Transcripción de las intervenciones realizadas en el programa Mesa Redonda, trasmitido el pasado 6 de junio
Randy Alonso: Muy buenas tardes estimados televidentes y radioyentes. Ayer fue publicada en la Gaceta Oficial la Ley 162 de 2023 de la Comunicación Social, y también el Reglamento de esta propia ley, y el Reglamento para el ejercicio de la publicidad y el patrocinio. Sobre estas importantes legislaciones y reglamentos estaremos hablando esta tarde en nuestra Mesa Redonda, para hablar de su impacto, de lo que significan, de su alcance, y también de cómo será todo el proceso de implementación de esta novedosa ley y de su reglamento.
Tengo el placer de que me acompañen hoy en el panel el compañero Onelio Castillo Corderí, vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social, la también vicepresidenta, ambos colegas, Belkys Pérez Cruz, vicepresidenta del Instituto de Información y Comunicación Social, además me acompañan en esta tarde la presidenta de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, la compañera Rosa María Pérez Gutiérrez, y el presidente de nuestra Unión de Periodistas de Cuba, nuestro colega Ricardo Ronquillo Bello.
Con ellos estaremos compartiendo en la emisión de hoy miradas a la Ley de Comunicación Social, su Reglamento, y sin dudas, a un ejercicio que tiene mucho que ver con toda la sociedad cubana, mucho más en estos tiempos en que nuestro gobierno ha asumido la comunicación como uno de sus pilares estratégicos, así que hablemos de esta Ley de Comunicación y de sus Reglamentos en nuestra Mesa Redonda.
Video: Tanto lo hemos soñado que verlo hecho realidad es motivo de felicidad, finalmente ya está en Gaceta la Ley de Comunicación y los Reglamentos imprescindibles para implementar a todo tren esta normativa.
Si dibujamos una línea del tiempo, en 2018 se aprueba la Política de Comunicación Social del Estado y el Gobierno; en 2021 surge el Instituto de Información y Comunicación Social; en 2023, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprueba la Ley de Comunicación Social.
La ley era necesaria, como también era necesario un organismo de la administración central del estado que condujera y controlara la política de comunicación social del estado y el gobierno cubanos, y a su vez, contribuya a fomentar la cultura del diálogo y el consenso en la sociedad cubana.
Participante: Una Ley de Comunicación Social que es para todos los cubanos, que es de todos los cubanos, una ley que busca construir un sistema de comunicación social entendiendo que no es solamente el ámbito mediático lo que está en la comunicación, o sea, la radio, la televisión, la prensa escrita, digital, las redes sociales, que es de lo que hablan hoy casi siempre los cubanos; una ley en la que también esté la comunicación dentro de las comunidades, los delegados con sus públicos, y también las instituciones, las organizaciones en sus diferentes ámbitos estén también haciendo comunicación con el pueblo. Una ley que permita más comunicación, mejor comunicación, y por tanto, más democracia en nuestro país y comunicación oportuna, veraz y transparente, al acceso de todos los cubanos.
Participante: Pero no hemos llegado hasta aquí por arte de magia, han sido años de duro bregar. Hoy tenemos una ley y sus reglamentos, que se aplican a todos los órganos, organismos y entidades del estado, organizaciones de masas y sociales, medios de comunicación y personas naturales y jurídicas cubanas y extranjeras residentes o en tránsito por el país; representa un primer paso en el proceso de regulación y organización del sistema de comunicación social en Cuba, y refuerza los principios del estado socialista de derecho y justicia social. Todo un modelo de gestión de la comunicación que pretende consolidarse a partir de la ley y contribuir a una sociedad más democrática, justa, inclusiva y equitativa; porque tengamos claro que esta norma jurídica tiene como propósitos esenciales fortalecer la independencia, integridad y soberanía de la Patria, ampliar la educación para la comunicación y garantizar el derecho a la información, apoyar el desarrollo político, económico, social, científico y cultural del país, enaltecer la identidad, cultura y valores de la nación, promover la transparencia en la gestión pública y la participación ciudadana en la toma de decisiones, fomentar la inclusión y la equidad de todos los cubanos sin distinción de ningún tipo, y potenciar el uso inclusivo, responsable, de internet, para consolidar la sociedad socialista.
Participante: Una ley muy importante para nuestro país, es totalmente renovadora, revolucionaria, distinguimos cuando se hacen, es decir, estudios con respecto a otros países, nuestra ley es muy completa, lo que posibilita, por supuesto, que en el contexto en que sale nuestra ley estemos en mejores condiciones, por supuesto, de implementarla, y siempre destaco la responsabilidad que tenemos todos los que formamos parte de todos los sistemas, organizaciones, instituciones, centros de estudio, organizaciones sociales y de masas, y actores económicos, en el cumplimiento de esta ley.
Participante: Los retos se dibujarán a diario, porque la comunicación es un sistema en desarrollo, el horizonte será lograr que haya un crecimiento en la cultura y la educación de la comunicación en el país, porque necesitamos ciudadanos con conciencia sobre su derecho al acceso a la información, al conocimiento, como está puesto en la Constitución; mayor participación ciudadana con compromiso y conocimientos para hacer un ejercicio de control popular efectivo, poder dialogar con el pueblo como servidores públicos, porque definitivamente al pueblo nos debemos, y como diría el poeta: “Se hace camino al andar”. Nos vemos, chao.
Randy Alonso: Bueno, Alea jacta est, ya tenemos ley aunque todavía no está en vigor, dentro de ciento dieciocho días y unas horas estará en vigor la ley, pero se ha culminado un paso importante, Onelio, y hemos tenido la posibilidad en la Mesa de ir siguiendo a lo largo del tiempo la propia ley desde su surgimiento casi como política, y después todo el proceso que la llevó hasta la aprobación en la Asamblea Nacional. ¿Qué valor tiene esta ley para la sociedad cubana?, ¿cuáles serían, se hablaba un poco de los ámbitos de actuación ahí, pero cuáles serían las maneras en que debemos ir implementando esta ley, la incidencia que va a tener dentro de los diversos campos de la comunicación social en nuestro país?
Onelio Castillo Corderí: Sí, Randy, muy buenas noches, saludos para ti y para todos los amigos oyentes, y también los que nos sintonizan a través de la televisión y las redes sociales.
Se mencionaba en el video, y quiero subrayar muy brevemente, que hay una suerte de nichos que vertebran la ley en el orden político; esos nichos tienen, por supuesto, su primera pauta en la Constitución de la República, que es todo lo concerniente al derecho a la información, la comunicación y el conocimiento, uno de los artículos de la Constitución establece no solamente que la sociedad socialista se centra en la persona, sino que esas personas tengan derecho a compartir y crear información, y eso es un elemento vital que sustenta también desde el punto de vista programático la ley.
