documentos y piezas para la Casa Museo Juan Gualberto Gómez, en La Habana Vieja, y en nuestro municipio Unión de Reyes”.

Arlén también recordó que en la conmemoración del 170 aniversario del nacimiento del patriota, el pasado 12 de julio, tuvo la dicha de conocer a Mercedes y poner entre sus manos un ramo de rosas rojas.

“Llevaba varios días comunicándose conmigo, por las ansias de su visita a la tierra natal de su bisabuelo. A través de mensajes, hablamos de mantener viva la historia, de conservar Vellocino [el ingenio donde Juan Gualberto llegó al mundo].

“Fue clara cuando dijo frente al busto de Juan Gualberto que quizás sería su última visita al lugar, ya que no se sentía bien de salud. Traté de animarla, juntas hicimos planes de volvernos a encontrar, pero fue la única vez que pude compartir con ella.

“A esta gran mujer, a esta humilde amiga, a esta patriota cabal, nuestro respeto y cariño eteno por haber existido. Gracias por tantos mensajes de agradecimiento, gracias por tu impronta de una vida dedicada a la Patria”.

Aquel día María de las Mercedes dijo: “…los cubanos tenemos que estar siempre unidos, como querían y por lo que lucharon Martí y Gómez”.

Recordemos esas palabras, añadió Arlén, y digámosle: “Descansa en paz; vivirás eternamente en el recuerdo de todos los que tuvimos la dicha de conocerte”.

¿Descansar en paz? No, agregó Perla Rosales, directora general adjunta de la Oficina del Historiador. “Mejor recordarla alegre y jodedora. Ahora debe estar hablando en francés o inglés. Ella recibía a los visitantes del Convento de Belén y les hablaba en el idioma de ellos.

Gracias a Eusebio, tuve la dicha de conocer a Mercedes; fue un honor tremendo. Cuando ya no podía estar sola en su casa, entre papeles, la tuvimos en el Convento de Belén. Hace poco, allí mismo, un grupo de nosotras tirábamos agua en los pisos y, mientras, ella añoraba el momento de tener un haragán en mano”.

Perla Rosales, directora general adjunta de la Oficina del Historiador: “Fue un honor tremendo conocer a Mercedes”. Foto: Gonzo González/ACN.

Perla agradeció a la Upec “por este lindo momento de recordación”. También, “a las cuidadoras de Mercedes en Belén, que tanto amor le dieron”.

Ella era un motor, comenzó diciendo Yanailys González Rodríguez, directora de Asuntos Humanos de la Oficina del Historiador y del Convento de Belén. “La palabra reposo no existió para Mercedes. Les enseñó a las abuelas con qué energía debían levantarse cada día, a pesar de los dolores y malestares. Cuando llegó al Convento no veía, pero se aprendió todas las rutas del edificio. Después pudo leer y escribir”.

Yanailys González Rodríguez, directora de Asuntos Humanos. Oficina del Historiador y Convento de Belén: “La palabra reposo no existió para Mercedes”. Foto: Gonzo González/ACN.

En nombre de la Casa Museo Juan Gualberto Gómez, Jorge García Perdigón reconoció que las más de 200 donaciones de Mercedes hizo posible el surgimiento de dicha institución, ubicada en La Habana Vieja. “Sus valiosas entregas enriquecen el patrimonio histórico de la nación”.

Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Upec, coincidió con Perla Rosales en que a Mercedes hay que despedirla con alegría. “Hemos sido como una familia patriótica para esta patriota. Con Jorge Legañoa (actual vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social) llegó a desarrollar una familiaridad casi de sangre.

“Mercedes tenía una forma atractiva, tangible de contar la historia. Es un gran orgullo que esta descendiente de Juan Gualberto Gómez haya compartido con nosotros todos estos años. Nos deja su pasión por la Patria y por la historia de Cuba.

“Ella recordó un día en que Juan Gualberto —ya muy enfermo— se encontró con una joven que deseaba retratarse con él frente a una bandera cubana y cómo luego de acceder le dijo a la muchacha: ‘Esta bandera hay que cuidarla siempre’. La frase alerta del cuidado que merece el legado de Juan Gualberto y de todos los patriotas cubanos.

“En Mercedes estaba la energía de sus antecesores, aquella que hizo que los españoles tuvieran que poner en Cuba más tropas que en otras de sus colonias y que, aun así, no pudieran vencer.

“Nos sentimos orgullosos de contar con la estirpe de Juan Gualberto, Martí, Varela… aspirando siempre a la mayor justicia posible”.

Ronquillo agradeció a la Oficina del Historiador el haber acogido a Mercedes en el Convento de Belén, institución a la que entregó una foto enmarcada de la bisnieta del patriota y periodista cubano.

Una vez concluido el homenaje en la Casa de la Prensa, las cenizas de María de las Mercedes fueron trasladadas al Cementerio de Colón, al panteón que guarda los restos de Juan Gualberto Gómez y parte de su familia.

Al hablar en el acto de inhumación, Jorge Legañoa dijo que cada uno de los presentes en el lugar tuvo una historia con Mercedes.

“Costó convencerla para que dejara aquella casa en la que no podía seguir viviendo sola. Me dijo que aceptaba si le garantizaba que iba a estar bien en el Convento. Cuando celebramos sus 85 años, le entregamos el carné de la Unión de Periodistas de Cuba. Antes de la operación de la vista, Mariela y Madelín (de la UPEC) fueron sus lazarillos”.

Legañoa recordó cuantas veces Mercedes vino a este panteón “en aquellos marzos en que la invitábamos a nuestras acostumbradas peregrinaciones. Ahora tenemos que despedirla, pero hagámoslo con un aplauso. Porque, esta traductora que devino en historiadora, también era una artista. Y aquí vamos a volver cada año, y cada vez que volvamos y hablemos de Juan Gualberto también hablaremos de Mercedes.

En ambos encuentros (en la Casa de la Prensa y en el cementerio), estuvieron presentes Liuba Moreno Álvarez, funcionaria del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Henry García González, historiador de Unión de Reyes; Tubal Páez, Presidente de Honor de la UPEC; Jorge Luis Aneiro, presidente de la Unión de Historiadores de Cuba, otros dirigentes de la Upec y del Partido y compañeros de Mercedes en el Convento de Belén.

Foto de portada: Lugar donde reposan las cenizas de María de las Mercedes. Foto: Gonzo González/ACN.

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Flor de Paz
Periodista y Editora.

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