Hay otros elementos que tienen que ver con cuánto la Ley de Comunicación Social y la propia práctica comunicacional puede contribuir al ejercicio y desarrollo de derechos que la Constitución proclama, hay alrededor de diecisiete derechos planteados en la Constitución que de alguna u otra manera se cumplen o pueden hacerse cumplir a partir de procesos comunicacionales, y de manera directa alrededor de once no pueden cumplirse sin el impacto de los procesos de comunicación social, y eso es un elemento también de mucha trascendencia cuando estamos hablando de una ley de esta naturaleza.
Por supuesto, desde todo el proceso y el tránsito del Partido Comunista de Cuba en su visión sobre el trabajo de la prensa, sobre el trabajo de los medios y la comunicación social en sentido general, hubo también pronunciamientos, plataformas, acuerdos en Congresos del Partido, en distintos documentos políticos de alta resonancia, que también tributaron a ese campo de la comunicación social y a la necesidad de transformarlo, y por supuesto, todo lo concerniente a la política de comunicación social del estado y el gobierno cubanos, que como política pública se aprobó en el año 2018, y que desde luego sirve de pauta también a la estructuración de la Ley de Comunicación Social.
Hablemos un poco, Randy, del complejo escenario del objeto de regulación de esta norma; esta norma tiene un objeto de regulación que a diferencia de otras leyes transita por los seres humanos y su subjetividad, estamos hablando de la comunicación social como un proceso sociocultural donde están presentes multitud de sentidos, interacciones sociales, construcción de identidad colectiva e individual, estamos hablando de diálogo, de participación, estamos hablando de un proceso que es transversal a todas las relaciones sociales, y por lo tanto, cuando se habla de la comunicación social que estamos definiendo y queriendo, directamente estamos hablando también de la sociedad que queremos construir.
Así lo afirmaba ese gran comunicador que es o que fue Mario Kaplún, una de las figuras más lúcidas de la intelectualidad latinoamericana cuando se habla de estudios comunicológicos. Kaplún decía: “Definir la comunicación significa qué sociedad quiero, qué sociedad voy a proclamar, y qué sociedad yo quiero tener desde el punto de vista del ejercicio ético y responsable de la comunicación social”.
Randy Alonso: Un ejercicio que ha sido novedoso porque realmente se trata de la primera ley en la historia de Cuba.
Onelio Castillo Corderí: Exactamente.
Randy Alonso: Que tiene este objetivo y este alcance tan amplio que tiene nuestra Ley de Comunicación Social.
Onelio Castillo Corderí: Sí, todo el devenir legislativo cubano anterior no había contado con una Ley de Comunicación Social, y eso no tiene que ver solamente con lo novísimo de este campo del saber, con la ciencia de la comunicación, que es una ciencia relativamente joven cuando se compara con otras, sino también que la propia práctica legislativa cubana y el propio desarrollo de la comunicación social en Cuba, como había ocurrido y de hecho ocurre en muchos otros lugares del planeta, se circunscribe mucho al aspecto mediocéntrico, hay una visión comunicacional muy centrada en los medios donde el medio es el mensaje, sigamos a McLuhan, y entonces a partir de allí todo lo que nosotros pretendemos hacer en materia de comunicación social pasa indefectiblemente por los medios de comunicación social, sin embargo, nuestra ley ha puesto un concepto mucho más amplio, y es lo que la hace distintiva, y es lo que hace que esa ley sobresalga respecto a la visión que sobre la comunicación social se tiene en otras latitudes; nuestra ley habla de la comunicación social y su expresión en tres ámbitos, el ámbito comunicacional, el ámbito comunitario y el ámbito mediático, pero tres ámbitos que ya con la era digital ya convergen. Y que nosotros solamente separamos de alguna manera para fijar mucho más la responsabilidad en el orden metodológico o en el orden de fijación de principios desde la propia norma, pero no es porque estos ámbitos estén aislados, o no se interconecten, o no sientan entre ellos la influencia de vasos comunicantes, porque cuando hablamos del ámbito organizacional, una institución pública no solamente es institución pública para su público interno, también está en una comunidad, está en un barrio, está en un municipio.
Randy Alonso: Se expresa también a través de los medios.
Onelio Castillo Corderí: Se expresa también a través de los medios, pero un medio no solamente difunde información y la comunica, la socializa al público, sino que ese medio en sí mismo es una organización y, por lo tanto, tiene la obligación de hacer comunicación interna.
Hay un elemento importante del objeto de regulación, Randy, que apunta al hecho de que ese objeto de regulación al ser el ser humano protagonista de los procesos de comunicación social, al hablar la comunicación social del relato de la propia vida, de la propia existencia, estamos hablando de que los consensos son indispensables para que una ley avance, para que una normativa crezca, porque no podemos hablar de sistema de comunicación social si no hay normatividad, si no hay regulación, todo lo demás es espontáneo, tiene que ver con pautas de conducta, porque la comunicación social existe y el sistema está ahí, lo que puede regularse es la articulación de ese sistema, sus pautas éticas, sus pautas de responsabilidad social, y todo eso se logra con la Ley de Comunicación Social.
Randy Alonso: Algo que además es muy necesario en estos tiempos de tanta difusión de mentiras, de tantas ambigüedades.
Onelio Castillo Corderí: Claro, es un elemento muy importante el hecho de que en los propósitos esenciales del sistema de comunicación social no solamente se marque el afianzamiento de los fundamentos éticos, políticos, ideológicos, culturales y sociales que sustentan al sistema, sino también el comportamiento ciudadano y su responsabilidad de cara a los procesos de comunicación social.
Hay una avalancha de manipulación, hay una avalancha de desideologización, hay una avalancha de irresponsabilidad social cuando se construyen los procesos comunicacionales; no podemos obviar lo que está pasando hoy con el propio desarrollo de internet; es internet hoy un elemento que está dinamizando ese sentido de confrontación y disputa hegemónica que se hace también a través de la comunicación social, territorio de combate, de disputas, donde se dirimen tantas hegemonías en lo político, en lo económico, en lo geopolítico, y por lo tanto hablar de comunicación social desde esa perspectiva de una sociedad socialista como la nuestra también es un elemento muy importante.
Hay un asunto, Randy, que yo quisiera subrayar hoy aquí en la Mesa porque de eso no hemos hablado tanto, y tiene que ver con la construcción del consenso en torno a la ley, la construcción del consenso que se logró no solamente entre las organizaciones profesionales y nuestro Instituto, sino también entre las organizaciones profesionales, nuestro Instituto como promotor de la ley, y la academia cubana, una academia cubana que al igual que nuestras organizaciones profesionales ha demostrado una hondura y un rigor extraordinarios, pero no solamente eso, quedaron en las aulas o en el ejercicio del periodismo y la comunicación social, sino también que se unieron y se aunaron todos los esfuerzos para también legislar con esa misma profundidad.
Hoy estamos hablando de que los conceptos, de que los principios, los enunciados que la ley formula, tienen consenso entre la academia, la UPEC, la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales y la sociedad en su conjunto, y eso es un elemento que de cara a la próxima implementación de la ley nos pone en una situación de mucha mejor posibilidad de lograr esa implementación de un modo mucho más efectivo.
Los reglamentos, Randy, lo decías al principio, son los Decretos 101 y 102.
Randy Alonso: Que eso es un elemento que quiero especificar, porque de la ley se conoce un poco más, además, nuestro pueblo vio el ejercicio democrático de discusión en el Parlamento. La publicación ahora en la Gaceta Oficial tiene que ver con la disposición que ha habido del gobierno de que las leyes se publican cuando está listo su reglamento, y estos reglamentos son novedosos también, porque si la ley es novedosa, novedoso es también que estemos hablando de un reglamento para esa ley, pero también sobre todo de un reglamento para la publicidad y el patrocinio, que en nuestra sociedad comienza un nuevo proceso dentro de la etapa revolucionaria, por lo tanto tiene especificidades, tiene también elementos que yo creo que sería importante, Onelio, de alguna manera explicarlos someramente, porque hay que leerse el reglamento a nuestros televidentes y radioyentes.
Onelio Castillo Corderí: Sí, claro, ha pasado mucho tiempo, y los reglamentos son enjundiosos, sobre todo el de publicidad y patrocinio, que tiene ciento ochenta artículos. Muchas especificidades por la complejidad de esas áreas de desarrollo de la comunicación social.
Quiero aportar un elemento, Randy, también me parece que es de significación, y es que los reglamentos también tuvieron el propio proceso de enriquecimiento y participación que se tuvo con la ley, no quizás a nivel ya de la propia Asamblea Nacional, no a través de discusiones, digamos, de más de siete mil personas, más masivas, pero los reglamentos tuvieron procesos de conciliación con todos los organismos de la administración central del estado, con organizaciones profesionales, con la propia academia, con especialistas del área del derecho, especialistas y expertos en las áreas de protección de marcas, de derecho de autor, y todo eso hizo que también empezaran a perfilarse con muchísimo rigor. Nosotros tuvimos en la conciliación de los reglamentos un total de trescientas veintinueve opiniones, es decir, habíamos dicho aquí en la Mesa Redonda de mes de octubre que se había ya entregados los reglamentos, se habían terminado preliminarmente los anteproyectos de reglamentos.
Randy Alonso: Y después de eso.
Onelio Castillo Corderí: Pero después esos reglamentos empiezan a circular y a cumplir la norma que tienen en su tránsito hacia la aprobación por el primer ministro de la República, y en todo ese proceso los reglamentos fueron conciliándose con los diferentes organismos que hicieron las propuestas, recomendaciones, sugerencias de añadiduras, de retirar contenido, y eso determinó que de esas trescientas veintinueve opiniones se aprobaran doscientas cuarenta y cuatro de ellas para introducirlas como cambios en los textos fueran aceptadas totalmente o aceptadas en parte, y eso de alguna manera también enriqueció todo el contenido.
La publicidad y el patrocinio no es un fenómeno nuevo en Cuba, en Cuba existió una larga tradición de publicidad y patrocinio, lo que ocurre es que cuando triunfa la Revolución el desarrollo de la publicidad y el patrocinio en Cuba eran incongruentes y no podían comulgar con el desarrollo de la Revolución naciente, había una contradicción ideológica y una contradicción ética entre lo que ocurría en la publicidad y el patrocinio en Cuba y lo que la Revolución estaba propugnando en la construcción de una nueva sociedad.
Randy Alonso: Y también muchos de los anunciantes de aquellos tiempos se fueron del país.
Onelio Castillo Corderí: Se retiraron también y salieron del país, fue por eso que en el año 1962 de los medios como nicho principal o principal asidero de la publicidad se retiró la publicidad, y entonces empezó después ya en los años noventa con el auge del desarrollo turístico a empezar a construirse la publicidad, también con algunas expresiones para la exportación, en el turismo, en aeropuertos y en otros lugares, y empezaron dos experiencias que también han dado un resultado provechoso, que son la de Radio Taíno, Cubavisión Internacional y algunos medios de la prensa impresa.
Ahora bien, ¿por qué publicidad en Cuba hoy? Porque también se puede hacer publicidad desde una sociedad socialista. Mirtha Muñiz hablaba muchísimo de eso, y Mirtha Muñiz decía que la publicidad en el socialismo puede lograr que se estimule un consumo responsable, que haya una coherencia entre ese ejercicio publicitario y la propia razón de ser de una sociedad socialista, que se respeten sus valores, que se sostengan sus principios, y todo eso, por supuesto, ha traído como consecuencia que el país haya decidido que se reconozca en la ley, como ya se había reconocido en la conceptualización del modelo económico cubano de desarrollo socialista la práctica publicitaria y también el ejercicio del patrocinio.
Y termino, Randy, en esta primera parte, con una expresión de Mirtha Muñiz que me parece que es muy explícita, y de alguna manera también con su legado tan preclaro nos señala el camino, decía Mirtha: “La publicidad será mala o buena según el objetivo que le otorgues o a partir del cual decidas encaminarla”, es decir, si tu pretensión ética, si tu objetivo de comunicación es hacer una apuesta al capitalismo, al consumismo, lo harás, todo depende del sentido, de la conceptualización, del mensaje y del compromiso que ese publicista tenga con lo que quiere transmitir.
Randy Alonso: Y para que sea buena el reglamento establece los campos en los que puede haber publicidad, y establece también las limitaciones claras para esa publicidad.
Onelio Castillo Corderí: Correcto. Las limitaciones, los límites. Ya en las escasas horas que nos separan de la publicación de los reglamentos hemos recibido opiniones de que el reglamento de publicidad y patrocinio es un reglamento fuerte, digamos, restrictivo. No, es que los límites del ejercicio de la publicidad y el patrocinio en todo el mundo son de esa naturaleza; hemos comparado mucha literatura, mucha legislación sobre todo de Europa, que es una de las zonas geográficas de mayor avance y de mayor compromiso ético en materia de publicidad y patrocinio, y existen muchas regulaciones, Randy, no solamente para los medios sino también para los servicios turísticos, para medicamentos, para productos como el tabaco, las bebidas alcohólicas, los cigarros, y todo eso se logra que en nuestra norma también se reconozca.
Y un elemento muy importante, lo que apunta la Ley de Comunicación Social en materia de defensa del orden constitucional del país, de protección de los derechos de las mujeres, de los niños, de las niñas, de los adolescentes, de las personas que viven en situación de discapacidad, de nuestros queridos adultos mayores, se refuerzan también en el reglamento de publicidad y patrocinio, porque no puede ser la práctica de la publicidad y el patrocinio una manera ni una vía para que nosotros desdoremos o desdigamos lo que estamos planteando en la Constitución de la República, y por lo tanto, que tiene un desarrollo también en la Ley de Comunicación Social.
Randy Alonso: No puede ser incompatible con los planes de adelanto de la mujer en nuestro país.
Onelio Castillo Corderí: Para nada, para nada.
Randy Alonso: No puede ser incompatible con nuestras políticas contra la discriminación de todo tipo, y eso, por supuesto, está claro en ese reglamento; hay que leerse el reglamento, es importante también para tener la dimensión de esto, que es parte de todo lo que va a impactar también hacia las diferentes esferas, a esas tres esferas importantes en las que hoy la comunicación social se manifiesta en nuestro país y de la cual seguiremos hablando acá en esta Mesa Redonda. Gracias, Onelio.
Abdiel Bermúdez Bermúdez: En el mundo la comunicación es un proceso que establece un marco de relaciones sociales y humanas para el entendimiento y la coexistencia en sociedad.
Hilda Saladrigas: A partir de eso hay convenciones y normas que de no establecerse pues puede generar un proceso que fluya de manera deformada, de manera espontánea, de manera, digamos, muy instrumental y desfavorecedora, sobre todo en la medida en que hay una parte de la comunicación que se convierte en una industria muy redituable económicamente.
Abdiel Bermúdez Bermúdez: Ante esa realidad, la doctora en Ciencias Hilda Saladrigas, una de las más prestigiosas teóricas e investigadoras de la comunicación en Cuba refrenda la necesidad de asumir una comunicación que propicie sobre todo el desarrollo del ser humano.
Hilda Saladrigas: En Cuba se está buscando que la comunicación no sea un asunto solamente de medios sino un tema de culturas, que la comunicación no sea un tema solamente de tecnologías sino sea un tema de identidades, que la comunicación sea un proceso coadyuvante a liberar todas las potencialidades que tiene el ser humano en su sistema de relaciones armónicas y no armónicas, porque para eso está la discusión y el debate.
Abdiel Bermúdez Bermúdez: Con esa certeza, ha defendido la pertinencia de una Ley de Comunicación Social para Cuba que destaca por un enfoque participativo más integral.
Hilda Saladrigas: Además, se participa desde el espacio laboral, el que sea, sea de servicios o no, y se participa desde el espacio de convivencia geográfica y desde el espacio de convivencia de intereses, o sea, desde las comunidades de intereses también se puede participar y se puede aportar.
Abdiel Bermúdez Bermúdez: Esa participación en ámbitos diversos a los que transversaliza la comunicación social es consustancial a un enfoque sistémico que deviene novedad porque no se enfoca sólo en los medios sino también en las instituciones.
Hilda Saladrigas: Está de alguna manera también demarcando cómo las instituciones tienen que establecer hacia la sociedad un diálogo abierto, tienen que ser suficientemente críticas, y cuando no lo sean tienen que responder a los medios de comunicación, porque a su vez son fuentes de información para los medios de comunicación; entonces todo el tiempo se está buscando que el sistema, el ciudadano cubano, tenga la posibilidad de ese derecho universal que se viene proclamando hace muchos años y que ha sido y sigue siendo una asignatura pendiente para el mundo, que es el derecho a la información y a la comunicación, el derecho a que se dé esa información y esa comunicación, pero además, que se pueda justamente responder a inquietudes de la sociedad y que yo pueda interpelar al otro.
Abdiel Bermúdez Bermúdez: Un espacio de interacción social que no se pierde de vista es la comunidad, entendida como otro de los subsistemas de este entorno, donde la comunicación resulta decisiva para canalizar las principales preocupaciones ciudadanas.
Hilda Saladrigas: No se ha concebido en la ley la comunidad como un espacio geográfico, se ha considerado la comunidad como un espacio de intereses, que puede ser la comunidad de convivencia social del barrio, pero puede ser la comunidad de convivencia de intereses gremiales, comunidad de intereses profesionales, de intereses sociales, y en esos espacios también hay que hacer comunicación interna y a su vez hacia la comunidad. ¿Con qué? Con responsabilidad y participación, con la palabra, con el consenso, con el diálogo.
Abdiel Bermúdez Bermúdez: Esta visión es heredera de la comunicación popular latinoamericana; la normativa que se propone establece límites precisos, pero también favorece los vínculos entre instituciones e individuos, que en igualdad de derechos son capaces de dialogar.
Randy Alonso: Bueno, y los ámbitos de actuación se han dejado claros para esta ley, y por supuesto, tienen mucha relación también, la propia ley lo establece, con las organizaciones profesionales que desarrollan la comunicación en el país, por eso es muy bueno que estén acá la presidenta de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, el presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, y con ellos me gustaría hablar ahora en esta Mesa Redonda.
Rosa María, ¿para los comunicadores qué valor tiene esta ley? ¿Cuánto impacto puede tener en algo que ustedes han estado defendiendo durante muchísimo tiempo, que es el valor de la comunicación organizacional y todo lo que se pueda hacer desde las instituciones para esa relación más estrecha con nuestro pueblo?
Rosa M. Pérez Gutiérrez: Randy y demás colegas, pues estamos de fiesta, por decirlo así, porque se ha cumplido una de las tantas aspiraciones, que no han sido de voluntad personal sino de condición estratégica para la nación, y además, que tributan al campo científico de la comunicación social.
Existe la tendencia, como hemos hablado por lo que históricamente hemos vivido, que consumimos información desde los medios de comunicación, obviamente los medios también propician la comunicación, pero queda un área que es básica en los procesos de la sociedad moderna y en particular en el propio campo de la comunicación social, porque hemos tenido una visión realmente mediática, y la cultura se ha quedado, vamos a decirlo así, no sólo en Cuba, es un proceso incluso universal.
Esta ley trasciende al continente América Latina e, incluso, a España también; es decir, que genera un antecedente por la capacidad de prever, de integrar, y estratégicamente incorporar esa visión para que tengamos también, sin desdorar lo mediático pero incorporándole lo organizacional, y aquí obedece, en primer lugar, como decíamos, al campo científico.
Lo organizacional tiene que ver con todas las organizaciones —aunque normalmente en Cuba tenemos en la mente fijado en el concepto de organizaciones a los CDR, la FMC, la UJC, el Partido— porque son las organizaciones que conocemos.
Sin embargo, esto está dado por un concepto de organización que legitima el campo profesional, que tiene que ver con el conjunto de personas que están vinculadas a una misión, y de acuerdo a la cercanía o proximidad que tengan con respecto a los objetivos es que se clasifican los públicos. De ahí vienen los públicos internos y los públicos externos, pero no son una masa homogénea, porque queremos ver a todo el mundo como público. No, somos seres humanos.
Randy Alonso: Y cada vez más con las tecnologías, pues cada vez es menos homogéneo ese público.
Rosa M. Pérez Gutiérrez: Claro está, y al mismo tiempo tienes que trabajar también, aun cuando haya todo el desarrollo de la tecnología, que te facilita muchísimos procesos; también tienes que tener las características psicosociales de cada uno de los públicos y la importancia de ellos en función del cumplimiento de los objetivos. Y eso es una nueva temática, porque lo organizacional incluye desde ese concepto a todas las empresas, a todos los centros de trabajo, por decirlo de alguna manera, porque nos escuchan muchísimo, que no son profesionales y nos ven y nos siguen también, y tienen que conocerlo porque está legitimado como un campo de actuación donde también el directivo es el máximo responsable.
Pero el directivo tiene también todas las responsabilidades, y nosotros tenemos la función de asesorarlo, porque no basta solamente con implementarlo, sino que también ese directivo cumpla sus funciones y también lo haga mejor, porque en la manera que él lo gestione logra la credibilidad el proceso, y el proceso no basta por la voluntad, basta por la cientificidad, por la capacidad de controlar, de saber prever, como dijera José Martí: “En prever está todo el arte de salvar”, y en comunicación esa es una condición básica que transversaliza no solamente lo organizacional; tiene que transversalizar también el mediático, tiene que transversalizar el comunitario, nosotros mismos que vivimos abocados a una guerra mediática, a una guerra cultural de manera continuada; cuánto no hay que estar previendo, pero muchas veces no se prevé bien.
Randy Alonso: Claro, muchas veces procesos bien organizados, procesos bien pensados; sin embargo, no está bien comunicados.
Rosa M. Pérez Gutiérrez: No están bien comunicados porque, justamente, viene la otra parte, no sólo la capacidad de prever, es la de gestionar, y ahí el comunicador social, o aún no siendo graduado el que esté en función de la comunicación, también es responsable de ese proceso. Primero, él tiene que caracterizar sus públicos para, en función de esa caracterización, saber en qué condiciones está cada uno para el cumplimiento de los objetivos. En esa correspondencia entonces empieza a conceptualizar los manuales, las estrategias, los planes y las campañas, que no basta con tenerlos excelentemente conceptualizados. Hablamos de conceptualizar porque, aunque se usa muchísimo el término, el vocablo diseñar, que etimológicamente le puede caber, en el campo profesional hablamos de conceptualizar, porque el diseño aquí tiene otra fundamentación de carácter en la realización de productos comunicativos.
Por eso hablamos de conceptualización, y esa conceptualización que se realice tiene que aportar ese proceso de avance que se necesita para el desarrollo, el desarrollo de esa organización, que cabe cualquier empresa, porque incluso, hoy nos preguntaban a través del WhatsApp “bueno, ¿y las no estatales?”. Las no estatales también clasifican.
Randy Alonso: También son organizaciones.
Rosa M. Pérez Gutiérrez: Son organizaciones, todas son organizaciones, las asociaciones, las organizaciones reconocidas tal cual por el nombre, las empresas, no importa la gestión y la propiedad, de lo que se trata es de una gestión que esté en función de un público, de objetivos, y de la creación también.
Randy Alonso: Y esas formas no estatales también están incluidas en la ley, por tanto tienen que cumplir.
Rosa M. Pérez Gutiérrez: Están, no hay nadie excluido. Todo el mundo tiene que incluirse. Esa es la magia que tiene esta ley, digo magia en el concepto que legitima realmente un campo organizacional vinculado al mediático y al comunitario como cada uno entre sí. Eso no es lo típico, porque normalmente las regulaciones se hacen aisladas, y la magia de la nuestra está en que un proceso de comunicación lo separas metodológicamente para estudiarlo, para implementarlo, pero a la hora de aplicar tienes que aplicarlo completo, entonces ahí está la mercadotecnia, está la publicidad, están las relaciones públicas.
Randy Alonso: Algo que ustedes han durante mucho tiempo estudiado, trabajado, difundido.
Rosa M. Pérez Gutiérrez: Exacto, que se tienen las propias técnicas que pueden implementar esa comunicación organizacional y su vínculo tanto con la comunidad, con los medios de comunicación, porque también ella tiene que generar su propio contenido; es decir, es un campo muy amplio, un ámbito que merece como cada uno todo un estudio, pero sí está dentro de la ley y es un logro que se reconozca tal cual.
Randy Alonso: Y que en el campo nuestro de la academia se había estado preparando durante mucho tiempo a los profesionales de la comunicación social para este tipo de ejercicio; ahora viene, pudiéramos decir, un momento más amplio de práctica real de esos conocimientos, a partir también del cumplimiento de lo que la ley y sus reglamentos establecen.
Rosa M. Pérez Gutiérrez: De práctica, y como bien dices, sí, la academia ha hecho un papel significativamente valioso, trascendental, no sólo para Cuba sino para América Latina, eso hay que reconocerlo en la academia cubana; y en particular este ámbito tributa también a la evaluación constante, y esa evaluación tributa también al mejoramiento, a elevar el sentido de dignidad, de pertenencia, a elevar los procesos de productividad, y también a respetar el resto de los objetivos de la comunicación en función del bien público, a cuándo corresponde el sí o el no al publicitario. Es decir, que hay un nivel de relación interna que también merece un análisis, que también lo hacemos en los cursos y lo mantenemos en los talleres, en los eventos, en las revistas, en las publicaciones, y mantendremos también al tanto, más allá de que se han hecho más de ciento y pico de presentaciones de la ley en todo el país en la última versión.
Randy Alonso: Ustedes han dado una batalla durante muchos años, Rosa María, por el reconocimiento del papel del comunicador social, del graduado de esa especialidad.
Rosa M. Pérez Gutiérrez: De esa carrera.
Randy Alonso: Yo creo que la ley viene a reforzar, sin dudas, esa batalla de ustedes, y viene a darle un mayor reconocimiento al trabajo de estos profesionales de cara a las organizaciones sobre todo del país, y de cara a los procesos de comunicación del país.
Rosa M. Pérez Gutiérrez: Exacto, y ahí tiene también esto organizacional el vínculo con lo comunitario; no me voy a detener en eso porque la doctora Saladrigas lo tocaba, pero lo no puede haber es un aislamiento en ningún caso, porque la comunicación es un proceso integral y estratégico, y está aprobado el modelo para Cuba y, por demás, tributa directamente a los intereses de la nación. Este es otro elemento básico, incluso desde el 2017 se legitimó que la política de comunicación es recurso estratégico de la dirección de la nación, por tanto, los campos tienen que estar integrados en función de los objetivos, de las organizaciones, de las comunidades, de los medios, y todos en tributo de las necesidades y las aspiraciones de la nación, y en ese sentido, obviamente de la Revolución.
Randy Alonso: Y eso, como se hablaba acá, la academia, que aportó mucho en todo esto, había dado un paso pudiéramos decir previo, que era haber unido en una misma facultad a las ciencias de la comunicación, a las ciencias de la información, a la comunicación social y al periodismo, y a verlas como ciencias de la comunicación para poder enfrentar los desafíos comunicacionales que el país tendría hacia el futuro.
La ley viene a apoyar un poco ese concepto de la academia y viene a ponerlo en práctica ahora, Ronquillo, y para los medios de comunicación que durante mucho tiempo también batallaron por estos cambios necesarios en nuestra sociedad, pues también es un aporte significativo. ¿Cómo lo ve la Unión de Periodistas de Cuba ya una vez la ley hecha pública, los reglamentos pues ya puestos en ley o puestos en tinta, y cuánto eso significa para todos los esfuerzos también que desde la UPEC se están haciendo en la transformación de nuestros medios de comunicación públicos?
Ricardo Ronquillo Bello: Mira, yo creo que en primer lugar, eso lo destacaba Onelio, algo muy importante de esta ley es que por primera vez en el ámbito de los medios, por ejemplo, nosotros vamos a incorporarnos a ese concepto del estado socialista de derecho y de justicia social, o sea, por primera vez el sistema de prensa de Cuba va a estar en ley.
A lo largo del proceso revolucionario, el sistema de prensa de Cuba se había regido por documentos políticos que habían sido muy importantes, y eso lo destacaba Onelio, porque si usted revisa esos documentos políticos se va a dar cuenta de que muchas de las aspiraciones y, vamos a decir, y demandas que teníamos en el sector profesional de la prensa estaban en esos documentos políticos, pero no estaban estampados en ley, y eso condicionaba.
Por eso, cuando nosotros analizábamos, recordarás, en el XI Congreso de la UPEC, los problemas estructurales que tenemos que resolver en la prensa cubana, entre esos problemas estaba el tema de la política, o sea, interpretaciones a distintas escalas diferentes, el tema de la política de comunicación del estado y el gobierno, visiones a veces distintas sobre cómo interpretar, como aplicarlo a distintas escalas de la sociedad.
Ahora la ley clarifica eso, además, la ley permite darle una mayor integralidad ya no sólo al ejercicio del periodismo o de la comunicación mediática, sino que interrelaciona eso. Una de las cosas que hablábamos en el Coloquio Internacional Patria era que incluso en una sociedad como la nuestra, que tiene una visión unitaria, podíamos estar unidos, pero estar desarticulados.
Randy Alonso: Exacto.
Ricardo Ronquillo Bello: Pensemos en la sociedad cubana de hoy, viviendo una crisis multidimensional tremenda con un impacto fortísimo sobre las condiciones de vida de la gente, y pensemos, por ejemplo, que Ideas Multimedios tiene un gran interés por dar información como dice la ley ahora, oportuna, veraz, objetiva, pero que esa misma visión que pueda tener Ideas Multimedios no la tengan determinadas instituciones del país, no la tenga un ministerio, no la tenga una institución determinada, se produciría inevitablemente un encontronazo entre la visión de la comunicación mediática y la visión institucional de la comunicación, en una sociedad como la cubana, que además, producto de la propia guerra que ha vivido este país, del cerco, etcétera, ha incubado una visión demasiado discrecional sobre la información.
Entonces esta ley establece que el periodista tiene el derecho dentro del marco legal del país de exigir. Vamos a decir, que las instituciones del país le den la información que sea de carácter público; o sea, no se la puede negar. Y establece, además, términos que están en los reglamentos para que eso se cumpla. Fíjate la importancia que tiene, eso no lo teníamos antes.
Randy Alonso: Le da un carácter legal a lo que la política plantea.
Ricardo Ronquillo Bello: Efectivamente, pero además, le da a las instituciones una responsabilidad legal para cumplir con esta, ya no es un mandato político sólo, que es muy importante, porque esta ley no hubiera podido ser posible si no hubiera una política.
Ahora la ley le está dando carácter jurídico a una voluntad política que está en la dirección, vamos a decir, del proyecto político de la Revolución, por lo tanto, eso es importantísimo.
Entonces, adicionalmente a eso sin la sombrilla legal que ahora nos da la ley nosotros no pudiéramos avanzar en la transformación que nos estamos planteando en el sistema de prensa del país. Estamos hablando de la transformación del sistema de prensa, de la construcción de un nuevo modelo de prensa pública para el socialismo, y sin esa ley sería imposible nosotros avanzar hacia la construcción de ese nuevo modelo de prensa pública para el socialismo. Ustedes mismos en Ideas Multimedios, que también tiene la responsabilidad de este programa, están involucrados en un experimento en el que también están diecisiete medios de comunicación del país, donde estamos planteándonos una transformación en el plano editorial, en el plano de la gestión económica de los medios, y en el plano de la gestión tecnológica de los medios, y una transformación que busca superar los problemas. Vamos a decir, lo que ahora está de moda, que son las famosas distorsiones que heredamos de la construcción socialista del siglo XX con los arrastres de estos años, y la necesidad de buscar un nuevo modelo de prensa para el socialismo, y en ese ámbito, en esa voluntad, en ese interés por la transformación del sistema de prensa, esta sombrilla legal que nos da la ley es trascendental. Sin esto no hubiéramos podido avanzar en eso, ustedes mismos; por ejemplo, aquí se ha estado hablando de la publicidad, los medios que están en el experimento ya han podido ir avanzando en la aplicación de la publicidad, por supuesto que ahora la ley clarifica, hasta los preceptos éticos, los límites en que tenemos que avanzar. Lo cierto es que la ley es enorme, es realmente lo que necesitábamos para poder avanzar en la solución de los problemas estructurales del sistema de prensa del país.
Randy Alonso: Y eso, por supuesto, va vinculado con toda la estructura que se ha ido creando y que precedió a la ley, como el Instituto de Información y Comunicación Social, del cual hemos estado también hablando en estas Mesas Redondas, y constituye un pilar para el desarrollo y la puesta en práctica de esta ley.
Un poco de lo que pasará hacia adelante estaremos hablando en la parte final de nuestra Mesa Redonda, sigan con nosotros. Gracias, Ronquillo.
Bueno, y hablábamos desde el Instituto creado en el 2021, con un trabajo extraordinario para poder llegar y crear todos los consensos necesarios para esta ley que fue aprobada por nuestro Parlamento, y que ahora tiene la enorme misión también de poner en práctica esta ley junto con toda la sociedad; una de sus vicepresidentas y querida colega, Belkys Pérez Cruz, está esta tarde con nosotros, Belkys, y me gustaría pues pensar en qué va a ocurrir hacia adelante, ¿cómo vamos a hacer consciente a nuestra sociedad, a nuestro pueblo, a las organizaciones, a las comunidades, a todos los participantes de la ley, de la importancia y de los caminos que tiene esta ley?, ¿cómo vamos a educar a nuestra sociedad en el campo de la comunicación?
Belkys Pérez Cruz: Buenas noches, Randy, y para todos los que nos acompañan. Yo te diría que para favorecer la implementación de la norma jurídica se precisa un amplio proceso de educación para la comunicación, que incluso precisamente el artículo 7 de la norma deja claro que esa gestión estratégica integrada al sistema de comunicación social tiene como uno de los propósitos esenciales fortalecer la educación para la comunicación con el objetivo de ampliar esa cultura comunicacional de la sociedad, y facilitar el ejercicio del derecho ciudadano a la información, a la comunicación, al conocimiento de lo que hemos estado hablando.
Siempre me gusta decir que hace un año cuando se aprobó la ley, el primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República exponía la necesidad de hacer esta educación para la comunicación para favorecer la propia implementación de la norma jurídica. El Instituto, por supuesto, no ha esperado a que se publique la norma para hacer este trabajo, cuando estuvimos en octubre aquí en la Mesa comentábamos toda la labor que ya habíamos iniciado hacia lo interno con la preparación.
Randy Alonso: Se estaban creando todas las estructuras en provincias, en municipios.
Belkys Pérez Cruz: Exactamente, y la propia preparación de nuestros directivos de esas estructuras que se estaban creando a nivel de provincia, a nivel de municipio, con los departamentos, y los propios directivos del Instituto como órgano central de la administración central del estado, estructuras que hoy ya se están completando. Tenemos todos los directores provinciales nombrados ya en el país, nos quedan unos pocos jefes de departamento municipales para continuar preparándolos, por supuesto, y nuestra escuela ramal desde el mes de julio del año pasado ya ha hecho esa preparación intensiva con los directores provinciales, también con nuestros especialistas, nuestros directivos del propio Instituto, y ahora vamos a un segundo momento, después también de un entrenamiento para el cargo que han tenido estos directores provinciales comenzamos ahora con un curso ya más específico en la implementación de la ley y de las funciones que deben cumplir estas estructuras en los municipios. Ahora comenzamos el próximo lunes con un curso a los jefes de departamento municipales de los quince municipios de La Habana y cinco provincias orientales, que van a estar en nuestra escuela para comenzar también a recibir ese entrenamiento y esa preparación, porque la propia misión del Instituto es la de conducir y controlar el cumplimiento de la política de comunicación social del estado.
Randy Alonso: Para conocer la ley bien.
Belkys Pérez Cruz: Y los primeros y los que más deben conocer para favorecer esa implementación son nuestros propios directivos y nuestros propios trabajadores.
Yo te diría que entonces comienza ahora un segundo momento, donde a favor de esa implementación más efectiva de la norma jurídica nace desde el Instituto. Yo tengo que decir aquí que con el impulso y la asesoría de la doctora en Ciencias Ana Teresa Badía, que además forma parte para orgullo nuestro de nuestro colectivo de trabajo, nace el programa de educación para la comunicación “Comunicar con Responsabilidad”, que incluye catorce acciones básicas a desarrollar antes de que concluya este año, que va desde la realización de cursos, talleres, formación de capacidades y también de producciones comunicativas que sirvan de soporte a los contenidos que se van a impartir.
Decía que son catorce acciones básicas con el objetivo de desarrollar competencias comunicativas en la sociedad cubana, en nuestros ciudadanos, pensados con módulos de formación específica para directivos, comunicadores y voceros, módulos de formación que están enfocados en habilidades de comunicación efectiva, en manejo de comunicación de crisis, de riesgo, en comunicación transparente y responsable con los ciudadanos, pero también hemos pensado que esas acciones de formación deben llegar, de capacitación, también a los docentes, con un programa informacional, un programa de preparación mediática-informacional para ellos, que tienen la alta responsabilidad también de formar a nuestros estudiantes, y que como una de las misiones del Instituto también nos corresponde coordinar que en un futuro formen parte de los programas de estudio esos contenidos diferenciados de comunicación social de los diferentes niveles y las diferentes enseñanzas.
También se ha diseñado la capacitación a los actores comunitarios en esos diferentes contextos, no sólo geográficos sino también como comunidad de intereses, de lo que hablaba la doctora Hilda Saladrigas, y que nuestra ley reconoce muy bien. Ese programa prevé también entre sus acciones organizar talleres para mejorar la comunicación interna en las organizaciones promoviendo un ambiente laboral positivo y eficiente.
Randy Alonso: Que es clave, por ahí empieza la comunicación.
Belkys Pérez Cruz: Por supuesto, y Rosa lo dejaba muy claro en la intervención, y la ley, por supuesto, lo asienta. También se está trabajando en el proyecto de un programa de televisión donde se aborden temáticas que hoy interesan a las personas, como la detección de las noticias falsas, como el manejo acertado de las redes sociales, cómo se crea la imagen país, determinados temas que podemos ir introduciendo en ese programa de televisión que, por supuesto, va a ser de interés para nuestras audiencias y que podremos transmitirlo en las multiplataformas. Estamos previendo que ese programa de educación para la comunicación, Randy, sea accesible a personas en situación con discapacidad, y para ello hay que favorecer el empleo de tecnologías adaptativas y de materiales en formatos accesibles a estas audiencias, que nuestra ley también recoge.
Hoy hay temas en el país, y que la ley lo recoge, como la participación ciudadana en la comunicación, el perfeccionamiento de los medios tradicionales, las redes, como hablaba ahorita, digitales, el desempeño comunicacional comunitario, mediático y organizacional, que requieren una visión más integral, y eso está entre las intenciones del programa.
Y yo sí debo decir que no vamos a lograr implementar ese programa, llevarlo a todos los lugares, si no contamos con el apoyo que sabemos vamos a contar de estas dos organizaciones profesionales que nos han acompañado, la Asociación de Comunicadores Sociales y la Unión de Periodistas de Cuba, que nos han acompañado desde que se gestó la política de comunicación social del estado y el gobierno, y tampoco lo vamos a lograr implementar sin el apoyo, por supuesto, y el acompañamiento del Partido, del gobierno a todas las instancias, de las universidades, de la Asamblea Nacional, las asambleas municipales y las organizaciones políticas y de masas, y sociales. Y ese impacto principal que pretendemos con ese programa es formar un ciudadano con más preparación, con más capacidad para transformar la sociedad, un ciudadano que realmente tenga esa participación consciente en ese proceso de transformación de la sociedad, y que nosotros logramos realmente fomentar esa cultura ciudadana de la cual habla y pondera tanto la Ley de Comunicación Social, que aprobada hace un año ahora ya ha visto la luz. Ciento dieciocho días y unas cuantas horas nos separan de que entre en vigor y que seamos todos objetos, como somos, sujetos de esa ley.
Este es un programa que nos tiene que ocupar a todos y llegar a todos los niveles, porque todos somos sujetos de esa Ley de Comunicación Social. Este es un proceso que pasa por entender, por analizar, por interpretar no sólo la norma sino también esas otras complementarias que acompañan el 101 y el 102, que ayer también fueron publicadas y que tiene, por supuesto, interés para muchas personas que ahora han comenzado a hojear los reglamentos, han comenzado a preguntar.
Ya el vicepresidente Onelio lo decía ahorita, y ciertamente hay que fomentar esa educación para la comunicación para que la gente entienda e interprete lo que los reglamentos están diciendo.
Randy Alonso: Bueno, en esta carrera de largo aliento que es todo este proceso, por supuesto, ahora viene el sprint en términos de educación, ¿no?, que creo que es importante para llegar en mejores condiciones ya a la implementación de la ley, aunque este es un proceso que nunca acaba.
Belkys Pérez Cruz: Que nunca va a terminar.
Randy Alonso: Una alfabetización permanente.
Belkys Pérez Cruz: Constante.
Randy Alonso: Porque cambian las herramientas, cambian los canales de comunicación, todo se renueva, pero hay fundamentos en la ley que son imprescindibles, básicos, para poder manejarse en medio de estos campos, por lo tanto, hay un espacio, Onelio, sin dudas importante también para seguir consolidando la implementación de la ley, ¿cómo nos vemos en ese camino?, ¿además de educación hacia dónde más debemos encaminarlo y cuáles serían pues las recomendaciones o un poco la visión que desde el Instituto podemos darle a nuestra sociedad de lo que significará ya la puesta en vigor de la ley?
Onelio Castillo Corderí: Bueno, son ciento diecinueve días ya, una ruta de trabajo muy desafiante, porque la publicación de la ley, y sus reglamentos, y su entrada en vigor, no garantizan per se que se cumplan, ni se van a transformar las percepciones que todavía no estiman suficientemente la comunicación.
Randy Alonso: Ni las prácticas.
Onelio Castillo Corderí: Ni las prácticas, que están asociadas más que a problemas de conciencia a asuntos que tienen que ver con cultura, y que tienen que ver con miradas que todavía no colocan a la comunicación social en el lugar que ya la dirección del país ha colocado. Eso significa, Randy, que si una empresa dentro de ciento diecinueve días no tiene la forma organizativa para gestionar la comunicación social, al día ciento veinte no la va a tener todavía, ni los medios que hasta hoy han manejado modelos transmisivos de comunicación y que no logran tener una sinergia entre la agenda pública y la agenda mediática lo van a tener en ciento veinte días. Por eso es tan importante la educación, es tan importante que el estudio de la ley se generalice no solamente en todos los operadores de la ley, en sus implementadores sino también en toda la sociedad, en todos los órganos, organismos.
Randy Alonso: Estamos hablando de una ley que tiene que ver con toda la sociedad.
Onelio Castillo Corderí: Exactamente, porque sujetos somos todos. Todos los actores de la sociedad hoy desarrollan procesos de comunicación social. Si nos miramos hacia adentro, ¿quién de nosotros puede vivir sin comunicarse? Y todo eso implica que esa comunicación tiene que hacerse ya bajo las normas de regulación y autorregulación que la sociedad impone, y eso es muy necesario.
Hay un elemento que creo que vale la pena significar también, y es que esa comprensión de las normas, ese entendimiento, es lo que nos va a hacer sentir que somos herederos también de lo que la norma decreta como derecho. Nosotros hoy tenemos el derecho a exigir que vivamos y podamos ser sujetos de un proceso de información y comunicación transparente, veraz, efectivo, dialógico, y eso es vital, pero eso se logra si uno conoce el espíritu de la ley y lo puede enarbolar y defender.
Otro elemento importante, Randy, tiene que ver con que se cumpla el mandato de la ley, que establece que en este período todos los organismos, entidades y órganos del estado, las organizaciones mediáticas y todos los actores sociales y económicos que tienen responsabilidad en estos procesos de comunicación social revisen, actualicen y dicten sus disposiciones y como expresara nuestro primer secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, la aprobación de la ley fue el primer paso, pero ya hoy estamos asistiendo a un nuevo peldaño que traza las pautas para una posterior implementación, y que por supuesto, va a consolidar a nuestra sociedad socialista como una sociedad socialista cada vez más plena, cada vez más digna, cada vez más democrática.
Ayer, cuando a Cuba toda le dolía el fallecimiento de Pedro de la Hoz, ese imprescindible periodista cubano, yo recordaba una opinión de Pedro que nos daba en uno de los procesos de discusión de la ley, y Pedro nos decía: “Onelio, tenemos que garantizar que esa norma deje claro que la comunicación en Cuba tiene que construir la hegemonía de la ideología revolucionaria”, y pienso que lo que ayer se publica es también un homenaje a Pedro, y lo que nosotros vamos a hacer implementando la ley es fortalecer la ideología de la Revolución y hacer que nuestras ciudadanas, que nuestros ciudadanos, se comprometan cada vez más con este proyecto de nación que hemos escogido, y por supuesto, que nuestro socialismo se siga fortaleciendo aún en medio de escenarios tan turbulentos.
Randy Alonso: Un socialismo que tiene que pasar necesariamente por una buena comunicación, porque significa que la sociedad en su conjunto participa de los procesos, la sociedad en su conjunto opina y da criterios sobre los procesos, y a la vez también recibe la información de su gobierno, de sus estructuras, para hacer mejor el ejercicio precisamente como sociedad.
Bueno, les agradezco muchísimo a ustedes habernos pues informado, ampliado la información sobre esta norma, quiero agradecerle al compañero Noya, que estaba por ahí acompañándonos también, a Waldo, también a Danilo, que han estado esta tarde con nosotros en esta Mesa Redonda, y bueno, hablar de que lo necesario, lo imprescindible, es que cada vez nos comuniquemos mejor como sociedad y que seamos una mejor sociedad también a partir de la comunicación, en ese camino, esta ley, como decía Onelio, es un nuevo y mejor peldaño para hacerlo.
Me despido con nuestras imágenes del día, por supuesto, dedicado a los combatientes de nuestro Ministerio del Interior en su aniversario sesenta y tres, que hoy fueron felicitados por el general de ejército Raúl Castro y también por el primer secretario del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, imágenes del día. Buenas noches.